El secretario es un STRIPPER.

Maldita Máscara

- ¡Maldita máscara! - casi lo grité. Porque sí, él llevaba una máscara. Cuando la presentación terminó la sala fue desocupada y cerrada. Traté de buscarlo por el club, pero no había ningún rastro. Salí del edificio con la esperanza de encontrarlo, como si fuera posible entre tanta gente. Estaba molesto y con una erección. No pregunté nada porque sabía que no obtendría respuestas.

Y así pasó un año (y más) sin saber nada. Era imposible. Los muchachos no sabían nada de esto pero estoy seguro de que algo intuían, sobre todo mi primo que parecía tener buen olfato para todas esas cosas.

- Sabía que terminarías con ella. Era estúpida, intolerante y celosa, sin mencionar que no tenía una pizca de sensualidad. ¿Cómo se te ocurrió salir con ella después de tener sentado en tus piernas al mejor stripper de Seul's Club? - Estoy perdido.

- ¿De qué estas hablando?- dije sin prestar atención.
- No subreactues conmigo Chanyeol. Te vi volver al club doce veces y siempre en la misma fecha. Pero no te preocupes no eras el único. - dijo hojeando su revista de moda.
- ¡¿Qué?! - malditos nervios.
- ¡Lo sabía! - Caí en la trampa. - Fuiste a buscarlo. Bueno... no te culpo, cualquiera lo haría, y de hecho lo hicieron.

- Bien... ¿qué sabes?- me rendí. Baek cerró la revista, miró sus uñas y descargó:
- El stripper se hacía llamar Shì Xūn, casi todos los miembros del club tienen apodo o alias, así que no tenemos un dato real. Al parecer el chico bailaba ahí hace tiempo, como un trabajo de medio tiempo o algo así. Nadie sabe mucho de él, aunque dicen que era un chico increíblemente amoroso y amigable. Supongo que quería pasar inadvertido porque nunca se sacaba la máscara. Los vestuaristas le conocían más el cuerpo que la cara, sin embargo el jamás quedaba completamente desnudo en el escenario, le gustaba jugar con eso y nunca se acercaba al público. - Lo inturrumpí por lo confundido que estaba.

- ¿Cómo que nunca hacía contacto con el público?- mi primo golpeó la mesa con su palma y aclaró.
- ¡Hizo contacto contigo porque era su último baile! Tuviste suerte. El chico, como cualquier persona normal, tenía una vida fuera del club. Tal vez consiguió un trabajo mejor, terminó sus estudios, se mudó, se casó... que cuernos- dijo lo último en un susurro. - Mucho jovencitos y vegetes fueron al club como de costumbre y no lo encontraron. Según me enteré, se montó un escándalo cuando se enteraron. Muchos amenazaron con dejar el club pero desistieron al no obtener resultados. Es increíble, todos hablaban con él e incluso compartía camarín pero nadie sabía nada. Lo veían en el escenario o camarín, bailaba, cobraba su cheque y se iba. - terminó y dirigió su mirada hacia mí. - No te desanimes... tal vez encuentres un lindo chico algún día. ¿Cuándo se casa Kai? - Volvió a ser él.

- Creo que el mes que viene... aún no envían las tarjetas, pero está loco por casarse con su chico.- Maldito suertudo.
- ¿Crees que me invite? Es decir... besé a su novio por accidente, estaba borracho. Y también toqué su trasero por accidente.
- Creo que ya lo olvidó, además, la bofetada que te dio Kyung debió ser suficiente.- supongo.
- Uff... pensé que me odiaba.
- Yo caminaría con cuidado, el novio da bastante miedo.
- ¿Acaso no confías en mí?... Bien, cuidaré un poco más mis palabras... y mis actos.
- Supongo que con eso estará bien.
- ¿Cuánto falta para que termines ese curso?
- Solo unos meses... casi siempre voy a la empresa, tengo un título y ahora este curso... pero siento que debo prepararme bien, en especial porque...
- Park S.A es la compañía con los trabajadores más eficientes de Corea del Sur. Odio cuando el tío y tú comienzan con esas cosas.
- En fin... tengo miedo, mejor dicho estoy aterrado. Hay algo que no sabes...- su instinto de chusma le hizo prestarme atención completamente- lo que mueve esa empresa son sus secretarios.
- ¡¿Qué?!
- Sí, los trabajos son tomados por los arquitectos e ingenieros, ellos son los mejores, pero cuando las manos no alcanzan los secretarios entran en acción. Son como el sistema circulatorio de un cuerpo. En nuestra empresa debido a los proyectos constantes la función de los secretarios ha evolucionado a niveles inimaginables... La última vez que vi uno de cerca tenía diez año, el hombre hablaba en chino por teléfono mientras organizaba una junta, ordenaba los informes, asesorabá a mi papá en su vestimenta, me cuidaba...
- ¿Aún le tienes miedo a tu papi? Digo... el hombre te dio a luz y te adora.
- Sí, pero papá y yo estamos mejor desde que lo despidió. Fue maravilloso tener apoyo familiar, y para papá tener un dulce esposo, aunque no se tomara muy bien el despido.

- Sí, el tío suele ser aterrador.
- Van a asignarme un secretario cuando llegue, mejor dicho al jefe de secretarios.
- ¿Jefe? ¿Hay un jefe? ¿Por qué?
- Según papá necesito alguien que me guíe. Y ha elegido al jefe, me dijeron que es una máquina, que no muestra emoción alguna y que le gusta tener el control.
- ¡Oh!
- Estoy perdido.