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"Eres una fantasía hecha realidad, pero te estás moviendo tan cuidadosamente vamos a vivir peligrosamente "
Anya cuando despertó se dio cuenta que estaba totalmente desnuda en su habitación lo cual no le asombro cuando sus ojos se volvieron a cerrar a causa de la luz solar, se permitió prometer jamás volver a beber vino de esa forma, su teléfono estaba en la almohada, el cual cae en su cara por la gravedad, ella lo toma suspirando, se mete a algunas aplicaciones pero le llama la atención la notificación de la aplicación de mensajes, rápidamente abre y lee el texto de un número desconocido.
Papi Jamie: Buenos días pequeña. Anoche fuiste una muy buena chica así que hoy tendrás un regalo en tu casa. Disfrútalo.
Anya abrió la foto del icono y mordió su labio al notar que era el hombre con el cual había tenido una charla caliente anoche, suspira cuando siente un fuerte dolor de cabeza debido a todo lo bebido y ahora se jura jamás volver a beber con su mejor amiga.
Responde el mensaje con un simple: "Hola papi" que provoca que se sonroje, decide sacar el olor de sudor de su cuerpo por lo que se levanta lentamente, para luego caminar hasta el baño y darse una larga ducha.
Al salir se coloca un vestido debido al calor que había en Las Vegas, va hasta la cocina y ve a Ester en bikini bebiendo un café con cara de pocos amigos. Se alegra de no ser la única con una resaca encima.
- Que carita la tuya – ríe la morena burlándose de su amiga- ¿Quieres más café?
- Si bebo más café vomitare, y debo ir al estilista hoy ¿me acompañaras?
- No gracias- sonríe al morena- ¿quieres algo de comer?
- El café está bien para mí, no creo que mi estomago aguante algo más- suspira - ¿podemos ir en la tarde a bailar?
- Si claro... ¿todo bien?
- Solo es un mal día no me hagas caso- dice la rubia- iré a dormir antes de ir al estilista. Necesito un par de horas de sueño.
Anya asiente, toma su teléfono y sonríe al ver un mensaje de Jamie. No alcanza a responderle, ya que tocan la puerta la cual se apresura a abrir, un chico con una amable sonrisa.
- Tu nombre es Anya
- Soy yo- sonríe ella
- Tengo un paquete para ti- dice entregándole un tipo de dispositivo inteligente para que firme la recepción del paquete.
Anya asiente le firma la forma y él le entrega un paquete, la chica se despide cordialmente cerrando la puerta tras de ella.
Va hasta al sofá donde decide abrir el paquete, claramente no esperaba que dentro de este hubiera un conjunto rojo de lencería de encaje, un consolador que vibraba. La chica se sonroja y envía un mensaje a la única persona que le enviaría algo así.
