¿¡Por Qué Me Odias!? ||Njord Snio Y Tú|| Inazuma Eleven Go||

Capítulo XVIII

—Es un gran cambio, de pasar de ser defensa a centro campista ofensivo –dijo la chica mientras caminaba entre Austin y Kendal.

—Relájate _____, lo harás de maravilla, he visto como has jugado en la ofensiva y ha estado bien, al igual que ese chut –dijo Austin mientras la miraba con una sonrisa.

—Pero es un gran cambio, yo me acostumbre a defender, no ha atacar –se quejó la chica.

—Yo te ayudare _____, no te preocupes –dijo Austin mientras la abraza por los hombros y la atraía hacia él.

—Yo también estoy para ayudar —dijo Kendal abrazando también a la chica por los hombros.

—Vale, muchas gracias chicos —dijo mientras miraba a los chicos con una sonrisa alegre, ellos estarían ahí para lo que fuera.

Al llegar al cruce donde se tenían que separar la chica dio un abrazo a cada uno y se fue a su casa corriendo, tenía que darse prisa o su madre le echaría la bronca.

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—¿Se puede saber dónde estaba señorita? —dijo la madre de la chica al verla intentando ir a su habitación disimuladamente.

—Lo siento mama, es que he estado con los miembros del club de futbol hablando de un par de cosas, incluyendo que no jugaría más —le explico la castaña clara.

—Ya veo, ya sabes lo que me prometiste ¿No? —dijo la madre cruzándose de brazos.

—Sí, y hablando de eso te quiero preguntar una cosa —se acercó a su madre y la miro a los ojos —¿Puedo ser gerente del equipo de fútbol?

La mujer rubia lo pensó unos momentos ¿Era buena idea que su hija al menos fuera gerente? Suspiro y la miro, ya que no podía jugar, al menos que estuviera cerca —Esta bien, puedes ser gerente.

La chica se puso muy feliz —Gracias mama —la abrazo y se fue a su habitación rápidamente a darse una ducha.

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Ya era fin de semana y los chicos estaban entrenando tranquilamente y _____ estaba entrenando con Austin, Kendal y Frank. Los habían separado del grupo para que _____ pudiera entrenar con ellos su nueva posición, dos defensas y Austin la ayudaría para la ofensiva.

Austin le paso el balón a _____ y la comenzó a observarla, querían ver si sería capaz de regatear a los defensas y tirar bien a puerta. La chica logro regatear a Kendal y Frank, pero al tirar a puerta le dio al larguero y estuvieron así bastante tiempo hasta que llego a poder regatear y marcar y así varias veces.

—¡Chicos venid aquí! —llamo el entrenador Soundtown a sus jugadores y ellos fueron al instante —bien, chicos os quería informar que dentro de un mes habrá un torneo con unos institutos que han sido elegidos, obviamente, uno de los institutos es el nuestro, así que vuestros padres tendrán que firmar una autorización para que vayáis a Tokio para jugar el partido.

—¿¡Vamos a ir a Tokio!? —pregunto Naiade Mazu super feliz, quería conocer Tokio al igual que sus hermanas.

—Sí Naiade, pero tenéis que traer estas autorizaciones firmadas por vuestro tutor legal —dijo mientras les daba unos papeles a cada jugador —las quiero todas firmadas para mañana ¿Entendido? —todos dieron una respuesta positiva y ya se fueron a sus casas.

La castaña claro estaba sola mirando aquellos papeles, no sabía si su madre la dejaría ir a Tokio, la verdad es que a ella le daba ilusión ir a Tokio y de paso si habría suerte podría estar allí el equipo del Alpino, se le echaba de menos, aunque con el que tuvo más relación fue Njord, pero Iggie Loo le caía bastante bien para haber hablado poco con él. Ya tenía pensado lo que iba a hacer al llegar a casa, lo primero obviamente enseñarle la autorización a su madre y luego iba a llamar a Njord, que la llamo el día anterior para hablar como unos 5 minutos y se tuvo que ir.

Llego a su casa y fue a la habitación de su madre, la cual estaba leyendo tranquilamente —Mama —la llamo desde la puerta la chica y esta se giró a verla y la chica se acercó a la mujer extendiéndole la autorización —dentro de un mes se celebrará un torneo futbol en Tokio y yo al ser una de las gerentes puedo ir ¿Me dejas? —le pregunto esperanzada de que la respuesta de su madre fuera positiva.

La mujer de ojos verdes miro a los papeles y luego a su hija, cogió un bolígrafo, firmo los papeles y se los devolvió —Claro que puedes ir, se ve que te hace ilusión ir, así que adelante —le sonrió la mujer rubia revolviendo el pelo castaño claro de su hija.

—Gracias mama —dijo la chica y abrazo a su madre, le alegro ver que su madre aceptaba que fuera a Tokio y más sabiendo que era por un torneo de fútbol —bueno iré a mi habitación a hablar con un amigo —dijo refiriéndose a Njord y subió a su cuarto corriendo y llamo a Njord mientras dejaba los papeles en el escritorio y la mochila a un lado.

—Diga —contesto el chico con la respiración algo agitada, esto se debida a que el chico estaba entrenando.

—Hola Njord —saludo alegremente la chica —. Oye ¿Qué pasa? Te noto algo agitado.

—Oh _____, hola, y si estoy algo agitado solo porque estaba entrenando –dijo Njord mientras se sentaba la nieve y miraba hacia aquella zona donde estaba entrenando y entreno a solas con la chica que estaba hablando.

—¿El entrenador Frost no te reñirá por estar con el móvil en medio del entrenamiento? —le pregunto la chica, no quería que le echaran la bronca por su culpa.

—Tranquila, estoy en el lugar donde te lleve a entrenar cuando el entrenador Frost nos separó de los demás para entrenar —dijo con una sonrisa al notar la preocupación de la chica.

—Ah vale, menos mal —dijo aliviada la chica —. Oye Njord ¿El Alpino ira al torneo que se celebra en Tokio?

—Sí y tengo entendido que el Mary Times jugara también, pero ¿Tú jugaras o iras al menos? —pregunto Njord con un leve sonrojo, si le pregunta le iba a dar vergüenza admitir que la quería ver.

—Sí, nos veremos en Tokio, la verdad es que te echo de menos... —se dio cuenta de lo que dijo y lo intento corregir —Quiero decir que te echo de menos a ti al igual que a los demás del equipo —dijo muy nerviosa con un gran sonrojo.

Njord soltó una leve risa, algo que sorprendió a la castaña ya que no era muy común oírlo reír —Aquí también se te echa de menos, esperamos verte allí lo antes posible —dijo con una sonrisa con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Sí, oye Njord me tengo que ir, mi madre me está llamando, nos vemos en el torneo —dijo y colgó dejando a Njord con las palabras en la boca, no era capaz de decirle lo que verdaderamente lo que sentía, le daba mucha vergüenza.