Night Light [Hiatus]

Capítulo 7

Había empezado a hacer algo de calor y eso fue lo que la despertó. Normalmente cuando despertaba, estaba enrollada cómodamente bajo las sábanas y no con la ropa del día anterior cubierta únicamente con su chaqueta de cuero y en el asiento de un auto.
Tardó un poco en que su mente reaccionara y recordara lo de la noche anterior pero en cuanto lo hizo, por alguna razón una sonrisa se plasmó en su rostro.
Probablemente porque no había dormido tan bien desde hacía días y también por la hermosa vista que había, aquella imagen del sol asomándose por sobre el mar se quedó marcada en su mente.

Fue entonces que su mente hizo clic.

Ya estaba amaneciendo y ella estaba quien sabe donde en un auto junto a una chica rara con la que se había fugado el día anterior.

«Oh, mierda.»

Desesperadamente buscó su teléfono en alguno de sus bolsillos. Cuando lo encontró y quitó el modo avión en el que lo había puesto, quisó lanzarlo al mar o ella misma lanzarse ahí.

35 llamadas perdidas.

120 mensajes en WhatsApp.

10 correos de voz.

–Oh, carajo —susurró desesperada, mirando a todos lados encontrándose con la rubia roncando cómodamente a su lado— Oye, Adora.

Nada.

–¡Hey! ¡Adora! —le dio algunos toques en el hombro pero la rubia seguía durmiendo.

–Mmm...

–¡Adora, despierta! —gritó dándole una fuerte sacudida al brazo de la chica.

La rubia se sobresaltó ante la agresiva interrupción de su profundo sueño, tal vez la sacudió demasiado fuerte y por eso se golpeó la cabeza en la ventana.

–Ay, lo siento —se disculpó algo apenada.

–Está bien —siseó mientras se sobaba la zona golpeada— Pero dime ¿Qué sucede?

Catra no tenía mucha paciencia, nunca la había tenido. Si fuera Escorpia la que le hubiera hecho esa pregunta ya le estaría gritando o algo así, pero no.
Por alguna razón no podía gritarle ni reaccionar cómo normalmente lo hacía con la señorita mirada de perrito.

–Pues... No lo sé —dijo con algo de sarcasmo, no podía evitar ser ella por completo ¿Okay?— Será porque está amaneciendo, estamos en una playa a más de una hora de donde vivimos realmente, que no estoy en mi casa y que nadie sabe de mi desde ayer.

Por la cara que puso Adora supo que estaba procesando la información.

–Oh.

Estaba segura que en su rostro había una mueca.

¿Era alguna jodida broma? ¿Eso era todo lo que iba a decirle?

–Oh, mierda —soltó la rubia de repente— Mara me va a matar y ni hablar de Razz.

Catra dedujo que por la cara que había puesto, ella también estaba en problemas.