Uno.
"Por supuesto que estaba triste, pero ahora está bien ha esquivado una bala "
Mareada, con nauseas asà se sentÃa la castaña en pocas palabras: completamente borracha, su cuerpo flotaba mientras bebÃa junto a su compañera de piso y mejor amiga la cuarta botella de vino blanco que compraron en un supermercado para pasar sus mal de amor.Â
Quizás debieron esperar la pizza antes de comenzar a beber como si no hubiera un mañana. Pero aún tenÃa en su cabeza aquella conversación que tuvo con Jacob mientras le traÃa sus cosas de la universidad que alguna vez dejo en su departamento. Las separaciones apestan. Más aun cuando creÃas que estarÃas toda la vida con el chico que prometió amor verdadero.
- Es que esto es acojonante- rÃe la chica rubia frente a ella - no puedo creer que jamás has tenido un orgasmo. ¿Cuánto estuvieron juntos? ¿Cómo vivÃas con ello? Digo ese cabrón es el tÃpico que dice ser un dios en la cama, yo le dirÃa en la cama que ni orgasmos sabe dar.
Anya querÃa llorar por haberle contado algo asà a Ester, sabe muy bien que aquello lo usarÃa más en su contra que a su favor. Vamos que la chica era una diosa del sexo, para ella era un pecado tener 18 años y jamás haber tenido un jodido orgasmo. Aun asÃ, ella amaba a Jacob.
- No te lo dije para que te burles y no harÃa algo tan cruel como decirle algo asÃ- suspira acariciando tras su cuello- lo quiero y jamás me gustarÃa que hablaran mal de él.
- Vamos que todo el mundo cree que tu ex noviecito, es un Dios eso arruinarÃa su reputación -rÃe la rubia- pero es un perdedor ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos? - insiste la chicaÂ
- Cinco años- responde la castaña mientras jugaba con una hilacha de su camiseta - pero eso no le impidió dejarme por otra chica. Nuestra mejor amiga te recuerdo. Esa mierda si que apesta.
La rubia asiente, nunca le agrado Maddie, para ella era una pequeña perra celosa. Su bajita examiga era caprichosa y lo supo desde un principio cuando no paraba de coquetear con Jacob cuando Anya no estaba.
- ¿De qué porte la tiene? - cuestiona de la nada Ester ya que estaban en demasiado silencio por un rato.
- Ester- reprende la castaña
- ¿16 cm?
- Un poco menos...creo quizás 13- rÃe Anya.
- ¿es una broma? - rÃe la blonda- vamos que con lo alto que es, la polla deberÃa tenerla grande es un tema de proporciones.
- Dios no sé porque te conté esto, no vayas diciéndole a toda la universidad. Te lo dije porque eres mi amiga.
- Porque estas notoriamente ebria- corrige la chica riendo cuando suena el timbre- iré a abrirle al de la pizza ni creas que esta conversación se terminó jovencita.
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Hot girl |Jamie Dornan.
General Fiction¿Crees que puedas llamarme princesa mientras monto tu polla? Miniserie Mature: Libro I.