Lugar de ensueño

2 0 0
                                    

1

Abro mis ojos, siento el crujir de las hojas secas que el otoño desprendió de los árboles con su brisa helada.

Las siento debajo mío,

acaricio con ambas manos su rugosa superficie.

Las siento caer a mi alrededor,

como una suave lluvia de fuego.

Las siento por todas partes,

estoy sepultada en ellas.

2

Camino por un bosque desolado.

Está seco pero su vida me asecha, me observa.

Si me quedo estática veo los intermitentes movimientos de los insectos en el aire y el constante flujo de las hormigas sobre un tronco caído.

Una ráfaga salada sopla desde el oeste.

El mar.

3

Las hojas ahora descansan inertes sobre la arena blanca de una playa de ensueño.

Mi mente tranquila sólo ve lo hermoso.

Las nubes grises modelan inofensivas sobre el celeste imaginario.

4

La escena me conmueve,

no hay tiempo, sólo el momento pasando sin prisa.

Las lágrimas corren rápidas por mis mejillas y me empapan el vestido de lindo.

Caigo de rodillas sobre la arena blanca de la playa de ensueño y hundo mis manos en ella.

Mis dedos rozan algo suave y firme.

5

Dicen que dentro de las caracolas se encuentra el mar.

Yo lo tengo frente a mí, pero igual me acerco la carcaza al oído.

Mi paz calla a las lágrimas y mis ojos observan ausentes el horizonte delante.

Sólo es interrumpida su perfecta línea por el bosque seco y las olas de la orilla.

6

Me acuesto en la arena y miro las esponjosas nubes que crean el mágico ambiente.

Una gota de agua cristalina y pura me moja los labios.

La fina lluvia otoñal arribó a la playa.

7

Escuché pasos por sobre el murmullo de las olas.

Abro los ojos y percibo un ritmo familiar.

Es ella.

Corro todo lo rápido que puedo en la arena blanca de aquella extraña playa de ensueño.

Tropiezo con mi vestido de lino y caigo en sus brazos.

Ella me sostiene.

No distingo nuestras lágrimas de la lluvia.

Sin ella yo sería diferente.

Ella me sostiene 

La marea no cambió.

El bosque seco y la playa de ensueño nos observan y absorven en su flujo constante.

Ella me sostiene.

PoemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora