Almas Descenlazadas | #2 | Juliet

Capitulo 38

-Se que has tenido pesadillas las últimas noches..-dice apretando mi mano suavemente-Se que despiertas varias veces, lo que sentido..-

-Yo..-Digo dudoso de si debia contarle o no. Estabamos a solo dias de nuestro casamiento y no queria que un miedo que provenia de mi interior pueda arruinar algo.

-Confía en mi-Dice, regalandome una de esas sonrisas que me vuelve loco.

-He soñado contigo y el secuestro-Digo finalmente apartando mi mirada de aquellos ojos que me observaban con mucha atención.-Tambien he soñado en que todo esto es un sueño y que despierto sin ti..realmente he intentado evitarlo pero siempre aparecen.

-Es porque no lo has hablado..es un miedo que esta guardado en tu mente y como no lo has sacado, aparece en tus sueños-Dice de tranquila y dulce.-Mírame-Dice soltando mis manos y posandolas sobre mi cara obligandome a mirarlas.-Se que fue un momento muy traumatico para todos y que jamas lo olvidaremos, pero estoy aqui, estoy junto a ti y no volvere a alejarme de ti; no otra vez. Quiero que confies en mi y que al despertar de aquella oscuridad, me busques para aliviar lo que estes sintiendo-

-No queria molestarte con mis preocupaciones, en una semana nos casaremos y no queria hablar de eso...no tenia sentido-Digo un poco molesto, aunque sono mas a un berrinche que haria un niño pequeño.

-Eres la persona con quien pasare toda mi vida Malcom, y tus problemas junto a tus preocupaciones tambien me pertenecen...prometeme que hablaras conmigo-Dice dandome una caricia para luego darme un tierno y reconfortable abrazo.

-Lo siento...prometo que te dire todo-Digo abrazandola con mas fuerza. Me sentia bien, hablarlo habia servido de algo despues de todo.

•Una semana despues•

Los rayos del sol pasaban por aquella ventana que pertenia a mi antiguo cuarto, en donde comenzo mi vida en esta ciudad y convivi por primera vez con Malcom. Recuerdo que no habia sido un gran comienzo y que apenas salia de aqui, pero quien diría que eso ayudaria para poder acercarnos más y ser quienes somos ahora.
Hoy me casaré con él, la persona de quien he estado enamorada desde la preparatoria, esa persona con quien el destino me ponia demasiados obstaculos; hasta que esos problemas terminaron y pudimos estar juntos.
Hemos pasado por mucho, solos y juntos, pudimos atravesar todo y seguramente aparezcan más; pero despues de pasar cada obstaculo, nuestro amor se hacia cada vez más fuerte, haciendonos aprender y crecer para ser mejor.
Si me preguntaran que cambiaria de mi vida, estoy segura de que no cambiaria algo. Mi vida no ha sido la mas feliz pero tampoco la mas triste; me han pasado cosas como a cualquier otra persona y todo eso me ha formado quien soy hoy.

-¡Valery, es hora!-Mi madre gritaba desde el piso de abajo; me hizo sonreir al recordar como me habia encerrado en esta habitación el dia de ayer, ya que "Ver a la novia era de mala suerte", obligandome a pasar la noche aqui y a Malcom en el departamento; el cual ha estado listo desde hace unos días.
Comence a bajar las escaleras para poder desayunar, encontrandome con muchas cosas en la puerta. Eran los vestidos, maquillajes, zapatos y más.
En unas horas debíamos abandonar la casa para emprender camino al salon, donde me prepararia para ir a la iglesia.
El día habia llegado.

-Buenos días, tenemos una hora para desayunar, asique aprovechemos-Dice mi madre, quien estaba muy sonriente. -¿Aun no te arrepientes?-

-¡Mamá!-Digo con sorpresa y una gran sonrisa.

-¡¿Qué?! Solo preguntaba..tengo el plan de escape en caso de que empieces a dudar-Dice divertida mientras llevaba su tostada a la boca.

Mientras escuchaba su gran plan de escape, terminabamos el desayuno junto a risas y risas. Aunque he estado viviendo lejos de mi madre por mucho tiempo, sentía que estaba en otra etapa y que me estaba alejando de ella otra vez.

-Sabes que estoy orgullosa de ti, ¿Verdad?-Dice de la nada, llamando mi atención-Eres mi unica hija y siempre he admirado todo lo que has logrado y el saber que estaras junto a una perdosa que te ama con locura, me da mucha felicidad-Sus ojos se estaban llenando de agua-Nunca me importo que él sea tu hermanastro y jamás va a importarme, porque ustedes dos estaban destinados a estar juntos-Hace una pausa-Sus almas estaban destinadas a enlazarse-

-Me haras llorar mamá-Digo tomando su mano, la cual reposaba encima de la mesa.

-Solo queria que lo supieras...-Dice regalandome una hermosa sonrisa a la vez que una lagrima se hace presente en su mejilla.-Es hora de irnos, vámonos-

Y asi empezo mi día, sabía que este seria un dia lleno de emociones y estaba lista para enfrentarlo.

En aquel lugar, comenzaron a prepararme para mi gran dia, un peinado hermoso pero sencillo, al igual que el maquillaje. Por último, el vestido. Era mi vestido soñado desde que era niña, hombros descubiertos, ni tan chato ni tan voluminoso, sino que contenia las capas de tul perfectas y un consert de encaje muy delicado.

Solo podia verme al espejo y los nervios comenzaban a aparecer.

-¿Ya quieres escapar?-Dice mi madre en mi espalda.-Aun no es tarde-

-Mamá, ya basta-Dije entre risas. Gracias a ella no estaba huyendo de esto.

-Tu padre estaria orgulloso de ti, hija-Dice mi madre, provando que mi mirada cambie a una de tristeza. No habia pensado en él, ya que sabía la tristeza que iba a invadirme al saber que él no estaba en este dia tan especial.-Sonríe, él quiere eso-

Solo pude sonreir.