CAPITULO CUATRO

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CAPITULO CUATRO

La boda fue muy intima y rápida, ya era la señora de O'Brien y aun que ella insistía en tener su apellido él se negaba por completo. Su hermanos felices de tener todo lo que un día tuvieron no volvieron a visitar a su hermana, ni a preocuparse si realmente era feliz o si Nathaniel era un hombre violento, no lo era pero su genio superaba mucho y a veces a Zahida le daba miedo aquella mirada, era como si te acuchillara mil veces y moría dos mil. Lo que si le gusto es que respetara su privacidad y no la obligo a dormir en su dormitorio principal si no en el cuarto donde había entrado por primera vez. Estaba sentada en la cómoda mirándose en el espejo y echándose las cremas de noche, se acariciaba el cuello pensativa, no dejaba de pensar en los grandes brazos de Nathaniel, ni es su anchos hombros, suspiro cerrando los ojos y acariciándose el cuello que no se dio cuenta de que su mano bajaba hacia sus pechos, se de tubo mirándose en el espejo ¿Qué diablos la pasaba? Aquel hombre la excitaba por completo pero le odiaba por ser un dominante compulsivo. Necesitaba refrescarse y se puso la bata de seda color azul trasparente ya que llevaba el mismo camisón que la bata, salió del cuarto mirando hacia el pasillo y camino descalza hacia las escaleras, bajo sin hacer el mínimo ruido y se dirigió hacia la cocina. Llevaba el pelo suelto ya que se había bañado hacia menos de unos minutos. Entro en la cocina y miro de que no había nadie rondando por ahí, sonrió mordiéndose el labio y se acerco a la nevera enorme, la abrió de par en par las dos puertas y miro dentro de ella-mm...helado-dijo sacándolo y poniéndolo en la encimera-vemos...pollo-dijo sacando trocitos de pollo de una bandeja-oh esto me encanta-dijo sacando otra bandeja, se subió a la encimera y comenzó a comer lo que había sacado, solo la luz de la nevera estaba iluminándola. Estaba en la gloria comiendo todo lo que quería-esto es la felicidad-dijo mirando la comida

-¿se puede saber que haces?-ella se asusto y del susto cayó al suelo-pero...-Nathaniel se acerco a ella y la vio en el suelo con dolor, se agacho poniéndose de cuclillas-¿te has hecho daño?

-no estoy haciendo estiramiento no te digo-dijo intentando ponerse de pie, Nathaniel la agarro del codo y la levanto, ella se toco la cadera apartando el pelo hacia un lado y mirándose las piernas, Nathaniel la miro de arriba abajo y trago saliva, verla así era como ver un ángel que había caído del cielo-maldita sea

-¿puedes explicarme que hacías?-dijo cruzándose los brazos y mirándola, ella alzo la mirada y le vio con una blusa medio abierta color marina y unos pantalones de vestir ajustados a su cuerpo, al verle con los brazos cruzados pudo ver los fuerte que se había puesto, ella sonrió o eso intento

-tenia...¿hambre?-el negó sin descruzarse-jolín tenía mucha hambre...o también me vas a regañar por comer

-no pero debías cenar...como todas las noches...

-es que cenar muy pronto-dijo con voz baja, pensaba que él no lo escuchaba pero si lo escucho

-no me cabrees pequeña...será mejor te largues a dormir-ella asintió y sin ganas fue a irse pero se paro, él la miro y no le dio tiempo a pararla

-pero me llevo esto-dijo saliendo de la cocina corriendo y subiendo como una bala

-¡¡¡Zahida!!!-ella entro a su cuarto y cerro con llaves, miro la puerta separándose despacio y ahí estaba golpeando-será mejor que dejes ese helado...te vas a poner mala

-te juro que solo comeré un poco-un golpe fuerte y ella cerró los ojos-por favor Natha...

-maldita sea...no te comas todo

-no-dijo y escucho como se alejaba, aliviada se sentó en el borde de la cama y miro el helado, no teníamos hambre pero solo quería fastidiarlo.

A la mañana siguiente se estiro en la cama y miro hacia la ventana, la persiana estaba abierta y el sol entraba por ella, se incorporo y se estiro bostezando

-¿abras dormido bien?-ella se asusto al verse sentado en la silla y se tapo con la sabana, el se levanto e la silla y se acerco a la cama-no vueltas jamás...a desafiarme como anoche

-va...vale...

-vístete...tenemos que ir a ver a unos amigos-dijo saliendo del cuarto.

Se puso su mejor vestido y sus tacones, se hizo un recogido y se puso un poco de maquillaje. Cuando ya estaba lista salió del cuarto y se fue hacia las escaleras, las bajo despacio y puso escucho voces; cuando se acercaba mas escucho la conversación

-mi Nathaniel-dijo una voz femenina

-tío cada vez estas más fuerte-escucho a un hombre también

-haga mucho ejercicio-Zahida se acerco a la sala y entro mirando a una mujer que era bellísima con un hermoso vestido y un escotazo impresionante, el hombre que estaba a su lado era moreno de ojos marrones y una sonrisa perfecta, cuando la vieron se quedaron serios y la mujer dio un paso hacia adelante

-no me digas Nathaniel que has traído a otra ramera

-¿de qué club la has cogido?-dijo el chico mirándola de arriba abajo, Nathaniel miro de reojo a Zahida y después a sus amigos

-es mi mujer-la expresión de sus dos amigos cambiaron y dijeron a la vez

-¡¡¡¿tu mujer?!!!-Zahida intentaba por todos los medios que no pareciera nerviosa pero vio a la mujer que cambiaba de color y la mirada que desprendía era de ira y de querer matarla, trago saliva e intento calmarse y no salir corriendo-tío te has casado-dijo su amigo con una risa y dándole en el hombro, la mujer no parecía muy contenta y sabía que iba haber batalla ahora mismo por la cara que estaba poniendo.

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