Fanfic de Jelena
18.04.18-?
"¿Mami?" Sus pequeños ojos miel me miraron esperando por respuesta.
"¿Qué pasó bebé?" Lo tome por sus bracitos y lo coloque en mi regazo.
"¿Donde está mi papi? ¿Tengo un papi?" Mi corazón se rompió al escuchar esas palab...
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"Mamiiiiiiiiii. Eres la más bonita de todas". Jay Jay dijo con una gran sonrisa pero sabía que cuando comenzaba a decirme cosas así quería algo.
El encuentro con Pattie había sucedido la semana anterior sin embargo seguíamos en contacto, todavía no me caía el veinte que me había encontrado con ella y sabía que Jay era de Justin sin ni siquiera decírselo. Era extraño y tal vez más tranquila pero a la vez con una gran responsabilidad.
Decirle a Justin.
Pattie me había dado su número privado para que me pudiera comunicar con el porque al parecer si había ganado algo de fama.
Lo voy a hacer, lo juro.
"¿Quieres algo verdad?". Pregunté riendo pues sabía que con sus encantos lograba conseguir algo.
"Se me antojo uno de esos deliciosos pasteles de chocolate que tú haces mami". Hizo un puchero y se sobaba su pequeña barriga.
"Así que de eso se trata". Fingí pensarlo. "Sabes que solo puedes comer pastel los viernes". Le recordé.
"Pero para eso falta muchoooooo". Exageró.
"Uhu. Hoy es jueves cariño eso quiere decir que el viernes es mañana". Le dije.
Íbamos de camino hacia el restaurante para mi turno de la tarde y lo había pasado a recoger al kínder. Traté de dejarlo en una guardería en vez de que estuviera en el restaurante pero a el no le gustó mucho y éramos tan pegados el uno al otro que lo descarte además que le encanta estar en el restaurante y ayudar un poco, a todos les encanta que esté ahí así que no hubo nada de problemas.
"Bueno". Bufó aunque no estaba realmente enojado.
Al llegar a Maggie's Kitchen estaba más lleno de lo usual a una tarde de un simple jueves. Fer y Tanya se movían de un lado a otro tratando de complacer a todos los clientes y no caer al piso con las grandes charolas.
"Llegamos". Grito Jay Jay con su adorable voz.
"Parece que tenemos casa llena. Cariño ve a la caja y haz tu tarea mientras nos encargamos de todas estas personas". Ordené. En mis seis años trabajando aquí no había visto este lugar tan lleno.
Observaba a Maggie gritando instrucciones en la cocina a Tanya con una cara de puro enojo y a Fer casi llorando de la desesperación. Rápido fui al cuarto donde guardábamos nuestras cosas. Me coloqué el mandil, tome la pequeña libreta donde apuntaba las órdenes y por último pero no menos importante una pluma que Justin me había regalado y había decorado en el kínder.
