CAPITULO I

52 4 2
                                    

       
         El suelo esta duro a causa de las bajas temperaturas , y por ese motivo los legionarios sudaban y maldecían  mientras abrían una zanja con sus picos , a la luz de las antorchas . La nieve abundante les dificulta el trabajo , haciendo que esté sea agotador .
        Aún así , todos los legionarios eran conscientes de la necesidad de construir un campamento . A pesar del cansancio de una larga marcha , nadie quería despertarse en plena noche , con el aliento de un bárbaro germano , mientras este le rebana el pescuezo .
         Un temor que también era compartido por  Lucio Porcio Valerio , Legado de la legión VII Gemina . Nada más llega a la ciudad de Mogantium , el gobernador y  general militar ,  Claudio Trajano Máximo le había hecho partícipe de su miedo  a que alguno de los  pueblos germánicos , entre ellos los Francos , Suevos , Sajones o Anglos  al saber que solo hay cuatro legiones guardando la frontera y solo dos son veteranas ,  y que se  aprovechen de ello para lanzar un ataque general .
         Ese era el motivo por el que la legión de Valerio había sido destinada tan cerca del Limes ( frontera ) y ahora levanta un improvisado campamento , con su foso defensivo , empalizada y torres de vigilancia .
         Una turnae de caballería y una cohorte  estaban exentos del trabajo , pues se mantenían en guardia ante cualquier ataque proveniente del cercano bosque .
         El viento helado hace que Valerio apriete aún más su sagum ( capa militar ) en torno a su cuerpo . A su lado , los seis  tribunos tiemblan de frío y a  dos de ellos les castañean los dientes .
        < Con lo bien que estábamos en Hispania y hemos tenido que venir aquí . ¡ Malditos bárbaros ! ¿ Es qué no pueden quedarse en su zona y matarse entre ellos ? >
        Tanto a él como a sus jóvenes oficiales les habrían gustado que se montaran las tiendas de oficiales y los braseros para entrar en calor . Pero la seguridad de la legión era lo primero y por  ese motivo se cava el foso y se monta la empalizada .
         Todos ellos , son aristocrátas acostumbrados a la comodidad , y el buen vivir . Pero ahora están en el ejército romano , y saben que dos años de servicio llenos de incomodidades  y privaciones en la frontera es lo menos malo que les puede pasar . El peligro está en la muerte a manos de los bárbaros ( extranjeros ) o peor aún , caer en la deshonra de una humillante derrota que ponga en peligro la posibilidad de ascender en el Imperio o el buen nombre de sus familias . El honor de Roma , está en sus legiones .
         Valerio vuelve a mirar al bosque silencioso y oscuro , mientras toca de forma inconsciente la empuñadura de su sphata ( la espada  es propia de oficiales y jinetes de caballería ) cuya longitud de hoja es de 85 centímetros . Al darse cuenta de lo que ha echo quita la mano con rapidez y fingiendo mirar los trabajos , observa a los tribunos que están en torno suyo  . Ninguno de ellos se ha dado cuenta de su nerviosismo , enfrascados en sus propios temores .
         < Es normal que estemos nerviosos . Tanto tiempo ha estado la legión destinada en Hispania que solo hemos tenido que hacer frente a alguna banda pequeña de mauris que venían a saquear algún pueblo costero o como máximo se internaban para asaltar alguna villa . O labores de orden público a la hora de detener a grupos de bandidos o esclavos fugitivos . Pero esto es diferente . Si lo que  cuenta el prefecto Macro que estuvo unos años destinado en el Limes germano , sigue siendo cierto sobre el valor y la ferocidad de los guerreros germanos , la lucha va a ser terrible >
         Siguiendo el consejo del decurion ( centurión de una turnae de caballería ) al mando de los jinetes germanos batavos , estos aliados de Roma , no había desplegado en plena noche , patrullas de caballería . Si de día , los bosques de germania eran propicios para las emboscadas , de noche aún más .

        
        ☆☆☆☆☆☆☆☆☆

   
         Caminando con la vara de centurión en su mano , Cayo Cornelio Macro , prefecto del campamento , es el segundo al mando de la legión . A diferencia del Legado no es un aristócrata treintañero , sino un cincuentón que lleva canas en el cabello corto y varias cicatrices en el cuerpo .
        Un hombre que primero se alistó en la legión , y que siendo hispano , a escalado puestos en el ejército romano , primero como optio , seguido por centurión , hasta ir ascendiendo a centurión primer pilus y por último perfecto .
         En sus costados titinean las vainas , pero a diferencia de los demás centuriones  óptios y legionarios , Macro lleva en el costado derecho el gladius pompei una espada corta de doble filo y de cuarenta y cinco centímetros de hoja , que  conserva de sus tiempos como legionario , y en su costado derecho la semisphata de 60 centímetros de hoja y que ha sustituido al gladius como arma de infantería .
         Camina rápido , yendo de una centuria a otra , ordenando informes a los centuriones y observando el duro trabajo .

LA  LEGIÓN  HISPANA  - Escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora