Dear Justin #6 | Jelena

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Las mudanzas eran de lo peor.

Enserio.

Cajas, basura, cosas que no había visto en años, acomodar objetos, ropa. Aghhh

No sabes lo que tienes hasta que te cambias de casa, literal.

Llevo tal vez dos horas agendando y organizando el closet de Jay Jay. Algunas cajas son para donaciones, otra de juguetes, ropa que ya no lo queda, etc.

Tampoco me había dado cuenta que nunca me deshice de toda la ropa de bebe que tengo de él y en este momento estoy teniendo un momento difuso decidiendo que se va a donaciones y que se queda como recuerdo.

Tome un pequeño outfit blanco con diminutos osos en la tela junto un gorro con orejas adorable que lo acompaña, este fue el atuendo que Jay Jay utilizo cuando salimos del hospital. No había manera en el mundo en que podía deshacerme de eso, nunca.

Justin se encargaba de llevarse todos los muebles a la camioneta de mudanza donde estos se los llevarían a donar a personas que lo necesitan, mientras yo organizaba lo último, que eran las habitaciones. Jay Jay estaba con su abuela Pattie, sabía que este día sería largo y cansado así que cuando la mamá de Justin se ofreció a cuidarlo aceptamos con alivio, algunos amigos de Justin vinieron a echarnos una mano así que todo pudo ser un poco más rápido pero aún así era mucho trabajo.

Justin y yo habíamos decidido vivir un tiempo en su apartamento mientras buscábamos una casa que se convertiría en nuestro hogar, mientras el apartamento de Justin es mucho más grande y moderno la idea de una casa en los suburbios rodeada de árboles, un gran jardín y enorme espacio para que Jay Jay corriera y jugara derretía mi corazón.

Dejar este departamento era agridulce, este lugar fue mi primer muestra de independencia y madurez. Fue nuestro pequeño hogar, Jay Jay y yo fuimos felices y tristes aquí, el tomo sus primeros pasos, aquí traje mi primer coche y miles memorias más pero también pienso en todo lo nuevo que vamos a vivir como familia de tres y estoy emocionada, muy emocionada por este nuevo cambio. Muy feliz y agradecida.

"Cariño". La gentil y amable voz de Justin me saco de mis pensamientos, guardé algunas camisas y shorts de Jay Jay en la maleta y me levante del piso.

"Ya estoy terminando aquí". Miré la habitación, se veía muy extraña estando vacía.

"Yo venía a decirte que también terminé, solo faltan algunas cosas pero esas las podemos llevar en mi coche junto a la ropa que falta". Deslizó su brazo por mis hombros y besó el costado de mi cabeza. "¿Vas a donar esa ropa?". Señaló al la pequeña montaña de ropa de bebé.

"Jamás, no tuve corazón para deshacerme de ella, me trae muy buenos recuerdos. Lo único que va a ir a donación son esas dos cajas". Señale a la esquina donde se encontraban las dos cajas en cuestión.

"¿Justin cabía aquí?". Tomó unos pequeños pantalones talla recién nacidos y los levantó a la altura de su rostro para analizarlos.

Reí ligeramente mientras pasaba mi dedo por la suave tela. "Si, lo hizo aunque no lo creas. Era un bebé pequeño cuando nació pero después de que se obsesionó con mi leche, crecía y dejaba ropa muy rápido. A los seis meses usaba ropa de un bebé de un año".