CAPÍTULO III

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       Desde una de las torres de vigilancia el Legado Valerio y su grupo  de oficiales observan ,  como las secciones de  caballería de la legión VII Gemina  realizan nuevos ataques , en coordinación con los equipos de legionarios que manejan los escorpiones .

         - El decurion Longino y sus batavos lo han conseguido . Aunque a cambio han perdido a diez hombres - informa el tribuno Flavio .

          El Legado Valerio asiente con la cabeza mientras ve a otros tres jinetes que se retiran de la lucha contra los francos en dirección a las puertas . < Espero por el Eliseo que  logren llegar hasta Mongatium > Al pensar en ello , las figuras de su bella esposa Claudia y su hija de corta edad Julia aparecen en su mente .
        < Menos mal que las deje a salvo en Mongatium >

         - Será mejor retirar a la caballería . Sus caballos empiezan a sufrir agotamiento - señala el prefecto Macro .

         - Que se de la orden . Ración extra de vino aguado y comida para esos hombres , y mis palabras de halago por su valor en el combate .

         ☆☆☆☆☆☆☆☆☆

         Desde la empalizada , el legionario Tito y el centurión Lucio Cayo Batiato habían sido testigos junto con el resto de su centuria y de la legión , del ataque de la caballería y de los letales proyectiles lanzados por los escorpiones .
        De echo , cuando vio huir a los primeros francos , la noticia de que los germanos que les atacaban eran francos ya se había corrido por toda la legión , creyó que la batalla había terminado .
Pero de nuevo la horda cubría sus bajas y avanzan de nuevo . Los jinetes romanos se retiran , algunos de ellos heridos . ⁰

         - Preparaos chicos . Ahora nos atacarán como un jabalí herido , pero nosotros nos mantendremos firmes y les daremos una paliza - dice en voz alta el centurión Batiato .

        El legionario Tito mira de reojo al centurión . Batiato es el prototipo de centurión romano en cuanto a ser firme como una roca y luchar en primera línea , dando ejemplo entre los hombres de su centuria a la vez que anima a sus hombres . Al mismo tiempo es  un hombre firme con la disciplina pero a la vez honesto . Lo peculiar en él , es que es un centurión que te explica , cuando no estás en acción , el porque de las órdenes .
Por ese motivo los hombres bajo su mando saben de la importancia de sus acciones y lo que se espera de ellos .
        
        - Preparad las pilum , pero esperad a mi señal . Quiero que esos cabrones se encuentren antes con los abrojos - repite Batiato a cada sección de su centuria .

         Todos los legionarios que le oyen sonríe . Los germanos serán unos cabrones pero Batiato a la hora de luchar es un auténtico hijo de mala madre .
        La centuria en la que está Tito  no está cerca de una de las torres de vigilancia , por tanto no tienen el apoyo de los escorpiones . Van a tener que hacer frente a los francos con sus propias armas .
        Los germanos azuzados por sus jefes siguen avanzando hacia la empalizada , en formación  de Cabeza de Cerdo .
         Al acercarse lanzan insultos pero cuando los primeros francos  que van en cabeza pisan los abrojos , los clavos de grueso hierro se clavan en sus pies , estos lanzan alaridos y caen . La Cabeza de Cerdo se descompone por un momento .

        - ¡ Ahora pilum ! - ordena Batiato mientras apunta con su espada a los francos .

         Tito levanta el pilum  con su mano derecha y lo lanza con impulso , al igual que el resto de sus compañeros . La jabalina junto con el resto caen en parábola entre los guerreros francos . Las jabalinas atraviesan escudos inutilizandolos y hieren o matan a guerreros .
          El resto de los guerreros se lanzan entre fuertes alaridos y a pesar de las bajas sufridas por los abrojos , siguen avanzando hacia la empalizada .

LA  LEGIÓN  HISPANA  - Escrito por Jesús Quintela Navazo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora