Haley G. Winter
08:33
Será imbécil el tío este.
Lo peor es que, cuanto más abre la boca, más me gusta. Hay una razón desconocida para mi, por la que me siento muy atraída hacia él, y no solo sexual o físicamente. Probablemente John, Josh y Peter se hubieran ido por culpa de la tensión sexual que esparcirmos Jason y yo.
Obedecí y me puse la sudadera, me quedaba como un saco, me llegaba por debajo del culo, y las mangas no dejaba ver mis dedos. Me sentía como una enana y yo no soy ninguna enana. Pero tenía algo bueno algo que nos encanta a todas las mujeres, y es que huele a él. Subí a la puerta de la entrada allí estaba Ritchson estirando.
-Ritchson -dije seria y me miró. En seguida sonrió-. ¿No hay nada de mi talla? -pregunté.
-Probablemente sí, pero no puedo dartelas. Si quieres quitartela vale, pero está haciendo frío -dijo él.
-Está bien, ¿pero que me vas ha poner a hacer? -pregunté.
-Correr, pero aquí no, hay mucha gente -dijo y comenzó a caminar hacia no se donde.
-¿No te vale en la cinta? -pregunté ya a unos 10 metros de él.
-No.
-¿Pues podrías compartir tus ideas antes de ponerlas en marcha no crees? -grité. Siempre hacia las cosas y no me decía que era lo que iba a hacer, aunque yo luego fuera a participar. Me volvía loca pero le hacia ver interesante.
-¿Vas a venir o te vas a quedar ahí gritando como una loca en medio de la calle? -elevó la voz, pero no de manera escandalosa como resultó mi anterior grito. Yo corrí y lo alcancé. Caminé a lado de él, bueno, más bien un poco por detrás, era bastante intimidante cuando se pone en plan serio. Bueno, casi siempre está serio, pero parece que lo es más aún de cara a la calle. Cada vez confirmo más mis sospechas de que fue militar. Se paró unos metros más allá después de que yo le alcanzara y por poco choco con su hombro. Resulta que ahí estaba su camioneta, abrió la puerta del copiloto y me tendió la mano para ayudarme a subir, resulta que es más caballero de lo que parece-. Sube -agarré su mano y no pude evitar mirarle a lo ojos, me impulse y subí al coche. Me cerró la puerta y se subió al lado del piloto.
-Espera, estás de servicio, ¿tienes arma? -pregunté, instantáneamente sonrió.
-¿A caso no vale con la de debajo de mis pantalones? -dijo con una sonrisa pícara, yo le miré mal, aunque me hizo gracia el comentario-. Ahora vuelvo.
-Espera, puedes traerme mi bolso, por favor, está en la taquilla de John, seguro que adivinas cual es -le dije.
-Claro, no te muevas de aquí -se llevó las llaves del coche, pero no sabe que se puentear un coche. Iluso. No pude evitar pensar de nuevo en el comentario de su arma, y sonreír. Ciertamente, parecía grande a simple vista, soy una puta, no debería de haberme fijado en eso pero no pude evitarlo. En 5 minutos ya estaba de nuevo en el coche.
-No se por qué te llevaste las llaves, pero si era porque no querías que me llevara tu coche lamento notificarte de que se puentear un coche -dije cogiendo mi bolso. Estaba todo en orden. Mi tablet Microsoft en su funda, regalo de Mike por cierto, mi móvil, mi maquillaje, trabas para el pelo, auriculares, reloj, gafas de sol, gafas de vista sin graduar, son solo para parecer lista y mi navaja y mi glock.
-¿Como agente de la ley tengo que preguntarte donde aprendiste eso? -preguntó.
-Pues igual que aprendí a hackear -contesté.
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Inspector R.
RandomUn chico y una chica. Haley huérfana, superdotada, abogada, atrevida, e incansablemente valiente. Jason militar, sin estudios, policía, sobrado y valiente por naturaleza. Dos caminos cruzados. ALTO CONTENIDO SEXUAL