Casi primitivo. 🔞

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𝒩𝑜𝓉𝒶 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝒶𝓊𝓉𝑜𝓇𝒶: 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎 𝚕𝚎𝚗𝚐𝚞𝚊𝚓𝚎 𝚜𝚎𝚡𝚞𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚎𝚡𝚙𝚕í𝚌𝚒𝚝𝚘.



"What did you give me to make my heart beat out my chest?"


Una sonrisa y un rubor natural en sus mejillas, era lo que acompañaban a Hinata, quien estaba de pie ante él. Con solo mirar arriba, podía apreciarla junto con el amor que se filtraba por su mirada; ese que alimentaba todo su ser y que, desde hace años, le aseguraba que el destino sí podía cambiarse, que ya no debía seguir creyendo que el suyo estaba sellado sin posibilidad de liberarse de él. Hinata le había hecho creer de nuevo en un destino donde ambos podían elegir libremente el rumbo de su vida, con la ventaja de poder hacerlo juntos. Siempre juntos, así es como Neji lo deseaba.

Con las manos tomadas él la atrajo hacia su cuerpo sentado y Hinata acomodó sus muslos a cada lado de las suyas sentándose frente a frente a él, como hacia un momento en su futón. Mientras ella se acomodaba sobre él, la tomaba de su cintura para asegurarla y así estaban cerca uno del otro. Ella apoyó cada mano a la altura de sus hombros para acomodarse y así apoyarse con su cuerpo.

Sin haber absolutamente nada de tela entre ellos, pudieron sentir como sus entrepiernas se rozaban, expuestas a la sensibilidad de sus zonas erógenas. Una vez que hubo el contacto de piel contra piel, algunas de sus heridas resintieron con una molestia, pero él las ignoro por completo, nada iba a impedir que disfrutaran de ese momento.

Con un pequeño círculo trazado con sus caderas, Hinata se estimuló ligeramente con la erección de Neji, y la sensación que experimentó fue tan placentera que cerró los ojos por un momento y dejó caer su cabeza hacia atrás un poco sintiendo un calor en sus mejillas sabiendo que estas se estaban tornando rosadas en ese momento. Y luego lo hizo de nuevo, se movió en torno a él, sólo que está vez ejerció más presión para poder tener un roce más directo.

Con un resoplido saliendo de sus labios, Neji supo que Hinata había empezado la diversión para ella; y si él podía ayudarla en algo, para que disfrutara lo más posible, lo haría sin dudarlo.

Subió una de sus manos desde su cintura hasta el cuello, pasando debajo de su cabello que se encontraba húmedo y pegado a su piel y ahuecando su mano en la nuca, la atrajo hacia abajo a sus labios para besarla apasionadamente mientras también sentía una estimulación leve pero constante con los roces que Hinata hacia allá abajo, donde ni siquiera el agua estaba tan caliente como la piel expuesta de ambos al placer. El beso se alargó tanto como ellos quisieron, sólo se detenían cada par de minutos a recuperar aire o verse un momento a los ojos para expresar con miradas lo que las palabras no podían.

Con los pezones de Hinata presionados sobre su pecho y sus caderas todavía haciendo círculos sobre su erección, Neji quiso más. Así que soltó por un momento su agarre en el cuello para mover su mano entre sus cuerpos y poder jugar con los hinchados pezones de ella. Dirigió su mano desde su estómago hasta su cuello, donde bajó de nuevo a uno de sus pezones. Estaban húmedos por la calidez de la habitación, pero el frío de la noche lograba filtrarse y hacer que se endurecieran lo suficiente como para ser notados. Con sus dedos jugó un poco con ellos y luego subió su otra mano para hacer lo mismo con el otro. El cabello de Hinata estaba pegado también a su pecho, y algunos mechones se habían quedado entre sus senos, y otros los rodeaban haciéndolos ver como una invitación tan tentativa que no podría negarse a estimularlos por nada del mundo.

Seguía el juego de estimulación, mientras Hinata trazaba cirulos alrededor de Neji, él levantaba sus caderas para intensificar aún más el roce o se concentraba en atender a sus pezones sin llegar a lastimarla.

Esa NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora