Mi profesora de seducción [Adaptación]

Clases Sexuales By Gajeel

Natsu pov

Me separé lentamente de Lucy y de su boca y miré a mi puñetero hermano. Siempre tan oportunos como de costumbre. Gajeel nos miraba desde su posición aventajada con una sonrisa socarrona en la cara.

- Creo que me tienes que informar si he ganado la apuesta, eso es algo que se me da bien hacer – miró intencionadamente a Lucy.

- Eres un imbécil, Gajeel – Lucy se levantó del suelo y le encaró – Pero yo estoy tranquila porque se – le apuntó con el dedo en el pecho – que antes o después voy a patearte el culo, ¿sabes?

- Estaré ansioso porque llegue el día – respondió mi hermano.

- Natsu – dijo Lucy ignorando a mí hermano – luego hablamos – se acercó a mi y me besó en la mejilla.

Observé como un puto pervertido cómo se movía su cuerpo al caminar hasta su coche. La manaza de mi hermano sobre mi hombro sacudió mi cuerpo al completo.

- Creo que tenemos que hacer tarde de confidencias, pequeño – sonrió mi hermano.

- No creo que sea el momento, Gajeel. Hemos pasado dos días muy duros, ahora Jellal y Erza están...

- Sí, sí, sí...Voy a ser tío y voy a ser lo mejor con mi sobrino, pero ahora mismo, Jellal, tu y yo nos vamos a meter en mi cuarto y nos vas a contar todo con detalles - Gajeel me arrastró literalmente hasta el interior del salón y cogió por banda a Jellal que estaba sentado al lado de Erza.

- ¿Qué pasa? - nos miró a ambos – Estoy hablando con mi novia de cosas serias...voy a ser padre – dijo comos si no fuera obvio.

- Ya, y yo me tengo que enterar si Natsu se nos ha hecho todo un hombrecito. Supongo que a las chicas nos les importará que te secuestre un ratito a cambio de información, ¿verdad, chicas? - Levy y Erza sonrieron.

- Para nada, ve con ellos, cariño...y luego cuéntanos los detalles – dijo mi querida hermana.

- ¿Estarás bien? Si vuelves a tener náuseas que me avise Levy y bajo enseguida – murmuró Jellal mientras subíamos las escaleras.

- ¿Vas a ser así de pesado los más de siete meses que te quedan para ser padre? - le preguntó Gajeel.

- Sólo estoy preocupado por Erza... aún no me creo que esto esté pasando...- palmeé la espalda de mi amigo.

Nos metimos en la habitación de Gajeel. Dios santo, hacía tiempo que no entraba aquí y me sorprendí al ver que aún tenía colgado en una de sus paredes un poster de Pokemon. Miré detenidamente a mi hermano.

- ¿Qué?

- ¿Pikachu? - pregunté señalando el póster.

- Marcó mi infancia, joder – dijo indignado – Ahora siéntate ahí de una puta vez y cuéntanos que coño habeis hecho Lucy y tu en la habitación del hotel – sonrió como una hiena.

- ¿Esto es necesario? - pregunté.

- Hay una apuesta de por medio – señaló Jellal – Son cincuenta pavos...no es mucho, pero como voy a ser padre me vienen bien – rodé los ojos.

- Hemos avanzado mucho - los chicos sonrieron y me animaron a continuar...oh, venga...a la mierda. Necesitaba consejos masculinos...- El sexo oral es la hostia.

- Ese es mi chico – me felicitó Gajeel.

- O sea...que las clases van bien, ¿no? - preguntó Jellal.

- Bueno...ya no hay clases...- se miraron entre ellos.

- ¿Por qué? ¿Ya habeis follado?

- No, no hemos follado – Jellal sonrió ampliamente.