13.

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Perdóname, por favor.
—Alex.

Había que comenzar a hablar, de que aquel día Marco era el que tenía el rostro ensombresido y oculto entre sus brazos.
Alex, era ahora la que se encontraba totalmente apenada, como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Marco estaba más que enojado, muy triste.
El día anterior, cuando estaba apunto de verse con ella, luego de días del accidente de la pintura rosa, ella le dejó plantado.
Por qué estaba con don perfecto come popó, y ¡Se habían besado!
Ante el recuerdo las mejillas de Marco enrojecieron del enojo.
Ése tonto lo estaba logrando.
Sin embargo, Marco no se quedó a verlo todo.
Se fue por qué en ese justo momento su pecho había comenzado a ser y doler.
Él la quería.
Y no se dió cuenta de que ella lo rechazó, por qué ciertamente se sentía muy confundida.

— No deseo hablar hoy.— sentenció Marco, mientras tomaba sus cosas y se ponía de pie.

Alex lo observó un tanto cohibida mientras una expresión afligida posaba en su rostro.

— ok...— fue lo único que atajó a decir.

¿Cuándo le volvería a hablar?

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