¿¡Por Qué Me Odias!? ||Njord Snio Y Tú|| Inazuma Eleven Go||

Capítulo XI

La alarma de su habitación no paraba de sonar, el padre entro a la habitación de su hija y la vio durmiendo en el suelo apoyada en una caja, había comenzado a empaquetar todo ayer. Puso su mano en el hombro de la chica y la meneo levemente para que despertara. –_____ despierta, hoy es tu último día de clase en el Alpino.

La de ojos verdes fue abriendo los ojos poco a poco, se sentó recta estirándose un poco –Buenos días –dijo medio dormida y se levantó del suelo –. Iré a ducharme –dijo y fue hacia el baño.

Se dio una ducha rápida, se puso su uniforme, se peinó un poco y cogió su mochila y bajo las escaleras para ir al comedor. Estaba un poco decaída, iba a dejar a su padre aquí solo después de lo que hizo por ella, la defendió muchas veces de su madre y decidió divorciarse para tener la custodia de ella y que esa señora ya no le hiciera daño nunca más, y después de todo eso iba a volver con ella, dejando algo que ella ama y a su padre. Todo por culpa de Njord que le dijo que era mala jugando al fútbol, eso fue la gota que colmó el vaso, todo su vida los niños le estuvieron diciendo cosas de que era mala jugando al fútbol y que debería dejarlo, así que al final lo han conseguido, han conseguido que deje el fútbol para siempre.

—Aquí tienes pequeña –dijo su padre mientras le ponía el plato con el desayuno en la mesa –que aproveche.

La chica sonrió levemente y comenzó a comer. Algunas veces miraba a su padre de reojo, no quería que se quedara aquí solo.

—Papa –comenzó la chica a hablar ganándose la atención de su padre –no quiero que te quedes aquí solo ¿Por qué no vuelves a Okinawa conmigo? –dijo esperanzada de que la respuesta de él fuera positiva.

—Lo siento hija, pero yo ahora tengo un trabajo estable aquí y no puedo estar cambiando todo el rato, pero iré a verte siempre en vacaciones, tenlo por seguro –dijo mientras acariciaba la mejilla de su hija y la abrazaba. La chica correspondió al abrazo ocultando la cara en el pecho de su padre mientras soltaba algunas lágrimas --. Ey anímate, hoy me he cogido el día libre para estar contigo cuando salgas del instituto, así que aprovechemos –dijo mientras le limpiaba las lágrimas.

—Está bien –dijo separándose del abrazo, limpiándose las ultimas lagrimas que habían caído y siguió desayunando.

Al acabar lavaron todo, Dennis llevo a su hija en coche al instituto, al llegar _____ se despidió de su padre y se fue al campo de fútbol a informar al entrenador Frost, porque al director no hacía falta, su padre llamo ayer y ya lo sabe. La chica llego al campo de fútbol y vio a todos entrenando, eso incluía a Njord, la chica paso por delante de ellos y fue con Shawn.

—Entrenador Frost –le llamo la castaña clara y este la miro.

—Hola _____ ¿Qué paso ayer que no viniste? Me preocupe al no verte por aquí –dijo Shawn prestándole toda su atención a ella, sin darse cuenta de que los miembros del equipo habían parado de entrenar para mirarlos a ellos dos.

—No me encontraba bien así que decidí quedarme en casa –le explico con un tono de voz bastante bajo debido a que no estaba bien –. Bueno yo en realidad venía a comentarle que me iré del instituto Alpino, volveré a Okinawa y dejare de jugar el fútbol para siempre –todos los del equipo consiguieron oír un poco de la conversación y se quedaron sorprendidos "¿En serio _____ dejara el equipo?" Esa era la única pregunta que pasaba por la cabeza de los del equipo, excepto en la de Njord, pensaba que era culpa de él por lo que le dijo el día anterior, pero la chica había exagerado las cosas al máximo.

—¿Como que vas a dejar el fútbol? Puedo entender que quieras volver a Okinawa porque es el sitio en el que naciste y te criaste, pero no puedes dejar el fútbol, eres una gran jugadora ¿Estas segura de que lo quieres dejar? –dijo serio mientras ponía sus manos en los hombros de la chica.

—Sí, estoy segura, es la decisión que he escogido –dijo mirando a Shawn seria, nadie la iba a hacer cambiar de decisión y eso se veía en su mirada.

—Bueno es tu decisión, pero ¿Puedo saber por qué quieres dejar el fútbol?

La chica miro de reojo a Njord y respondió; —Larga historia y prefiero no contarla –dijo mientras miraba al suelo –. Bueno yo voy a clase ya, nos vemos –dijo y se fue del campo de fútbol.

Shawn miro a los del equipo y vio que no estaban haciendo nada, dio unas palmadas –Como sé que ya habéis escuchado todo no hace falta de que os informe de que _____ se va del instituto, así que seguid entrenando –los chicos asintieron y siguieron entrenando.

La chica llego a su clase y vio a Jack en su sitio leyendo, se acercó y le toco el hombro —Hola _____ —dijo con una sonrisa, pero al ver la cara de tristeza de la chica, se le borro –¿Que pasa _____? –dijo mientras dejaba el libro en el pupitre.

La chica lo abrazo rápidamente —Me iré mañana a Okinawa –dijo abrazándole muy fuerte.

—¿¡Como que te iras a Okinawa!? –se separó un poco de ella para mirarla a la cara –¿Tu padre ha decidido volver con tu madre o algo?

—No, no es eso, he decidido volver yo a Okinawa, así que este es mi último día aquí –dijo sentándose a su lado mientras miraba al suelo.

—Pero ¿Por qué? No tiene ningún sentido –dijo mientras hacía que la chica lo mirara.

—¿Te acuerdas de cuando estábamos en Okinawa y los chicos me decían que dejara el fútbol porque era mala jugando? –el chico asintió –. Pues ayer alguien me dijo que era una mala jugadora, así que he decidido volver con mi madre y dejar el fútbol.

—Ya te lo dije cuando paso cuando yo estaba contigo, ignora a la gente que te diga eso, porque es mentira, tú eres una gran jugador y es la verdad –dijo mientras la cogía de las mano, mirándola a los ojos.

—De tanta gente que lo dice pues ya me lo creo –dijo con tristeza –además la decisión ya está tomada, me iré mañana a primera hora.

—Para una amiga que consigo aquí y se va –dijo triste y la abrazo –espero que nos veamos más veces después de que te vayas.

—Dame un trozo de papel –el chico la miro confundido pero le dio el trozo de papel, donde la chica apunto su número de teléfono –así podremos hablar y saber cómo vamos cada uno.

—Sí, es buena idea, pero igualmente te echare de menos –dijo guardándose el trozo de papel con el número de teléfono.

—Y yo a ti –dijo y siguieron hablando hasta que las clases comenzaron.