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¡¡Estoy a más de tres metros alejado del jodido suelo!!

Mire desesperadamente a cada lado intentando encontrar algún lugar donde fuera sencillo empezar el descenso, pero fue inútil, el edificio fue construido casi igual a una fortaleza, solo un vampiro conseguiría fugarse sin terminar con varios huesos rotos.

–Es una fea caída Arthit, solo si puedas lograr que te crezcan alas sobrevivirás a ella – tiene razón, no puedo simplemente lanzarme, independientemente de lo que allá pensado, aun no quiero morir.

Él continuaba sin inmutarse parado a pocos pasos de mí, sabía que no iba a saltar, por eso no hizo nada para detenerme. Baje del marco donde me había trepado lentamente manteniendo mi vista al piso, estoy enfadado y frustrado conmigo mismo.

–No estés triste Arthit, pronto disfrutaras tanto tu estadía aquí que no desearas marcharte nunca – Gun palmo mi hombro y hablo como si fuéramos amigos cercanos, dándome una sonrisa de consuelo.

No me reconforto ni un poco. Únicamente un loco sería feliz viviendo como el esclavo y bolsa de sangre andante de un vampiro.

Tock, tock, los tres dirigimos nuestra mirada al toque de la puerta donde había aparecido uno de los guardias anteriores, venía acompañado por Off, o mejor dicho el pobre Off era arrastrado por el tipo.

–Vaya, vaya, esto sí que es una sorpresa, no espere volver a verte de nuevo pequeño Off – Afirmo Gun repentinamente.

¿Gun conoce a P'Off? ¿Cómo es posible?

Note como los ojos de mi nuevo amigo brillaban al posarse sobre el chico bajito.

–Finalmente puede encontrarte, te eche de menos P'Gun – su tono de voz sonaba igual al de un marido que no ha visto a su amante en años, nostálgico. Por parte de Gun solo note una actitud indiferente, él no parecía tan conmovido, daba más la impresión de estar viendo a un niño brincando de felicidad por haber encontrado un juguete perdido.

Y fue entonces cuando P'Off prácticamente grito – ¡Yo todavía planeo casarme contigo P'Gun! – ¡¡Santa mierda!! ¿A P'Off le gusta el enano? Me había quedado literalmente aturdido, el hombre de ojos rasgados propuso matrimonio sin tener anillo, vistiendo nada más que una camisa con bóxer y para cerrar con broche de oro el elegido fue alguien de su mismo sexo y además un vampiro.

¿Acaso estoy dentro de una obra de teatro?

–Creo que deberíamos darles algo de privacidad a estos dos – el firme pecho tonificado de Kong se pegó sin advertencia alguna a mí espalda, mientras sus manos se apoyaban en mis hombros, fue sumamente agradable sentir su cálido aliento rosando el lóbulo de mi oreja ¡Perfecto aquí venían nuevamente mis pensamientos raros! No deseaba obedecer las órdenes que vinieran de su parte, pero tampoco quería quedarme a ver como se desarrollaba la extraña historia que se traían Off y Gun.

Kong cerró la puerta de la alcoba discretamente comenzando a caminar junto a mí por el pasillo, este se encontraba adornado por todo tipo de retratos de procedencia claramente antigua, entre los que note uno donde se encontraban Kao, Gun y el mismo Kong, una alfombra color beis oscuro cubría el amplio piso y tal como sospeche candelabros llenos de velas eran los que iluminaban todo, o por lo menos la parte que vi.

Nos detuvimos frente a una puerta color rojo que quedaba al final del pasillo, Kong saco una llave del bolsillo del apretado pantalón que marcaba sus caderas, deslizándola por el llavín abrió dando paso a una habitación más simple que la de Gun, pero a mí impresión, mucho mejor.

Una alfombra blanca cubría el piso y al igual que el cuarto donde estuve antes este traía un escritorio y para mí sorpresa una silla giratoria, cortinas color marrón adornada la única ventana del lugar, la cama era ancha con grandes almohadas, cada una del mismo tono que las cortinas, no lo negare esto se veía cien mil veces mejor que mi modesto apartamento.

Locuras durante la Noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora