Día 17

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Hoy subo solo un capítulo porque ayer subí dos.

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Hace unos años, ya muchos, construyeron edificios a nos cuantos minutos del campus. Eran muy altos, se suponía que serían la nueva residencia de muchos universitarios, pero eso no pasó y quedaron desolados... Aunque sirvieron para algo

FLASHBACK:

Me dirigí a las canchas del campus, ya estaba atardeciendo, quería encontrar a la ojiverde y estaba ahí, recostada en el cesped, viendo el cielo. 

-¿Qué haces ahí? - pregunté

-Si vienes te mostraré - respondió sin moverse

Me acerqué hasta quedar a su lado, sonrió y comenzó a hablar.

 - Sé que es estúpido e imposible, pero a veces solo quiero tocar el cielo. Cada vez que lo veo me siento pequeña, trato de asimilar que nunca voy a estar cerca, ni un poco al menos. ¿Qué es lo que lo hace tan mágico? Al menos yo me pierdo cada vez que lo observo... - decía mientras lo observaba - y las estrellas, Camilla las estrellas lo son todo. 

Nos quedamos en silencio por un momento, ella admiraba el cielo con sus  nubes, y yo admiraba su rostro y su alma.

Se me ocurrió un idea al instante, si ella quería llegar al cielo, yo la llevaría o al menos lo intentaría.

-Ven conmigo Lauren - dije

- Está bien - respondió sin preguntar nada más y regalándome una sonrisa.

Caminamos por algunos minutos, cuando llegamos ya estaba anocheciendo. Eran al menos cinco edificios, el de en medio era el más alto. Ese era el objetivo.

-Por aquí - la guié por una de las puertas traseras, encendí la linterna de mi celular para poder llegar a salvo.

Todo estaba lleno de polvo y algunas paredes estaban pintadas, no perdimos mucho tiempo y nos dirigimos a las escaleras. Quince pisos arriba, teníamos que llegar al último y lo hicimos.

Empujé la puerta, que al parecer estaba trabada, cuando ésta se abrió, el lado más hermoso del cielo se presentaba ante nuestros ojos. Las estrellas brillaban más que nunca, la luna estaba en lo alto, su luz cubría todo el lugar. Dejé mi teléfono a un lado y me giré a observarla, se veía preciosa, y no podía apartar la mirada del cielo nocturno. 

-Es hermoso - logró articular, avanzó unos pasos y corrió.

-¡Lauren! - grité al ver que se dirigía hacia la baranda, pero ella solo llegó ahí y se detuvo. 

-¡Tienes que verlo Camila! - gritó y yo corrí a su lado.

Cuando llegué entendí de lo que hablaba, todo era tan pequeño desde ahí, y la luz llegaba a todas partes. Una suave brisa cálida hacía bailar su cabello, el clima era perfecto, el lugar lo era también, sin embargo, lo más perfecto ahí, era ella.

-Gracias - susurró - esto es increíble, es lo más cerca que estoy de poder tocarlo. - estiró su mano y luego la bajó lentamente. - A veces, estamos muy seguros de algo - empezó a hablar, no entendí a que se refería - luego simplemente ya no. Es irónica... quiero decir, la vida es irónica. Las personas que tienen ganas de vivir, no tiene la oportunidad de hacerlo - decía con algo de enojo - ¿Cuanto tiempo crees que dure esto? - cambiar de tema era algo muy común en ella.

-¿De qué hablas? - pregunté confundida, pero ella solo sonrió y continuo viendo las estrellas.

- La señora Clara me leía historias, ella decía que el mismo brillo de la luna yo lo traía en el alma. Pero, que pocas personas sabían apreciarlo realmente, ella pensaba que yo merecía amar de forma especial y duradera, y que alguien se enamoraría de mí y no me dejaría ir nunca. Estaría decepcionada al saber que ninguna de las opciones será posible.

Yo la amaría, yo vería su luz y estaría siempre con ella. Quería decirle que estaba ahí, que era quien estaba buscando y que no iba dejarla ir, pero no dije nada, porque no parecía correcto hacerlo, lo único correcto era callar y observarla, admirar sus rasgos y su alma, amarla en silencio y gritar con la mirada. 

Nos quedamos viendo el cielo, viendo las estrellas y la ciudad a nuestros pies. Giré hacía ella, al verla supe que no había marcha atrás, yo me había enamorado, ella se había convertido en mi luna y  yo le regalaría cada una de las estrellas para que fuera feliz.

Cuando era algo tarde decidimos volver.


Cometí el error de no notar los detalles, no podría culparla; ella siempre me lo dijo, lo dijo entre líneas, líneas que no supe leer. 

Pero al menos la tengo, cada noche con su brillo desde el cielo, de esa forma siempre estaría conmigo, tal como lo prometió.



The WIND girl (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora