Capitulo 2: 1 am

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A medida que la conversación iba fluyendo entre aquellos dos desconocidos las pastillas comenzaban a surtir efecto.
Se oían carcajadas de fondo mientras la 1 am resonaba en el reloj  de la pared, Olivia poco a poco iba sintiéndose mareada, cansada, no entendía que ocurría a su alrededor, solo podia enfocarse en la mirada de Evans.
Una mirada penetrante y vacía, como si aquella persona careciera de alma. Ya no era el Evans que se presento cantando en el bar, no parecía ser el, y eso la perturbaba. Era como si fuera alguien totalmente diferente...
Inquieta por aquella semblanza, se levanta de la silla como puede y siente que su cuerpo pesa.

-No me siento muy bien, creo que debería irme.

-Si quieres te llevo, tengo el auto estacionado afuera. ¿Dónde vivís?

-No quisiera molestarte, puedo pedir un taxi.- dijo mientras intentaba mantenerse se pie.

-No, para nada!. Me diste una hermosa velada, lo que menos puedo hacer como todo caballero es llevarte hasta tu casa...

Olivia lo mira por un instante, si bien ella sentía que algo no andaba bien no le pareció la razón suficiente como para negarse ante su amabilidad. Además... después de todo, la había pasado muy bien en su cita.
Dudosamente acepto y  apoyándose en el, ambos salen por la puerta de ese, ahora ausente Bar.

-Y donde dijiste que estaba tu auto, yo no veo a ninguno por acá.

-Esta cerca, solo tenemos que cortar camino por acá.

-Pero dijiste que estaba estacionado afuera del Bar...

Dirigiéndose al callejón a la vuelta del bar Evans se detiene  -Aquí esta caballeros!-dijo mirando hacia el oscuro callejón. Parecía estarle hablando a la nada misma, a un callejón vacío. Pero en el se encontraba el mismísimo infierno, el diablo encarnado dandose a ver en forma de tres hombres. Y volviendo a mirar a Olivia, Evans con una sonrisa maliciosa le dice- Creo que llego tu hora nena.

Olivia quería no entender lo que pasaba pero lamentablemente todo cobro sentido al segundo en el que Evans le hablo a esa oscuridad eterna. No quería creerlo, sus ojos se inundaban de miedo y sin poder reaccionar, sin poder huir, Evans la empujo hacia los tres hombres, quienes automáticamente la sujetaron impidiéndole poder escapar.

A lo lejos solo se puede ver una silueta femenina siendo absorbida por aquellos demonios que jalaban de su ropa arrastrándola hacia el mayor de los infiernos, donde le quitarían cada gota de su alma, donde cada lagrima, cada llanto y quejido se volvería en el fruto más codiciado por ellos.

Uno de los tres hombres que tenían a Olivia se separa de ellos y se acerca a Evans:

-Muy bien muchacho, aquí tienes lo tuyo.-le extiende la mano a Evans la cual contenía el resto del pago que habían acordado por la chica.

-Es todo un placer, las adolescentes siempre fueron mi especialidad.-con una sonrisa picara Evans abandona el callejón, dejando un alma inocente con sus más temibles temores.

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Gritos y quejidos se escuchaban en aquel lugar, nadie dirigía la mirada en busca de un alma a la cual salvar. Resonaban y resonaban alrededor, pero solo era ignorada.

Por cada grito era un golpe.

Aparece un hombre paseando a su perro por el frente del callejón.Su mirada al fin fue dirigida hacia aquel crimen llevándose a cabo y ve la silueta de tres hombres y la Olivia forcejeando, queriendo desviar la mirada se cruza con los ojos de Olivia, pues aun estando en la oscuridad la mirada de Olivia se ilumino al tener un rayo de esperanza cuando divisa a aquel desconocido.

Pero para su mala suerte el temor pudo más, y el desconocido simplemente siguió su camino.

Olivia quien creyó que podía salvarse de ese infierno vio morir su último aliento de esperanza.
-Nadie vendrá a ayudarte- y con un golpe Olivia se desvaneció entre aquellos hombres.

Unas luces rojas y azules, junto a un sonido de risas logra despertar a Olivia, volviendo en si ella logra ver a un policía hablando con uno de los hombres.
-Ayuda, por favor! Quieren violarme! Por favor!!! Ayúdeme...

El policía la ve y se acerca a ella.
-Lo siento querida, me temo que todavía no vas a poder volver a casa.- dirigiéndose hacia el líder del grupo-Espero Terry que termines con esto pronto, no quiero que los vecinos anden llamando de nuevo a la comisaria por tus estupideces. Es molesto!.- Dicho esto se dirigió a la patrulla y se fue.

Simplemente no podía escapar de aquella situación.

Poco a poco iban desagarrando su ropa, entre dos la sostenían mientras el líder del grupo era el primero en deleitar a aquella virgen.
Lamiendo todo su cuello exclamo -Ahora vas a sentir a un hombre de verdad!- le mordió fuertemente el labio al grado de que este comenzó a sangrar. Olivia seguía resistiéndose con todas sus fuerzas, seguía luchando. Uno a uno iban violándola, tomando turnos. Desgarrándola por dentro, golpeándola tanto que lo único que podía hacer su cuerpo era dejar fluir su sangre.
La golpearon, la sodomizaron, poco a poco aquella chica que luchaba ferviente dejo de sentir, dejo de vivir, pues ese día ella murió ahi.

Al acabar con ella, la tiraron en el contenedor de basura, como si ella no fuera nada, solo dejando sus restos...
Mientras abandonaban el resto de su ser, uno de los tres se acerco a ella y orino adentro del contenedor dejándola empapada.-Descuida, te hicimos un favor. Te convertimos en mujer!
Cerro la tapa y se fue con sus amigos.
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Adentro del contenedor de basura de encontraba Olivia, o lo que quedaba de ella. Simplemente no tenia fuerzas para levantarse, solo se mantenía en posición fetal viendo un chicle pegado a la pared del contenedor.
Hasta que de pronto sus lagrimas comenzaron a brotar, y el llanto inundaba aquel callejón.

Pronto comenzó a llover y sus lagrimas se ven mezcladas en la tormenta. Su cuerpo se encontraba helado y no lograba moverse, intento ponerse de pie pero le dolia todo el cuerpo. -Tal vez debería quedarme acá y dejarme perecer, pues ya no me queda nada, me lo quitaron todo. ¿Porque me tenían que hacer esto a mi?¿Porque yo?  Necesito que esto acabé pronto.-Olivia no podía dejar de llorar, le habían arrebatado su inocencia, su espíritu, sus ganas de vivir. Ella quería cerrar los ojos y que al despertarse darse cuenta de que la pesadilla había terminado, y que solo era eso, una simple pesadilla. Pero por más que abría y cerraba los ojos todo seguía igual, ella seguía destrozada en aquel callejón.-Comencé a cerrar los ojos para dejarme llevar, después de todo lo que paso, no planeaba seguir luchando, quizá mi tiempo ya había llegado y esta fue mi última lucha.
Escucho que alguien me llama pero mi cuerpo no responde...mantengo los ojos cerrados y la oscuridad inunda mi alma, pero esta no era una oscuridad cualquiera, me traía una paz que es difícil de describir. Mi momento se iba acercando, de pronto deje de sentir.




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Partiendo de acá relatare los distintos puntos de vista de los personajes para que al finalizar poder retomar el punto de la protagonista mucho más fuerte.

Me ayudaría mucho cualquier comentario de forma constructiva para poder moldear bien la historia. Ya que esta es la primera que escribo y soy bastante inexperta. 

Desde ya, gracias por leer mi historia. <3

Otoño SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora