Capítulo 3: Café sin azúcar

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- ¿Ha estado así desde ayer?

- Creo que algo bueno salió de esa interacción con aquel cliente misterioso

- ¿Tu crees?

- ¡Claro! Sus preparaciones están volviendo a la normalidad, nada puede arruinar este bello día

Knuckles había ido al día siguiente a trabajar encontrándose con su amigo omega en tal estado de.. "enamoramiento", y todo gracias al cliente de presencia importante le dijo que su café estaba delicioso, además de que le pidió su número. Y es que, luego de que se quedaron mirando un momento que duro unos minutos de balbuceos extraños, Rouge tuvo que intervenir para sacar de esa extraña burbuja al alfa y al omega.

- ¿Cierras temprano?

- ¿Eh? N-No, a veces suelo cerrar a las 8, por si alguien quiere un ultimo café del día...

- Comprendo...

Blaze juro por Silver, que allí había algo, y que eso lo genero el café que Tails le preparo a ese cliente de apariencia importante y misteriosa. Cuando llegase a casa le contaría al chico de cabello plata lo que había sucedido. Y le contó, Silver quería ir como toda persona interesada en la vida de sus amigos a consultar los detalles, lamentablemente le agarro la fiebre otra vez y tuvo que quedar al cuidado de su vecina. Pero ya cuando se recuperará iría a averiguar lo que parecía ser una hermosa historia de amor.

Sus amigos le miraban contentos, Tails estaba volviendo a sacar sus sonrisas y el ánimo que le caracterizaba, y todo por ese cliente, a quien querían agradecer de alguna forma. Incluso los padres del chico supieron de aquella extraña noticia, aunque estaban algo confundidos, pero si eso devolvía el animo a su hijo, lo aceptarían.

Después de todo, el bienestar de Tails era lo más importante para ellos, aunque el problema de su hijo le bajará los ánimos durante su adolescencia, como familia tenían que ser fuertes, y sobre todo Tails, quien fue el más afectado.

- Dos expressos y un café latte, Knuckles - Tails apareció en la pequeña cocina con su sonrisa, y una ola de entusiasmo lleno a sus amigos

- ¡Enseguida!

Pero algo molestaba al omega, y era, que el cliente del día de ayer no apareció por la zona. Quizás se levantaba muy temprano y solo apareció ayer y ahora nunca volvería. Pero era inevitable esa atracción que tuvo hacia el alfa de mirada rojiza, su corazón latía desenfrenado con el simple roce de sus manos.

También fue un día tranquilo, todos quiénes aparecían le comentaban que les alegraba de verlo con un buen humor. Denle las gracias a aquel alfa. Y sobre todo, no había recibido aquellas molestas cartas del antiguo alfa azulado, eso le hizo sentir con un peso menos.

Su amigo alfa entraba algunas sillas y mesas que eran ocupadas por los clientes durante el día y las dejaba a un costado de la puerta principal.

- ¿Seguro que puedes cerrar solo?

Blaze junto a Knuckles se quedaron para ayudar a su amigo a limpiar y ordenar como todos los días. Hoy decidieron cerrar media hora antes debido al clima lluvioso que se presento durante la tarde, haciendo que la cantidad de clientes bajara un poco.

- Estaré bien chicos, ya he cerrado solo antes - Tails limpiaba unas mesas cerca a la ventana. - Además, mi casa esta arriba y puedo cerrar por fuera y quedarme adentro, no habrá problemas

- Eso lo sabemos Tails, pero... - Knuckles no parecía muy convencido de dejarlo solo, y aún así lo interrumpieron

- Rouge te está esperando en casa, Knuckles, sabes que ella te tiene una sorpresa por su aniversario... - El alfa se sonrojo, hoy era su aniversario de novios y ella le tenía un regalo en casa y el también le llevaba una sorpresa. - Y Blaze, Silver aún esta enfermo y estoy seguro de que quieres ir con el ahora... - Tails sabía que ellos no eran solo "amigos", incluso querían mantener su cercanía en secreto por alguna razón, pero para el omega no fue difícil saber que sucedía entre ellos.

¿Té o café? [Shadow x Tails]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora