Mi Jimmy

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Cuando Llegamos a su casa me quedo de pie en su cerco mientras me aseguro que entre sana y salva.

Una vez que lo ha hecho yo me encamino hacia la mía, o bueno sé cómo sea que pueda llamarle a las ruinas de la mansión en donde suelo vivir.

Las personas de los alrededor de la zona me cuentan que allí solían vivir mis padres, eran callados y muy reservados, pero cuando se fueron demolieron mi casa y construyeron la mansión de los Steven

Cuando un incendio fulmino más de media casa los dueños, unos ricachones decidieron abandonar y he irse, de esta algo podrida ciudad gobernad por el caos y la delincuencia.

Justo cuando subo por un pequeño viejo muro que antes era la pared trasera de la chimenea, que por cierto está cubierto de hollín, siento una pequeña vibración en el bolsillo derecho de mis pantalones y entonces recuerdo...

_Ho ¡NOO! Jimmy.

Y salgo disparada hacia una pequeña salita llena de monitores viejos y algunos otros aparatos electrónicos.

Saco al pequeño Jimmy y lo conecto a su cargador.

Apenas comienza cargar, inician los reproches.

¿Qué rayos te sucede?-me dice

¡Pude morir!, me repite.

¡Oh Tranquilo Jimmy! ¡Eres un exagerado!!-digo mientras me rio

¿Qué hacías? ¿Por qué me ignorabas? -dice con una voz pesada y quejumbrosa, algo chistosa.

_Puff créeme que lo siento, Discúlpeme princesito-le digo burlándome.

_JAAA JAAA ¡!que chistosa! Dice sarcásticamente.

-Pero ya, hablando enserio, que fue esa cosa tan importante ¿Qué hasta hizo que olvidaras mi existencia?.
si, la de tu único amigo en el mundo-dice con una cara de espanto y con la misma voz pesada.

Lo dice con tanta gracia que me es casi imposible echarme una carcajada.

Jimmy fue un regalo de mi padre antes de que el desapareciera junto con mi madre, ya hace 13 años dejándome al cuidado del orfanato.

Estoy bastante segura de que mi padre era algún tipo de científico agente de la CIA junto con mi madre. Ya que Jimmy no es solo mí mejor amigo, si no, un extraño y muy sofisticado aparato que fue diseñado exclusivamente mente para mí, su única hija hasta donde yo sé.

Jimmy tiene el aspecto de un reloj algo deforme, sin embargo es una herramienta multifuncional, es como un ser un humano con una terrible personalidad en el sentido de que siempre es quejumbroso y melodramático pero siempre sabe qué hacer y decir, simplemente es la única persona o cosa con la que puedo contar en esta solitaria y poco usual vida que llevo.

Tiene diversas funciones, entre ellas, GPS satelital, reloj, mp3, comunicador y unos cuantos truquillos más, sin embargo estas son solo algunas de las pocas que he descubierto de las millones que posé, sin excepción alguna la mejor de sus virtudes es que tiene un tipo de proyector integrado en con el que puede, valga la redundancia proyectarse en un tipo de holograma pero eso no es todo, puedo tocarlo, sentirlo como de carne y hueso he incluso darle un abrazo. Desgraciadamente esta función solo puede llevarse a cabo cuando estoy triste o realmente necesito el calor humano y su máxima duración es de una hora, después de haber colocada una de mis lágrimas en el lente del proyector.

Amo mi padre por habérmelo dejado, sé que no quisieron abandonarme, pero ya que lo hicieron estoy agradecida que se hay tomado la molestia de crearme a Jimmy.

Pero siempre hay algo que me intriga, tuvieron la decencia de dejar un maletín que hasta hace unos años descubrí que contenía sospechosas armas de combate cuerpo cuerpo, cosas para espionaje, etc. Y aún más importante una carta en la que decía que, por ahora no podían explicarlo pero lo sentían por el abandono y mientras tanto me dejan a este pequeño amigo. ¿Por ahora? ¿Que quisieron decir con eso? ¿Acaso piensan volver? ¿Cómo saben que sobreviviría? ¿Ellos seguirán con vida?. Ya no le doy tanta a importancia a nada de eso.
Al principio tenía una esperanza de que volvieran pero cuando cumplí los 14 comprendí que nunca lo harían así que escape del orfanato y comencé a vivir por mi cuenta, Pero no me fue tan bien, por que acabe en el reclusorio para menores por más de 3 años, al parecer una niña de 14 y medio no debe robar un jamón de una carnicería y huir, pensando que no la cacharan por que tiene la mejor arma del mundo "un palo de escoba", pero esa no fue mi única fechoría, hice cosas terribles, me arrepiento de ello, sin embargo me ayudó ya que el reclusorio conocí a unas chicas que conocían bastante bien la ciudad, ellas me enseñaron como sobrevivir. En qué lugares podía conseguir las mejores sobras, combate cuerpo a cuerpo, trucos para regatear y hasta como apuñalar a alguien con una cuchara.

Al salir, con lo aprendido y mis exquisitas herramientas heredadas mejore mis tácticas, y hora soy una experta en supervivencia de las calles, pero ya no soy una delincuente, de echo me he ganado el respeto en la ciudad, me gano duro el pan que pongo en la mesa y siempre trato de proteger a las demás personas, odio a todos eso hombres que creen que puede hacer lo que quieran sólo porque son fuertes, la ciudad están llena de esos por eso dedico casi todo mi tiempo y energías a cuidar a mi pequeña Valery, significa tanto para mí.

Pero el que ella sea mi protegida también es un grave problema, odio y temo por la idea de que la dañen por culpa mía, hay tanta gente que me detesta.

Muchas veces he pensado en irme y ya dejar en paz a la gente de aquí, dejar que la policía haga su trabajo y no ser yo la que tiene que encargaré de los malos, así tal vez Valery no sería un objetivo frecuente para aquellos que me quieren muerta.

Tengo tantas herramientas que pillar a los traficantes de narcóticos y los del mercado negro se me hacen tan fácil, hasta divertido creo que es otra de las razones por la cual no lo dejo.

Ciudad RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora