II -Filipinas-

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Apesto, llevo días viajando y sin bañarme, agh, odio esto.
Mientras cerraba mis ojos y descansaba un poco me puse a pensar por que Sergio me buscaría.
Pasaron unas horas y el chico me dijo que habíamos llegado. Me baje del carrito típico de Filipinas y estaba frente a un gran templo. Entré y vi a Sergio así que corrí hacia el y lo envolví en un abrazo
- no sabes cuanto te he extrañado- dijo Sergio con unas lagrimas en los ojos. Fue ahí donde caí en cuenta de lo egoísta que fui al dejarlo solo o en siquiera pensar que el tenia parte de la culpa en la muerte de Andrés
-lo siento Sergio- dije con culpa mientras no me despegaba de él, entendió del por que me disculpaba ya que acarició mi cabello y me miró con una pequeña sonrisa.
-se que necesitabas tu tiempo para que acomodaras tus pensamientos-
Luego de eso nos separamos y me dirigió a una habitación.

Al llegar tomé una larga ducha y me vestí, me quedé viendo fijamente mi collar que consistía en una cadena de oro, un anillo en ella y una bala. Salí de mi transe y fuí hacia donde estaba mi hermano con los demás integrantes de la banda.
-bueno, ya le hemos liado- y una risa fuera de lo normal inundó el ambiente.
Luego de eso todos posaron su vista hacia mi.
- bueno, ella es mi hermana, Aleshka de Fonollosa- dijo Sergio acomodándose los lentes. Al escuchar mi apellido di una sonrisa de lado mientras más de uno tenían una cara de sorpresa, en especial una rubia y el tipo de la sonrisa extraña
- un gusto, pero preferiría que me llamaran Milán- dije tomando asiento y sirviéndome en el plato algunas frutas.
-tia, tengo la sensación de que te he visto de otro lado- me dijo la morena-por cierto, soy Nairobi- dijo sonriendo.
-estuve con ustedes en el barco, tenía el cabello de otro color en ese entonces - respondí mientras un incómodo silencio inundó la mesa

- Ya que nadie se ha presentado - dijo Nairobi mirando a cada uno de los presentes en la mesa con una mirada seria para así romper el incómodo momento -te los voy a presentar yo, el osito que está a mi lado es Helsinki, la que casi está calva es Tokio, el de risa peculiar es Denver, la ricitos de oro es Estocolmo- dijo señalando a los que estaban en la mesa acorde los mencionaba.
Al escuchar el  nombre de la rubia solté una pequeña risa por el probable significado de este.
- su crío es Cincinnati y creo que al profesor ya lo conoces- dijo riendo un poco. De educación me presente igual.
-Milán, eso ya lo saben, un gusto- dije,
Seguí comiendo mi fruta aún con la duda del por que estaba aquí, pero toda esa paz desapareció cuando vi a la "inspectora" Murillo.

Milán: Una Histora de LCDPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora