Capitulo 1. ¿Corea?

689 29 4
                                    

Frase del dia: "Nunca es tarde para un nuevo comienzo."

—¡DAME UN MALDITO NOMBRE! — gritó Damián estampando su puño una y una vez en la cara del sujeto, había perdido la paciencia.

—¡PUDRETE MALDITO BASTARDO! —escupio aque hombre con una sonrisa socarrona, de su boca salía un hilo de sangre mezclada con saliva y mocos.

Apreté los puños enojada, ese bastardo estaba causando demasiadas molestias y yo no podía permitir eso.

—¿Vas a entrar? —uno de mis hombres se acercó a mi a paso rápido.

— Ese malnacido ya causo muchas molestias —camine hacía aquella habitación oscura pero antes de abrir me puso mis tan conocidos guantes negros.

Al abrir la puerta el olor a sangre y excremento me caló en lo más profundo haciendo que mi estómago se revolviera y yo quisiera salir corriendo de ahí.

—Habla de una puta vez —observe al hombre frente a mi, realmente estaba  hecho un asco.

—¡MUERETE MALDITA ZORRA! — escupio con odio el futuro muerto, su mirada era tan desafiante que me hizo sonreír, iba a disfrutar tanto verlo morir.

Lo observe por un momento, no tenia ropa, sus brazos y piernas estaban sujetados por unas enormes cadenas, de su piel sobre salian varias cortadas con sangre seca y su cara estaba hinchada y con hematomas y aún así el muy imbecil se atrevía a mirarme desafiante, que cojones tenía este sujeto.

—Solo lo haces mas difícil para ti y más divertido para mí —hable divertida caminando a la mesa a su costado.

Ahí habia todo tipo de armas para tortura, desde cuchillos hasta algunas herramientas antiguas que pocos conocen y que por el momento no dire.

—No saldras de aqui hasta que me digas un nombre — le informe tomando una navaja de la mesa. Camine hasta estar frente a él — ¡HABLA DE UNA PUTA VEZ!

Silencio, eso fue todo lo que obtuve. Senti como mi cuerpo se tenso y sin dudarlo enterre la navaja en uno de sus costados mientras mantenía mi mirada fija en sus ojos, habia firmando su sentencia de muerte y queria que él lo supiera.

—¡VETE AL INFIERNO MALDITA ZORRA! —grito mirándome con rabia.

—¿De donde crees que vengo? — sonreí burlona y volvi a enterrar el cuchillo pero estaba vez en su pierna.

Camine a la mesa y tome unas enormes tijeras, comprobe que tuvieran el filo suficiente y me acerque de nuevo.

—¡DIME UN MALDITO NOMBRE! — pronuncie cada palabra con enojo, me posione de nuevo frente a el y puse la tijera entre su entrepierna.

—¡ERES UNA MALDITA PERRA LOCA!— pude apreciar como sus ojos se iban llenando de miedo y eso me gusto, me hizo sentir tanto placer.

—¡HABLA! —exiji cerrando lo suficiente la tijera como para que de su pene empezaran a salir pequeñas gotas de sangre.

—¡ABRAHAM VALDEZ! — grito mientras se retorcia de dolor.

Damian y yo intercambiamos miradas, ambos estabamos un poco sorprendidos. Lo vi cerrar el puño con enojo para luego tomar su telefono y salir de la habitación.

Espere hasta que Damián volviera.

—Ese bastardo ya dalo por muerto — me dijo entrando de nuevo, asenti y volvi a poner mi atención en el sujeto.

—¿Que harás conmigo? —su miedo se podía sentir en el aire— Y-yo puedo ser de gran ayu-uda, se qui-ienes forman parte de la orga...

No lo deje terminar, cerré las tijeras de golpe haciendo que el hombre soltara un horrible grito de dolor mientras que de su entrepierna escurrian chorros de sangre, tome mi pistola y le dispare en la cabeza haciendo que su sangre manchara mi hermosa chaqueta de cuero

¿Pequeña Princesa?👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora