LA PEQUEÑA PRINCESA

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Gideon de escuchar las ordenes de su padre, sabía que es el rey pero las exigencias de él a veces eran un poco absurdas pero se limito a que ninguna palabra saliera de su boca lo había recriminado muchas veces cuando seas el rey tomaras las decisiones mientras eso ocurre obedece las mías eso se repetia una y otra vez en su cabeza, su vista viajo hacia afuera donde pudo ver a Mae con su vestido color crema yendo hacia el establo -¿A dónde va Mae? -pregunto no a alguien especial, pero su padre respondió.

-Queria ir a dar un paseo por allí así que la he dejado -dijo despreocupado Gideon se levanto de la mesa dónde se encontraba trabajando con su padre.

-Gideon ¿A dónde vas? -pero este no se volteo a ver y siguió su camino -Gideon -escucho una vez más pero siguio su camino para encontrarse con Mae, ella iba saltando de felicidad posiblemente por poder salir a dar un paseo, pero no era bueno que fuera sola no cuando brujas se encontraban cerca del bosque y sabía cuando amaba Mae ir al bosque.

La siguio sin que ella se diera cuenta hasta llegar al establo, su caballo ya estaba preparado esperándola ¿Es que acaso nadie iría con ella? Se tranquilizo cuando vio a uno de los guardias esperandola -Mae -dijo llamando su atención, ella se volteo con una sonrisa cuando lo escucho, le encantaba pasar tiempo con su hermano -¿A dónde crees que vas sin mí?

Ella corrió a sus brazos dando pequeños gritos -¿Vas a ir conmigo? ¿En serio? -el asentió indicandole a el guardia que preparará su caballo que él iría con ella esta vez.

Mientras los caballos avanzaban por los árboles podía sentir la tranquilidad mientras el viento daba en su rostro podía ver a su pequeña hermana ver la copa de los árboles mientras dibujaba con sus dedos algo sobre el aire, estos eran los momentos que disfrutaba, no pensaba en que era un principe con obligaciones y preparándose para ser el nuevo rey, le gustaba simplemente ser él, escucho a su hermana reír, ella trataba de tocar una mariposa que se pose sobre la cabeza del su caballo, no podía creer lo parecida que es a su madre verla, escuchar hacía que se recordará profundamente a su madre y eso lo confortaba un poco.

Mae se adelanto en su caballo mientras seguía a la mariposa -¿Qué es ese olor? Gideon -pregunto mientras estiraba su cuello para seguir olfateando.

Él olfateo el aire pero no podía oler algo que no fuera pino -¿Qué olor? No logro distinguir nada -por más que lo intentará no podía distinguirlo.

Ella se adelantó más mientras seguía olfateando al aire, entonces Él percibió el olor poniendose rígido porque conocía ese olor -Magia -dijo para sí mismo pero Mae lo pudo escuchar.

-¿Magia? -sus ojos se iluminaron con emoción -¿Es una bruja? -la emoción era evidente en su voz, empezo a avanzar en su caballo rápidamente.

-Mae espera, no es seguro -Gideon tomo velocidad para detenerla, aunque su hermana no escuchaba ella siempre había querido conocer una bruja y le causaba emoción tenerla frente a sus ojos -Mae -siguió gritando mientras intentaba alcanzarla hasta que lo hizo y detuvo el caballo pero ya era un poco tarde.

-¿Eres una bruja? -pregunto con un toque de emoción en su voz.

La bruja la vió con curiosidad para luego ver a Gideon y sonreír con pervercion -Soy lo que llaman una bruja mala -dijo Mae la vio sorprendida mientras Gideon sabía que ella era la única bruja que desobedecía las ordenas y cruzaba el bosque del castillo -¿Quieres que te enseñé unos trucos? -le pregunto a la niña mientras levantaba su mano mientras movia sus dedos.

El príncipe salto del caballo para tomar su mano y empuñarla evitando que moviera sus manos -Ni lo pienses bruja -dijo con el ceño fruncido, mientras ella reía pasando la lengua por el filo de los dientes.

La BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora