ⅩⅩⅣ

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Capítulo 24.





SeHun:


Dios. Este tipo no puede ser más terco.

SeHun:―Que no, no estás apto para seguir entrenando―Repetía por tercera vez, intentando mantener la calma.

Desde que terminamos con el clan Taemin no puedo evitar preocuparme por Suho. Dentro de ese infecto lugar se derramó mucha sangre, tanto nuestra como la de los idiotas de Taemin.

Y en una de esas, Suho salió perjudicado.

No fue muy grave, pero fue lo suficientemente fuerte como para darnos un buen susto.
¿A qué me refiero? Bueno, pues el imbécil dejó que lo balearan y lo golpearan entre tres, tuve que ir yo armado a matarlos a quienes se atrevieron a tocarlo. Recibió balas en los brazos y en la cintura, afortunadamente ninguna se quedó incrustada en su cuerpo y todas salieron limpias. Pero aún así, Lay le prohibió hacer todo tipo de actividad que exigieran fuertes movimientos y reacción física.

Y claro, el pibe no deja de tener hormigas en el culo a todo momento.

Ví que seguía en lo suyo, vendado sus puños y sin dirigirme la mirada.
Suspiré y volví a hablar, esta actitud suya me hace renegar cada vez más.
―No te lo digo yo, te lo dice Lay, es un profesional, hacéme caso cuando te digo que lo escuchés...―Sugerí en más un tono de advertencia.

Él reprimió una risa, mientras me miraba como si fuera su bufón.
Suho:―Pff, por favor SeHun, no me hagas reír―Dijo negando. Una sonrisa divertida se plasmó en su cara. ―No le hago caso a Lay, ¿Y te voy a hacer caso a vos?―Ingirió con una postura sarcástica y prepotente. ―Tsk-tsk-tsk-tsk~―Negó altanero mientras chasqueaba su lengua. Me miró a los ojos―Justo yo te voy a hacer caso a vos―Quitó el reloj de su muñeca. Un rólex creo que era.

Sentí cómo mi entrecejo se arrugaba.
Estás jugando con fuego, JunMyeon.

SeHun:―¿No podés ser un poco menos cabeza dura y pensar que es por tu salud? No, osea, respondéme sinceramente porque capaz que sos tan especial que masticás agua y yo no me doy cuenta―Dije irónico.

Él soltó una estruendosa risa. Dió repentinamente un manotazo a la mesa y se incorporó en mi contra, con un poco de sorna en su semblante y el ambiente más tenso que antes.

Y no precisamente de tensión sexual.

Suho:―No es tu problema lo que haga o lo que no―Dijo entre dientes―Así que metéte en tus propios asuntos y a mí dejáme quieto, ¿Me captás?

Y sin decir más dió media vuelta.

Estuvo a punto de abrir la puerta y salir al campo de entrenamiento, pero no llegó a tiempo. Antes de que siquiera llegara a abrir la puerta la cerré fuertemente, se pudo escuchar el portazo resonar en toda la habitación. Con la puerta cerrada frente a él, lo acorralé contra la fría y refinada madera, pegué mi boca a su oído, y susurré:―Si entendés que tus acciones acarrean castigos, ¿Verdad?―Le murmuré con picardía.

Él se estremeció cuando sintió mi aliento golpear su lóbulo, su espalda se arqueó y tembló ligeramente bajo mi presencia. Soltó un respiro y lentamente dió media vuelta. Me miró a los ojos fríamente. ―Por lo que me importan tus palabras la verdad―Asintió con mofa, adoptó cierto humor al decirlo. ―No finjas preocupación por alguien que no te importaría matar mañana, sacá la mano de la puerta y rajá de acá―Ordenó contundente.

[EXØ] 𝐒𝐮 𝐀𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐮𝐩𝐜𝐢ó𝐧. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora