Fate/Prince of Shadows. (Traducción)

Capítulo 1

Shirou finalmente terminó de limpiar su casa, se tomó un momento para admirar su trabajo. "Supongo que lo hice de nuevo". Se dio cuenta de que podía ver un claro reflejo de sí mismo en su piso Dojo. "Espero que al viejo le guste de esta manera".

El joven Shirou tomó la limpieza como un pasatiempo, así como el tiro con arco. Mantuvieron su mente fuera del pasado. Solo han pasado 5 años desde ese día. Estaba cansado de mantenerse constantemente ocupado hasta desmayarse. Pero cuando eso sucedió, volvieron las pesadillas. Siempre volvían por él. El sonido del fuego crepitante y el olor fantasma de cuerpos en llamas invadieron su mente. Solo eran sueños, pero eran reales para él.

*TIMBRE*

Sus pensamientos fueron detenidos por el sonido del timbre de la puerta. Salió silenciosamente del dojo hacia su puerta principal. "¡Ya voy!" gritó para que la persona más allá de la puerta principal pudiera escuchar. Cuando abrió la puerta, fue recibido por una mujer con cabello largo y violeta y ojos carmesí. Ella grabó algo delante de él. se durmió justo después de eso.

Ella atrapó al niño dormido antes de que tocara el suelo. Sosteniéndolo cerca de su corazón. "No te dejaré ... mi hijo.

Falló nuevamente, no pudo salvar a Illya y traerla a casa. Kiritsugu Emiya sabe que esta será la última vez que intentará salvar a su hijo del resto de su familia. Sabe que solo le quedan unos pocos meses ... luego dejará a su hijo de 12 años, Shirou. Cuando Kiritsugu entró en su comedor. Descubrió que tenía un invitado no invitado, una mujer con una belleza deslumbrante, un cuerpo curvilíneo, ojos sorprendentemente rojos y cabello largo y violeta. Llevaba un traje negro y tenía un estuche de viaje muy grande a su lado.

"Hola, Magus Killer". Ella le dijo un tono calmante pero autoritario. Kiritsugu levantó la guardia, no sabe quién es esta mujer, pero al escuchar la forma en que habló y su apariencia, debe ser escocesa irlandesa. "¿Quién eres tú?" le preguntó con voz tranquila pero seria.

"... No eres largo para este mundo, ambos sabemos que la maldición te quitará la vida pronto". Kiritsugu estaba aturdido, ¿cómo sabía ella de la maldición de Angra Mainyu? "¿Quién eres tú?" le preguntó una vez más, esta vez con incredulidad, la mujer se movió a su izquierda para recoger un maletín lleno de documentos legales, le pasó el primero en la mano, fueron los resultados de las pruebas de ADN. Ella era la madre de Shirou Emiya.

"Soy la reina de la Tierra de las Sombras. Eso debería ser suficiente para decirte quién soy". Le dijo al viejo Magus Killer con una mirada engreída. "De ninguna manera" pensó, "ella es ... ¡es Scathach! ¿Pero cómo?'

"¿Pero cómo estás aquí?" le preguntó con voz sorprendida, cualquier preocupación sobre su hijo se pensaba por la ventana en este momento. "Siempre he estado en este mundo; las historias inventaron mi desaparición. Siempre he estado atento a tus plebeyos, es el deber de una reina hacerlo". Scathach le dijo con el mismo tono de voz y el mismo aura de antes, una reina que exigía el respeto de los de las clases bajas en la sociedad.

"¿Qué deseas?" finalmente le preguntó: "¿Qué quiero?" ella dijo con una sonrisa, "Lo que quiero es estar en la vida de mi hijo. ¿Es mucho pedir por ti, Kiritsugu Emiya?" él asintió no a su pregunta. "No, no es mucho pedir". Comenzó a bajar la guardia, pero solo un poco, mientras caminaba hacia la mesa del comedor y se sentaba.

Soltó un suspiro agudo, no iba a ser fácil hablar con Shirou. ¿Cómo uno alto su hijo es realeza. "¿Está dormido?" le preguntó a la reina de las sombras, ella respondió a su pregunta con un movimiento de cabeza, Shirou estaba dormido, usó una runa de sueño para asegurarse de que estaba a salvo.

"¿Cómo voy a decirle esto a Taiga?" él exasperado.

"Déjame manejarlo". Dijo Scathach. Kiritsugu rápidamente le preguntó que se abstendría de matar al tigre en forma humana llamada Taiga Fujimura.

"Por ahora, necesito ver a Shirou, tengo que asegurarme de que no haya tomado ciertos ... aspectos ... de mí". Ella le dijo en un tono algo preocupante. "¿Como qué, si puedo preguntar?"

"... Mi inmortalidad. Puede que mi último hijo no la haya tenido, pero siempre existe la posibilidad de que Shirou la haya heredado". ¿Qué? ¿Por qué estaría preocupada de que Shirou fuera inmortal? ¿No debería ser la inmortalidad una bendición?

"Espera ..." pensó el viejo Magus Killer en voz alta, colocando su mano derecha sobre su barbilla. "Cuando lo salvé, no había muchas quemaduras o heridas en él. Incluso después de haber sido aplastado por todos esos escombros". Scathach le dirigió una mirada que no mostró más que terror absoluto antes de correr a la habitación de su hijo. Kiristugu se levantó lentamente y lo siguió.

Scathach maldijo por lo bajo, castigándose por su inmortalidad y su necedad. "Por favor no lo tenga, por favor no lo tenga, ¡POR FAVOR NO LO TENGA!" ella se repitió una y otra vez.

Cuando entró en la habitación de Shirou, desactivó rápidamente la carrera de sueño que le puso. se despertó lentamente, preguntando qué estaba pasando. Scathach rechazó las preguntas de su hijo y se quitó la camisa para escanear su cuerpo y alma. Lo que encontró le rompió el corazón. "No ..." dijo ella mientras las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. "Lo siento, Shirou ..." le dijo a su hijo mientras comenzaba a abrazarlo. "Siento haberte maldecido ..."

Shirou miró a su padre adoptivo y le preguntó qué estaba pasando. Kiritsugu le dio una pequeña sonrisa y dijo. "Shirou, esta es tu madre, ella te ha estado buscando por todos lados". Shirou se sorprendió por un momento antes de abrazar a su madre.

"Mamá, ¿qué pasa?" Shirou, de 12 años, le preguntó a su madre. Ella simplemente siguió llorando sobre su hombro, sin dejarlo ir ni responder sus preguntas. Ella se odiaba a sí misma en este momento. Su hijo era inmortal como ella, sería maldecido para siempre caminar solo por esta tierra, obligado a ver cómo todos sus seres queridos morían y se convertían en polvo a su alrededor.

Tenía miedo de que él la maldijera, se enojara con ella y se alejara de su vida por eso. Ella quería que su hijo viviera una vida plena, que muriera satisfecho en sus logros y que viera a su futuro amante en el más allá. Pero su inmortalidad lo había despojado de su sueño.

Lo peor de todo es que la torre del reloj y todas las familias vinculadas a ella lo perseguirán, se lo llevarán y experimentarán con él para lograr la misma inmortalidad. "No" pensó, "no dejaré que se lo lleven, no dejaré que se lleven a mi hijo". Ella lo abrazó aún más fuerte. Su sollozo se calmó, permitiéndole recuperarse y comenzar a responder sus preguntas.

"Shirou, lo siento ... por mi culpa, eres inmortal, o en las primeras etapas de la realidad. La asociación de magos te perseguirá por mí. Por lo que eres".

Shirou estaba sorprendido por su revelación, 'de ninguna manera, soy ... inmortal. ¿Por qué mamá se enojaría con sus noticias?

"¿Por qué estás molesta, mamá? ¿No deberían ser buenas noticias para ti?" Shirou le preguntó a su madre con la ingenuidad de la juventud. "No Shirou". Ella le dijo mientras retiraba la cabeza de su hombro izquierdo para mirar a su hijo directamente a los ojos.

"Soy Scathach, la Reina inmortal de la Tierra de las Sombras. Eres su príncipe ... eso te convierte en un objetivo principal para cualquier Magus en el área, o en tu vida en general". Miró hacia abajo por un breve momento, sabe que solo hay una cosa que puede hacer, es lo que cualquier buen padre haría. "Mañana comenzaré tu entrenamiento. No dejaré que ninguno de esos perros Clocktower te quite de mí".

Tarde en la noche, Scathach entró en la habitación de su hijo y sintió que él no estaba bien. Ella vio que estaba sudando mucho a través de las mantas y su ropa. Ella se recostó en silencio junto a él y sostuvo su cabeza cerca de su corazón una vez más, descansando la barbilla sobre su cabeza.

"No dejaré que esos monstruos te alejen de mí ... no lo haré". Ella susurró y le acarició el pelo, tranquilizándolo y retrayendo sus pesadillas. Ella sabía muy bien qué atrocidades es capaz de hacer la Asociación de Magos. Ella ha tenido que limpiar algunos de sus problemas en su larga vida. Sabía que tendría mucho tiempo para entrenar a su hijo, su pequeño Príncipe de las Sombras.