japonesa

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Hiro Hamada y Miguel Rivera, eran tan solo dos chicos de preparatoria que encontraron el amor en el otro sin saber cómo y cuando. Sus miradas llenas de ternura, las palabras lindas que se dedicaban, el tiempo de calidad que pasaban juntos, pero sobre todo las canciones que se dedicaban, eran testigos de ese enorme cariño que la pareja de novios se tenían. 

Esta relación era increíblemente única, puesto que con tan solo 1 mes de conocerse, se sentían en una sinfonía perfecta cada que estaban juntos. Las cosas habían sido demasiado rápidas, pero también bastante claras. No buscaban en lo absoluto algo así, pero llegaron encontrándolo todo y más. 

Estaba de más decir que eran la envidia total del planeta, o al menos cualquiera que estuviera cercana a ellos y su vida. Pues era normal verlos pasearse por la escuela muy sonrientes, siempre tomados de la mano y riendo de cualquier cosa. Ambos eran muy reconocidos debido a sus talentos. Por su parte, el moreno, tenía cierto amor por el canto y el baile, mientras que el japonés, impartía clases de robótica con intenciones de tomar algunos puntos extras. 

Era claro que la más grande inspiración para las canciones de rivera, era su novio. Los momentos, los bailes, sus acciones, la forma en que lo enamoraba, eran parte de esta adrenalina que lo convertía en un gran autor. Es por esto, que había decidido componerle una canción especialmente para su lindo japonés. 

Ya se habían dedicado algunas canciones en varias ocasiones, y las atesoraban como lo más preciado del mundo, sin embargo, pensaba en que ya era hora de que él tuviera su propia canción. 

Había visto una convocatoria unos días atrás que había captado su atención. Quería participar, y entonces escribió... Quiso asegurarse de que todo estuviera correcto, y seguido pedía consejos de parte de maestros. Todo estaba perfecto, hasta que un día, al entregar la letra, para poder ser aceptado, le hicieron una pequeña observación.

Esa canción estaba escrita para un hombre, y él, al ser uno también, tendría cierto impacto negativo con sus compañeros. Así que si quería sorprender a su chinito, y cantarla frente a todo su instituto, debía cambiarla a algo más femenino...

Miguel le contó acerca de su presentación a Hiro, aunque éste no sabia de qué trataría todo, y mucho menos la gran sorpresa que se llevaria.

El día esperado llegó. Hamada se encontraba en primera fila junto a la familia del moreno, esperando verlo pasar. Tenia demasiados nervios a decir verdad, a pesar de que muchas veces lo había escuchado.

El presentador dio la entrada a el chico, y todos comenzaron a aplaudir. El telón se fue abriendo poco a poco, dejando ver a un nervioso moreno, suspirando freneticamente y mirando a cualquier lado, menos a su novio, Hasta que por fin, sus miradas fueron conectadas. Los ojos pequeños del japonés, se mezclaron con los grandes marrones del menor.

Una sonrisa de parte de el primero, logró la calma total en el cantante, por lo cual tomó el micrófono, y con una emoción grande, susurró: "será nuestro pequeño secreto", dando a entender, que a pesar de que esta canción no fuera tan explicita.. ambos sabían bien lo que sucedía.

Aclaró su voz, cerró los ojos y comenzó a tocar algunos acordes, moviendo un poco su cabeza al mismo ritmo. Sonrió enorme al recordar cada momento con su pequeño amor, y cantó sin más.

Atravesándose, vive por mi mente atravesándose

Conocí su boca y fui quedándomeQué bella, qué bellaDisfrutándome, sus ojos chiquiticos van mirándomeSe lanza de cabeza y va nadándomeQué bella, qué bella


Su mirar se abrió, solamente para observar a su lindo novio. 

Pa' seducirme, sonríe y ya

Y su miradita se aprieta másEs un masajito bailar pega'ito con ella


Tengo una novia japonesa que no me saco'e la cabeza, ay

Tengo una novia japonesa, me besa, me besa

Tengo una novia japonesa que no me saco'e la cabeza, ayTengo una novia japonesa, me besa, me besa

La mirada del mayor, se hizo grande, su corazón comenzó a latir con muchísima fuerza, y el sonrojo no tardó en aparecer.

Es de otro planeta, moviendo la cadera

Es un masajito bailar pega'ito con ella

Acurrucandonos

Jugando a ser doctores y curandonosBesando cada cosa que tocamosQue bella, que bella

Pa'seducirme sonrie y ya

Y su miradita se aprieta másEs un masajito bailar tan pegadito con ella   

Con cada palabra, se notaba la intensidad de esto, se notaba que el amor que sentia por ese chico era real, era más grande que cualquier cosa.  Lo amaba con locura, y recordar esos momentos con él a través de una canción, era único.              

Tengo una novia japonesa que no me saco'e la cabeza, ay
Tengo una novia japonesa, me besa, me besa
Tengo una novia japonesa que no me saco'e la cabeza, ay
Tengo una novia japonesa, me besa, me besa

Es de otro planeta, moviendo la cadera

Es un masajito bailar pega'ito con ella

Tengo una novia japonesa que no me saco'e la cabeza, ay

Tengo una novia japonesa, me besa, me besa

La canción finalizó, y el moreno abrió sus lindos ojitos, visualizando por primera vez al mayor, quien solo sonreía apenado, agitando su mano alegre, dándole a entender que estaba presente, que habia escuchado todo.. y le había fascinado.

Tal vez la primer canción para Hamada, no habia sido como querría, pero estaba seguro de que cultivarían más momentos, que le darian esa puerta a los mayores éxitos del moreno, esta vez, con sus propias reglas.


Sé que leerás esto, y quiero que sepas, que te amo.


One Shots - Higuel. [Editando]Where stories live. Discover now