CAPITULO TRES
La casa de Nathaniel era muy grande, mas grande que su antigua casa donde había nacido, miro por todos los rincones y era imposible ver toda esa mansión en un solo día, tenía dos alas mas una donde Nataniel hacia a veces reuniones y la otra donde convivía. Zahida vio un gran jardín fuera con una piscina y un Jacuzzi a lado, tenía muchas flores y a la vista era hermoso, sonrió abrieron la puerta de cristal que daba al jardín y se quito los zapatos, piso el césped mojado y cerró los ojos notando su humedad. Se acordó cuando en su antigua casa había un jardín parecido, donde solía leer y estar a veces tomando el sol, abrió los ojos mirando hacia todos lados del jardín y se acerco a la piscina, miro la profundidad y sonrió, se sentó en el borde de la piscina y metió los pies dentro, el frio le hizo ponerle la piel de gallina y esa sensación le gusto mucho.
-debe ser la señorita Miller-dijo una señora de mediana edad, Zahida la miro desde abajo y se puso la mano en la frente para evitar el sol-soy Raquel...la ama de llaves
-oh...genial...
-me ha dicho el señor O'Brien que usted vivirá aquí y será ahora la señora de la casa
-eso parece
-tendré que enseñarle cosas de la casa...-Zahida miro hacia el agua y después a ella aun con la mano en la frente-bueno ahora que será la dueña...tendrá deberes que acudir
-¿deberes? Oh...como esposa dices-Raquel sonrió asintiendo, Zahida se levanto del borde de la piscina y miro a Raquel-veras...a mí esto de ser la esposa no se me da bien...por lo que...hazlo usted-dijo alejándose de ella, no pensaba actuar como tal, ya había suficiente que aceptara el matrimonio que tenía que hacer cosas de mujer casada, no pensaba hacerlo.
Subió las escaleras y miro el pasillo largo, sonrió mirando cada cuadro que había en la pared y se paro en la primera puerta, la abrió y entro en ella, era un cuarto enorme, con una cama más grande de lo que se imaginaba, sus preciosas cortinas que daba juego con la sabanas de la cama y una pequeña coqueta, se acerco a ella y acaricio el mueble, recordaba que en su cuarto tenia uno parecido y siempre se sentaba para arreglarse; se sentó y se miro al espejo, ya no era aquella muchacha que era antes, su aspecto había cambiado por completo, aparto la mirada del espejo para evitar mirarse de nuevo.
-la pobreza destroza mucho el alma de algunas personas que no están acostumbradas...-Zahida giro la cabeza y miro a Nathaniel entrando al cuarto, ella no se levanto por lo que miro hacia el espejo ignorando-¿Cómo te atreves hablas así de mal a mis empleadas?-ella giro la cabeza mirándole
-yo no he hablado mal a nadie-el sonrió negando y se acerco a ella, la cogió del pelo recogido y tiro de ella hacia atrás-me haces daño
-mas te vale que hagas caso a lo que Raquel diga...es tu deber como esposa tener todo listo en casa para cuando yo llegue...no tener que enfádame-dijo soltándola, Zahida lo miro desde el espejo y le vio marchar, ella intento aguantar las lagrimas y cerró los ojos, el hecho de aguantar todo eso era por sus estúpidos hermanos que no se preocupaban de ella nunca, ahora tenía que vivir con un hombre que dominaba todo lo que se le antojara y eso no le gustaba nada.
Bajo las escaleras y se fijo que Nathaniel daba instrucciones a dos hombres, ella acaricio bajando la barandilla y mirándole
-y no quiero que falléis
-entendió jefe-dijeron alejándose, Zahida termino de bajar y miro a Nathaniel, parecía angustiado y nervioso, ella lo miro confusa
-ah...has bajado...vale...cenemos
-espera-dijo ella, el se paro y la miro, parecía que no le gustaba eso que le dijeran que esperar o que le mandaran a esperar, ella sonrió y camino hacia el mirándole-no te gusta que te manden...
-al igual que a ti odias que lo hagan...¿Qué quieres?
-nada...no voy a comer
-¿Qué? vas a comer-ella negó dando un paso hacia atrás, el negó serio y cabreado-mira Zahida, será mejor que no me enfades...haz el favor de mover tu trasero hacia la sala y cenar...después haz lo que te plazca...ahora-ella iba a dice que no tenía hambre pero el grito le asusto-¡¡¡ahora!!!
-está bien-dijo levantando las manos y entrando a la sala, vio una mesa grande y mucha comida, ella se giro y le miro-¿Cuántos somos?
-la familia
-¿la familia? ¿Qué Familia?
-la tuya-dijo parado mirándola, escucho voces que reconocía y se giro, vio a sus hermanos entrar y se reían, alzaron los brazos y abrazaron a Zahida, ella parecía confusa y se separo de ellos, los vio acercarse a Nataniel que parecía serio como siempre-sentémonos caballeros-dijo indicando con la mano la mesa, Andrew se sentó sonriendo y Michael mirando a todos lados, Zahida paso por el lado de Nathaniel y antes de entrar le miro-tenía que hablar con ellos
-¿y yo tengo que estar?
-por supuesto...te vinieron...-ella apretó los puyos y entro sentándose con fuerza.
La velada fuera algo raro, Andrew no dejaba de hablar de negocios y Michael de la casa donde antiguamente Vivian, Zahida miraba su plato y jugueteaba con el Nathaniel asentía a lo que ellos decían pero miraba a Zahida que parecía muy distraída
-la boda será dentro de dos semanas-ella alzo la mirada y miro a los tres hombres-una vez que estemos casados, recuperareis todo lo perdido
-eso suena genial
-pero las empresas no...bueno por lo que escuchado las deudas era grandes y las empresas ya no os pertenecía-Zahida miro a sus hermanos que estaban serios
-pero distes...
-si...que os beneficiaria de todo lo perdido, pero no las empresas...os daré algo de ayuda para la pequeña-Zahida miro a sus hermanos que parecían algo decepcionados-le dije a vuestra hermana que el trato era que me casaba con ella y así poder recuperar todo lo que habéis perdido
-contando las empresas O'Brien-dijo Andrew cabreado, Nathaniel sonrió tocando el tenedor y miro a Zahida
-las empresas no puede ser...
-¿Por qué? tú te vas a casar con mi hermana...al menos danos la empresa grande-el volvió a sonreír y los miro, Zahida lo miraba
-¿y qué pasa si no me caso con ella?-dijo repente, Zahida se le ilumino la cara y sonrió pensando en aquello pero al escuchar a su Herman mayor dentro de ella noto un fuego muy fuerte
-bueno, bueno...tampoco nos precipitemos...¿empresa grande? Naa, nos arreglaremos con la pequeña y la agrandaremos poco a poco-Nathaniel sonrió y miro a Zahida que se le resbalaban lagrimas de su mejilla y las apartaba con furia-pero te aconsejo que domines bien a mi hermana...siempre ha sido una consentida y mi padre la dejaba hacer lo que quería-Nathaniel la miro ladeando la cabeza y después miro a Andrew con una sonrisa
-no te preocupes...dominare a tu hermana...por lo que le conviene-dijo mirándola Zahida lo miro y por un instante sintió miedo de él, aquel miedo que jamás había sentido, no sabía que Nathaniel era de esa manera, aun que solo le había visto un par de veces en dos meses de prometidos no pensaba que era un hombre que le gustaba dominar todo lo que le rodeaba y a ella odiaba tal cosa, no la gustaba que la vigilaran y menos que la obligaran hacer cosas que ella no quería, siempre había sido un pájaro libre y el hecho de casarse le quitaba esa libertad, ahora viendo aquellos ojos azules sintió el deseo de correr y salir de aquella mansión pero sabía que su hermanos iban a seguir reprochándola y culpándola de la muerte de su padre. Miro a Nathaniel y sonrió, lo que iba a decir iba arriesgar la ira de Nathaniel pero nadie la dominaba
-inténtalo...mi padre no pudo, ni ningún hombre...dudo que tu si-vio que se ponía serio y sonrió bajando la miraba.
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NOS VOLVEMOS A VER
RomanceZahida Miller es una chica de veintitrés años, su familia es rica y tiene el suficiente dinero para comprar todo lo que a ella le apeteciera. Su padre le consiente todo y sus dos hermanos Andrew y Michael la odian por que hace lo que quiere y tiene...