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Greenlaw, Escocia.

El atuendo de los presentes representaba el luto que llevaba su hermano en su alma en ese momento, las lágrimas que derramaban sus ojos azules eran sin duda clara muestra del dolor que sentía al perder al último miembro de su familia 'nuclear'. Su padre y  su madre  habían tenido el mismo destino que ahora tenía su hermano menor.

La cascada Paradise era la última morada de los Alphas y Lunas  de Moon-Law en los últimos siglos. Esta estaba ubicada a un par de  kilómetros de Moon-Law, después de una ceremonia de cremación, los restos de Robert ahora eran esparcidos en dicho lugar por la sacerdotisa de la manada, una loba Gamma encargada de todo lo espiritual dentro de la misma, ahora esa misma mujer decía unas palabras para que él alma del lobo viajará y tracendiera en el tiempo junto a la Diosa Luna y sus antepasados.

Elliot simplemente escuchaba lejanamente las palabras de la loba, su mente simplemente estaba lejos de allí, porque dolor y tristeza no era lo único que sentía en ese momento, no, el también sentía mucha rabia, coraje y sobre todo sed de venganza.

Camila tenía culpa de todas sus desgracias, la muerte de su madre, perder a su mate y ahora, ahora perdía a su hermano, a su única familia.

También esa loba defectuosa se había convertido en la responsable de su cambio, el no era así, el era bueno e incapaz de hacer daño a nadie. Pero esa malnacida lo había obligado y orillado a hacer cosas de las que definitivamente no se sentía orgulloso , pero que tuvo que hacer.

Salió del fondo de su mente cuando Ronald le indicó que era hora de que el dijera algunas palabras en honor a su hermano.

Así que el Alpha se dedico a contar anécdotas de la infancia de los dos juntos.

***

Lauren entró con cautela al lugar, una pequeña sala color hueso era la primera que te recibía al entrar, justo al lado había un comedor rústico con cuatro sillas y detrás la pequeña cocina.

El lugar estaba lleno de polvo, aún así no se detuvo a inspeccionarlo más, siguió caminando por el pequeño pasillo que tenía en sus paredes varias fotografías de una pequeña niña castaña, con los ojos marrones más bonitos de mundo, no cabía duda que esa sonrisa le daba una tranquilidad enorme, no pudo evitar las lágrimas al ver la imagen de aquella hermosa ojimarron de bebé, tomó la fotografía y la guardo en su sudadera, esperaba que no le molestara que robara el que para ella sería un tesoro.

Camino a la habitación que tenía una 'C' en el centro y la abrió con mucho cuidado, revelando detrás una pequeña habitación sencilla, pero cálida, con una cama individual color gris y paredes blancas, un pequeño escritorio, una mesa de noche y un tocador era lo que completaba la decoración de la recamara de Camila.

Abrió el pequeño closet que se encontraba allí, y tomó un suéter celeste que seguramente era de la castaña, y al aspirar el olor lo confirmó.

Removio un poco las sábanas de la cama y se recostó, abrazando a su pecho aquella prenda de su castaña, y allí inundada en su olor se permitió llorar con todas sus fuerzas, todas sus emociones se liberaron, podía sentir el basio en su interior, pero también como una ola de pesares se disolvian a través de las gotas que salían de sus ojos.

El anhelo, la añoranza, el amor pero también el dolor, la tristeza y el sentimiento de haber fallado se apoderaban de su ser, su alma y su vida.

Camila, lo único que quería era a Camila.

Un sollozo ahogado salió de su boca al recordar la rosa roja que había dejado Elliot al pie de su habitación ese día en la mañana, antes de irse al funeral de Robert -al cual ella había desistido de ir-. Elliot pensó o se imaginaba que después de esa noche las cosas entre ellos sería diferentes, pero estaba muy equivocado, cada que pensaba en eso solo sentía un apretón en la boca de su estómago, asco, solo podía sentir asco.

Moon-Law: La Luna a donde pertenece Vol. III CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora