HAIKYUU!!「 One-Song Shots」(One-shots)

01; U N O

Canción:  xanny - Billie Eilish

Personaje x OC.

Satori Tendou.

OC: Eita Fujiko.

Simplemente estaba sentada en el suelo, escondida bajo una mesa de madera, creyendo que aquello podría evitar que siguiera viendo lo que había frente a sus ojos, con el ruido y los olores que había en el ambiente simplemente se sentía ahogada, en ese momento apenas tenía siete años.

Veía a sus padres tirados en el suelo, siendo rodeados por humo, mientras estallaban en risotadas, estaban drogados, en la mesa había un plato, no con comida, sino lleno de cigarrillos y su ceniza, vivía en un apartamento pequeño con ellos, y siempre era igual, las noches eran largas y tortuosas, comía poco, en ese momento solo estaba allí, sin pensar realmente en nada, abrazando un viejo peluche mientras bebía un jugo que encontró en la desgastada cocina.

No podía decir lo mucho que había sufrido, más bien no podía explicarlo, estaba llena de cicatrices pequeñas en su cuerpo, por las muchas veces que la habían golpeado sin razón alguna, tenía ojeras, y era realmente delgada, y siempre estaba con esa expresión indescifrable en su rostro, no parecía demostrar nada, pero sus ojos mostraban su dolor.

Vivió de esa forma por mucho tiempo, hasta que su abuela la rescato de ese infierno que la asfixiaba cada vez mas día a día, ahora asistía a una escuela, desde hacia un par de meses, pero no logro hacer amistad con nadie. Cada noche tenia pesadillas, en las que estaba encerrada y se ahogaba poco a poco con el humo que había en ese cuarto.

Pertenecía al club de voleibol femenino, pero aun allí, la única persona que le hablaba era la entrenadora, cuando había partidos de practica ella siempre se quedaba en la banca, semanas luego de que entro al club empezó a usar abrigos bajo la camisa, y medias largas para sus pernas, al parecer a las personas no les gustaban las cicatrices. En ese momento iba al club masculino, por algunos balones extra que le pidió su madre.

 — Sensei... ­­­­se dirigió al entrenador para pedirle aquel favor, el le respondió que fuera con Tendou y él le prestaría los balones. Era un chico pelirrojo, sentado a un costado de la cancha, se acercó a el y le hablo con timidez — Tendou-kun... ¿Podrias prestarme algunos balones para el club femenino?

El pequeño de cabellos rojisos la miro por un momento y luego se levantó, mostrando lo alto que era, ella dió un paso atras y  lo siguió hasta el almacen, allí, el guardó cuatro balones en una maya y se la entregó.

— Toma... — ella tomo la maya con ambas manos y le agradecio.

— Gracias... Soy Eita — nunca hacia mal intentar, ella no se rendiria en hacer amigos, aunque fuera uno solo. Al ver que el no le respondio nada bajo la cabeza y se retiro del gimnasio, luego de agradecer al maestro.

Ese mismo dia, estaba en la entrada de la escuela, esperando a que su abuela llegara a buscarla, pero ya se habia tardado. Estaba al borde del llanto, estaba asustada y preocupada, abrazó su mochila y cuando estaba dispuesta a llorar alguien se sento a su lado, cuando se fijo en quien era notó que era Tendou.

— ¿Porque estas triste? — puso su cabeza de lado para verla a la cara, ella hizo un puchero y empezo a llorar, aun abrazando su mochila.

— Mi abuelita... ella aun no viene por mi... ¿Y si le paso algo malo de camino? — aviso mirar al pelirrojo.

— Dile a tu maestra para que la llamé, ¿Y tus padres?¿No pueden venir por ti? — puso sus manos en sus rodillas y siguió mirándola.

En ese momento a su cabeza volvieron las risas de sus padres, esas escandalosas fiestas llenas de adultos bebiendo, fumando e inyectandose cosas que desconocía totalmente.

No quería volver a saber nada de ellos, pues realmente a ellos les daba igual si estaba o no, ni siqueira sabían dónde estaban ellos mismos.

— N-no... No pueden venir por mi — susurro limpiando sus lágrimas.

— Veo que pregunte algo que no debí... — el no sabía muy bien que hacer con esa niña, así que tomo su mano y luego la abrazo. — Vayamos con tu maestra.

( • • • )

Habían pasado los años, por alguna razón estaba allí, sin poder moverse, ese rostro que era bien conocido para ella volvió a su cabeza.

— Papá... — el estaba fumando un cigarrillo, se veía diferente de antes, más... Sano, si podía decirse así. El se acercó e intento abrazarla, pero de apartó de inmediato — No quiero verte... No quiero verte ni a ti ni a mi madre...

— Ella... Ella está muerta — aquello la dejo estática. ¿Cómo es posible que el estuviera ahí? ¿Que intentará fingir que nada había pasado?

Su mejor amigo desde la primaria apareció y la tomo del barco con suavidad.

— ¿Re acompaño a casa? — la hizo entrar en razón, al ver esa situación no pudo evitar no intervenir.

— Vámonos... — dejando de lado a aquel hombre que se suponía era su padre, caminaron juntos.

— Entonces es el... — susurro Satori, miro a su amiga y se detuvo. Su expresión, no podía entenderla, pero parecía irá y tristeza.

— Y-yo... No los necesito para ser feliz — sus piernas temblaron un momento, pero el pelirrojo la abrazo finalmente.

Se sentía refugiada en sus brazos, no tenía miedo en ese momento, parecía que nada malo podía pasarle allí.

Actualmente estaban estudiando en Shiratotizawa, ambos en tercer año, luego de ese día en que se hablaron encontraron un amigo en el otro.

— Gracias por estar siempre para mi Tendou... — se aferró a su chaqueta y lloro un poco más.

— Siempre estaré para ti... Así como tú lo estuviste para mí — palmeo un par de veces su cabeza con una sonrisa — Ya ni llores, re arrugadas mucho, mira así — hizo expresiones graciosas logrando sacarle algunas risas — Vamos mejor a tu casa, tu abuela debe estar esperándote.

— Vamos — Asintió y lo tomo del brazo.

Y apartir de ese día, nunca jamás sintió ese humo espeso que la ahogaba.

Bien, empezamos con algo un poco amargo, ¿Que les pareció? ¿Se adapto bien a la canción? :'3

Bueno, sin decir más este es el primer song-shot del libro.