Día 70

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Creo que ya debo contar el otro lado de la historia, aunque esperaré nos capítulos más. 

Espero que les guste.

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Hoy es un día lluvioso, esto siempre me recuerda dos situaciones. La primera, es el maravilloso sabor de la lluvia junto a los labios de la ojiverde; y la segunda el sabor salado de la mezcla entre lágrimas y lluvia. Voy a contarles el primero...

FLASHBACK:

Lauren tomó mi mano y empezamos a correr a toda velocidad, la lluvia se incrementaba cada vez más. Lo único que yo podía sentir era la electricidad atravesando mi cuerpo entero. Eso sucedía cada que me tocaba y con el tiempo solo se hacía más presente y eso me encantaba.

Mientras corríamos, vi su cabello moverse con el viento, vi su sonrisa al girar a verme, vi sus ojos llenos de luz y vi su alma, ella era feliz mientras corríamos, ella era feliz conmigo.

Solo las pequeñas cosas la hacían sonreír sinceramente.

Pensé en que tal vez este era el momento correcto o tal vez no lo era, pero tenía que intentarlo o nunca lo sabría. La frené en medio de la calle, se veía confundida al girar, quería preguntar algo, pero no la dejé terminar cuando estaba acercándome, todo se veía en cámara lenta. Quité el cabello mojado de su rostro y le sonreí, ella me sonrío de vuelta. Sentía las mariposas crecer en mi estómago, me sentía como una niña en su primer beso, pero es que lo era, con Lauren todo era tan mágico como la primera vez.

Tomé sus labios suavemente, no me alejó, me abrazó por la cintura.

El beso era cálido, tranquilo, transmitía seguridad pero a la vez miedo, esperanza pero a la vez un final, amor pero profundo dolor, no importaba cuanto hiciera, ella vivía con sufrimiento. Me dolía ver la carga del pasado en sus ojos, ojalá pudiera hacer algo para curarla y ojalá ella pudiera decirme lo que la atormentaba.

Esperaba de corazón que entendiera lo mucho que la amaba con ese beso. Nos separamos unos instantes y chocamos nuestras frentes.

-Laur...- negó rápidamente.

-Ahora no es el momento Camz – sonrió – ahora solo somos la simple Lauren besando a la muy simple Camila – susurró y cerró los ojos, la imité al instante.

No era el momento de decirle nada, solo era momento de amarla con una mirada, sostenerla con un abrazo y besarla con el alma. Con gusto esperaría el resto de mi vida, con gusta esperaría por ella.

Ojala ese fuera el único recuerdo bajo la lluvia, pero a veces el destino es injusto y en el mundo hay pocos momentos buenos. 

The WIND girl (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora