Día tras día el insomnio se iba apoderando del cuerpo de José, un hombre con varios años encima. Era el claro ejemplo de como la vida puede ir absorbiendo el jugo de la vigilia de una persona.
Totalmente demacrado se levantaba cada día para seguir con su rutina, con su día a día.Su día comenzaba como cualquier otro, con una alarma fastidiosa a las 8 am, sonando y sonando, causándole solamente el mal humor que seguramente momentos más tarde descargaría sobre la primera persona con la que se cruzase. Pero como siempre, opto por la mejor opción, posponer la alarma.
Horas más tarde levantándose todo somnoliento, sin ver a su alrededor y sin poder prevenirlo su pie va directamente hacia el regalo en forma de excremento que le dejo su mejor amigo, su perro Toby. Totalmente enfadado pega alaridos que fueron escuchados por todos los vecinos del piso en el edificio donde vive.
Después de todo el desastre que le causo tener que levantarse de la cama, José ya preparado para enfrentar la realidad otro día más, se fija la hora en el reloj que le heredo su difunto Padre.-Mierda! Ya es tarde...a esta hora ya debería estar en el taller.- toma un poco de jugo, agarra una tostada y se dirige hacia la puerta, se voltea.- Nos vemos Toby, pórtate bien! Y no rompas nada, más tarde tendré que limpiar tu desastre otra vez.
[Toby era su única compañía desde que su esposa lo dejo a causa de un trágico accidente en donde el y su esposa iban conduciendo por la ruta, un acalorado tema hizo que comenzaran a discutir mientras que su hija de 8 años se encontraba en el asiento de atrás llorando al ver a sus padres pelear.
En el calor de la discusión, su padre que iba conduciendo no vio la luz roja del semáforo y siguió conduciendo lo que dio como resultado una colisión entre dos autos donde su hija sufrió el mayor impacto y murió en el instante.
Ante la tragedia de haber perdido a su hija la pareja no pudo continuar con su relación ya que constantemente se culpaban uno al otro por el accidente.]José trabajaba de mecánico en el taller de Juan, un viejo amigo. Dicho taller se encontraba a cinco calles del Bar RedLloy, y como cada día José llegaba tarde.
-Lamento llegar tarde, la alarma no sonó! Sera la última vez, lo prometo...-Totalmente cansado inventa una excusa para poder salvarse de las advertencias de su Jefe.
-Siempre decís lo mismo! Sera la última vez...No volverá a pasar...Tuve un mal día...Mira, yo comprendo que tu vida se volvió más complicada desde que Sofia murió, pero tenes que seguir adelante! Cada día que llegas tarde se que es porque te quedaste en un Bar hasta tarde tratando de ahogar tus penas pero eso no te la devolverá! No hará que ella vuelva ni te quitara todo ese dolor y culpa con el que cargas.
José al escuchar las palabras de su amigo no pudo evitar comenzar a llorar y se desplomo en el piso. Ese accidente lo había cambiado, y la culpa lo destrozaba por dentro. Solo el alcohol lo hacia olvidar lo desdichado que era.
-Oye...oye...tranquilo. Lamento lo que dije pero no quiero perder a otro amigo. Sabes que siempre voy a estar para apoyarte. Mira, porque no mejor te tomas el día? Ve a descansar, medita un rato...come algo y mañana nos vemos.
-Bueno, esta bien. Mañana estaré a primera hora! No llegare tarde, lo prometo.- sin ánimos se levanta del piso y sale del taller.
Juan sabia a donde se dirigía pero no podía ir atrás de el, ayudaba a su amigo en lo que le sea posible. Por otro lado, José se dirigía al Bar RedLloy a beber cerveza para así borrar hasta sus más profundos pensamientos. Ya en el Bar pide una cerveza, luego otra y otra... y otra.
Al cabo de un par de horas decide tomar su última cerveza del día.
___________________________________________________________Después de 15 minutos divisa a la camarera venir, la cual torpemente deja caer el vaso de cerveza sobre el.
-Pero que mierda haces? Porque no te fijas lo que haces!?- enojado empieza a secarse la cerveza derramada en su ropa con un pañuelo que tenia guardado en el bolsillo de su camisa.
-Lo siento señor! Lo siento... enseguida le traigo otra. Cortesía de la casa!
La camarera se fue y antes de que le pudiera traer otra cerveza, José ya se había ido.
Todo empapado se dirige a su casa para darse un baño.Al salir de la ducha ve a su perro que lo mira fijamente, José ya entendía lo que el quería. Quería que lo llevase a pasear como todas las noches.
Tomo la correa del perro y ambos se disponen a caminar por las oscuras calles de la ciudad.
Al cabo de un par de cuadras, distraído en sus pensamiento escucha un grito proveniente de una chica, gira para todos lados buscando su origen, hasta que da con un callejón. A lo lejos ve a una sombra moviéndose y mientras que otras tres intentado contenerla la arrastraban aun más hacia la oscuridad.
No fue hasta que su mirada se cruzo con la de ella que comprendió todo. Ella necesitaba su ayuda!
Pensó en como ayudarla, pero el tenia sus propios problemas, y mezclando su egoísmo y temor evadió aquella escena, evitando así cualquier problema futuro, pues se sentía tan miserable que pensaba que si no pudo salvar a su hija, mucho menos podría salvar a la hija de alguien más.
Sentía lastima por ella pero no podía ayudarla, ella había buscado un rayo de esperanza en un ser totalmente consumido por la miseria .
Tristemente agacha la cabeza y sigue de largo.
-Soy un ser miserable...>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Hola, primero que nada, gracias por leer esta historia. Como verán este es mi primer proyecto, les agradecería que comenten que les parece la historia, si les gusto o no, si les parece que voy desarrollando bien la historia, narrandola, etc. Eso me ayudaría mucho para mejorar el curso que le estoy dando a esta obra. Y si les gusta lo que escribo estaría agradecida si me apoyan con sus votos así, de esa forma también me hacen saber que realmente les gusta. Desde ya, muchas gracias! <3
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Otoño Sangriento
RandomOlivia era una joven bella que solo quería ser amada por primera vez y creyó haber encontrado al chico adecuado, pero lamentablemente, no vivimos en un mundo regido por el amor y la bondad. Todos tarde o temprano somos corrompidos o victimizados. Y...