Almas Descenlazadas | #2 | Juliet

Capitulo 4

Ya había pasado una hora desde que entró por esa puerta, no he podido dejar de mirarla y de pensar en lo hermosa que se ve con ese vestido blanco pegado a su figura y largo hasta sus pies; se veía como todas las personas bajo este techo menos los encargados de nuestra empresa; se veía la diferencia de poder de las empresas, en si: nos estaban haciendo un favor para crecer.

De vez en cuando nuestras miradas se cruzaron, obligándome a que desvié mi mirada hacia otro lado. Lia estaba conmigo, no me había dejado en ningún momento, hasta trajo a sus compañeros a donde yo estaba para disimular un poco. ¿Se pensará que estoy con ella?.

Cuando deseo volver a verla, no la encuentro, se había esfumado como por arte de magia, no podía encontrarla ¿Se fue? 

Algo había hecho mal, aunque no estaba en mis planes acercarme, solo quería verla e intentar descifrar lo que pasaba por su mente en cada minuto. ¿Estará bien? ¿Cuánto me odiará?

Frustrado, me dirijo hacia mi oficina, tal vez ahí podría estar más tranquilo y desaparecer unos minutos para luego poder irme sin que nadie me vea; Lia tiene mi discurso por lo que puedo irme sin problema alguno, confío en ella, se que lo hará bien.

-No esperaba volver a verte tan pronto- Su voz me congelo por completo, estaba aquí, sentada en mi oficina. ¿Cómo sabía que era la mía?. Estaba todo oscuro, pero podía verla sin problema con la luz de la luna y las luces de afuera.

-Yo tampoco..si lo hubiera sabido, no estoy seguro de que haya asistido-Es la verdad, si antes me hubieran avisado que ella estaría aquí, no estoy seguro de que vendría; por más ganas de abrazarla y de ver si esta bien, no quería lastimarla; hubiera mandado a Lia para que la vigilase; o no lo se. Solo sé que ella esta aquí, bajo el mismo techo y enfrente de mi.

-¿Por qué? ¿No puedes ni verme después de lo que paso esa noche?-su rostro es frío y sus palabras son muy duras.

-Si puedo, y esa noche no es lo que tú piensas; la única razón por la que no vendría, es para que no tengas que verme y no lastimarte más de lo que ya lo he hecho-

El silencio dominó la oficina por completo, en donde solo nos encontrábamos ella y yo mirándonos.

-Me encantaría que me dejaras explicarte lo que pasó; que me dejes sacarme esta culpa que llevo desde esa noche.-mi voz se estaba cortando.-Te perdí y se que nunca voy a poder recuperar lo que siempre quise-

-No hables..no puedo escucharte-apenas podía escucharla-No tienes ni idea..de nada-

-Espero que algún día puedas escucharme, pero nunca olvides de que te amo-

Al decir esto, ella solo se marchó sin mirarme antes. Estaba rota, lo sabía; y no estaba seguro de poder arreglarlo.

Solo subí a mi auto, alejándome de este evento para llegar a mi departamento e intentar dormir; pero sabía que eso no iba a ser posible esta noche; no después de verla.

Las mil y un vueltas llevaba haciendo en mi cama, sin poder dormir completamente. Era un sueño de solo unos 30 minutos el cual me despertaba como si no estuviera durmiendo realmente, ¿Sueño sensible?. Iba a ser una noche muy larga, pero por suerte, era domingo y no necesitaba levantarme temprano ni nada parecido. Tal vez, si seguía intentando, podía dormir en algún momento; o eso esperaba,

-Valery..-