#3

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Saltarme las clases fue más fácil de lo que pensé.

Sentía una emoción extraña tras atreverme a hacer algo que nunca en mi vida había hecho antes y todo por un chico desconocido de cabellos rojizos.

Tuve el tiempo suficiente para ir a mi casa donde mi mamá me miró extrañada, pero le di la excusa de que el profesor se había enfermado, así que lo dejó pasar, aunque claramente se enojaría muchísimo cuando supiera la verdad y quizá yo me arrepentiría de esto, pero ahora mismo no, lo único que quería era saber el nombre del chico que lentamente estaba haciendo que mi vida diera un giro de 180° y extrañamente me encantaba.

Me cambié mi ropa por la mejor que tenía y cuando estuve satisfecho salí casi corriendo hacia el café, ya era mediodía y yo me encontraba indeciso de si entrar o no, porque quizá este chico sólo me estaba jugando una broma, al fin y al cabo no lo conocía.

Cuando abrí la puerta y la campanilla sonó sobre mí suspiré aliviado y una sonrisa se extendió mis labios, es que joder... nunca me había sentido tan feliz de mi vida, y todo por ver esa hermosa cabellera roja en un rincón del lugar.

Él estaba allí, con sus cabellos algo desordenados, vistiendo completamente de negro como esos "bad boys" de películas, creo que lo único diferente era la camisa a cuadros blanco y negro que llevaba bajo la chaqueta de cuero negra, junto a esos pantalones negros ajustados y un par se timberland del mismo color.

Este chico era atractivo por donde se le mirase.

— Perdón por tardar -dije en cuanto estuve a su lado, el solo me sonrió negando con su cabeza-

— Llegaste justo a tiempo, es solo que yo llegué antes -respondió el con simpleza haciéndome una seña para que me sentara frente a él lo cual hice enseguida-

Yo lo miré en silencio sin saber muy bien que decir, entonces el rió al mirarme, seguramente notando mi nerviosismo.

— JungKook

Dijo él, yo lo miré confundido.

El río una vez más.

— JungKook, es mi nombre

Yo asentí lo más normal que pude mientras en el interior daba brincos de felicidad por fin poniéndole nombre a mi chico desconocido de cabellos rojizos.

— JungKook -dije, y dios, amaba como sonaba su nombre- te debo un café

El asintió sonriendo hacia mi.

Pronto una de las empleadas se nos acercó para preguntarnos que ordenariamos, yo pedí un café simple como siempre y Jungkook pidió un Mocha Frappuccino, este chico realmente amaba beber cosas frías en invierno.

Cuando la  chica se marchó a preparar nuestros pedidos dirigi mi mirada hacia él con curiosidad.

— ¿No tienes frío? -pregunté, el pareció comprender enseguida mi pregunta-

— Me gusta beber cosas frías en invierno y me encanta el helado cuando llueve -dijo él y después comenzó a reír seguramente notando mi mirada casi horrorizado por sus palabras, el solo imaginarlo me daba frio- no es una ley beber cosas calientes en invierno

— No, no lo es pero es lo que hace casi todo el mundo -dije de lo más casual posible-

El pareció pensar su repuesta.

— Jimin, creo que con las pocas veces que hemos hablado ya comienzo a conocerte, déjame adivinar, llevas una vida monótona dirigida por lo que tus padres o personas cercanas a ti rigen, le tienes miedo al cambio  y a la opinión del resto,  no tomas tus propias decisiones y por sobretodo crees que la opinión de la mayoría es lo "normal"

El lo dijo con tanta confianza que de alguna manera me molesto, pero lo que realmente me molestaba era que tenía la razón, el me estaba describiendo de la manera más vergonzosa.

— Lo admito, tienes razón, estoy estudiando algo que detesto solo por complacer a mis padres y me da un pánico  horrible ser juzgado pero vamos, de seguro tú también odias lo que estudias

— No lo sé, no voy a la universidad, no estudió

Su respuesta me dejó congelado.

— Jimin, no todo el mundo tiene los recursos suficientes para pagar una universidad, la educación no es gratis, al contrario, es sumamente cara -el continuo hablando al notar como yo me quedaba mudo- tengo dos hermanos menores, mi mamá falleció de cáncer hace unos años y mi papá trabaja todo el día para poder darnos de comer y para que mis hermanos terminen aunque sea la escuela, ni siquiera pensé en universidades cuando termine el colegio, solo trabajé para ayudar a papá, fue mi decisión y nunca me arrepentiré de ella

Yo seguía completamente mudo por no saber que decir, de pronto me encontraba sabiendo más de este chico de lo que esperaba y me sentía terriblemente mal por él.

— Escucha Jimin, nadar a contracorriente es muy frustrante y habrá muchísimos momentos en el que querras mandarlo todo a la mierda, pero dime, ¿Qué sientes cuándo te miras al espejo y ves en tu reflejo un clon más con miedo a tomar las decisiones importantes en tu vida?

— Yo... solo intento hacer a mis padres felices... quiero que los demás estés orgullosos de mi, que estén felices...

El sonrió cálidamente notando mi inseguridad.

— Jimin, te haré una pregunta que quizá te moleste un poco, ¿que pasaría si todo lo que haz dado por otras personas lo hubieras dado por ti?

Respondí sin duda alguna.

— Posiblemente sería mucho más feliz de lo que soy ahora

— Entonces ¿por qué no tomas tus decisiones?

— Lo haré, pero no ahora, con el tiempo quizá...

Joder, ni siquiera estaba seguro de lo que decía.

Esto era algo que odiaba y a la vez amaba de hablar con JungKook, me hacía pensar en mi, por primera vez en toda mi vida alguien preguntaba mi opinión y me impulsaba a seguir mis propios  deseos. 

Entonces JungKook como siempre tenía algo más que decir para llenar mi cabeza de cuestionamientos.

— No esperes que ocurra un milagro, porque nadie va a venir a tocar a tu puerta

Y así, con un café y una conversación nuestra historia comenzó a escribirse.

Promise 《JJK & PJM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora