P.O.V: Adda.
Okey, este viaje fue más incómodo de lo que esperaba. Volteo a ver los asientos que casualmente comparten Tommy y Amy, el destino tiene una relación de amor-odio con ellos dos. Es gracioso como evitan la existencia del otro en asientos pegados. Hoy a la mañana en nuestra cocina interrumpí una situación rara entre ellos, en la cual la cara de mi amiga estaba roja como un tomate, ceño fruncido y sus manos en puños. Mala, muy mala señal. Tommy tenía las venas marcadas de su cuello, muy poco común en él, signos de una discusión mutua. Después de eso todo fue silencio y respuestas monótonas por parte de ambos. Harta de tratar de averiguar que sucedió y no obtener las verdaderas razones a su molesto comportamiento después de interrumpirlos, los ignoré y reí mucho cuando se dieron cuenta con mala cara que sus asientos estaban juntos. Quiero creer que el destino verdaderamente los ama.
-Pasajeros por favor abrochen sus cinturones, en 5 minutos comenzaremos el descenso- La azafata me recuerda que estoy a una hora de hacer frente a mis mayores miedos, por tercera vez.
Bajamos en silencio del avión, cuando hacemos presencia en el aeropuerto veo el inconfundible hombre fornido de 1.93cm con un cartel de bienvenida para nosotros. Sonrío viendo como todas las señoras y señoritas a su alrededor no disimulan las miradas calenturientas hacia mi apuesto y único tío.
- Así es como se comportan cuando no me ven desde hace seis meses jovencitos mal agradecidos- Benny trata de parecer ofendido mirándonos fijamente con esos ojos gatunos verdes, pero una sonrisa de felicidad lo traiciona a los segundos. Nos abraza a todos con fuerza, haciéndonos quejar. Créanme el tío Benny es enorme.- No lloren, sé que me extrañaron mucho.- Dios, siento que me parte los huesos!
Tommy recibe un apretón de cachetes que logra que refunfuñe dramáticamente del dolor rodando sus ojos, pareciendo más poseído que otra cosa. Aunque en el fondo ama que su padre sea infantil con él.
-Papá!! Duele!!! Ya!- riéndome veo cómo va por los cachetes de Amy, y logra su cometido porque ella está extrañamente distraída. Pensativa la miro fijamente, ella suele ser muy escurridiza para estas cosas.
-Hola bella Amy, cada día más hermosa y parecida tu tía- ese comentario hace sonreír a nuestra loquita. Cuando lo veo venir por mí, rápidamente salto y lo abrazo fuertemente, haciendo que de vueltas como si tuviera 3 años. Sip solo tengo 27 físicamente y estoy orgullosa de eso.
-Hola pequeña de mi corazón, ¿cómo has estado?
-Hola mi pequeño vikingo, bien espero que me hayas preparado tu postre especial- Digo entusiasmada, porque ¡rayos! Esos postres hacen que viaje al paraíso del chocolate.
-obvio mi ciela- lo miro alzando mi ceja, porque Benny siempre se ha esforzado para estar a la moda en todo.
Riéndonos los cuatro viajamos sin tensiones, es la magia del tío Benny. Él logra que siempre te sientas mejor y protegido, es un buen hombre, ojalá su hermano fuera como él. Sacudiendo mi cabeza para borrar esos pensamientos repentinos, me doy cuenta que estamos frente al portón de nuestra casa, la gran residencia Park.
En un último momento parados frente a la gran puerta de entrada, siento mi cuerpo temblar en una combinación extraña de sentimientos, pero al instante siento a cada lado como Tommy y Amy toman mis manos, apretándolas en forma de apoyo silencioso. Uno que siempre me dieron desde que nacimos. Suspirando en este momento dramático, cuando voy a abrir la puerta y hacer mi entrada triunfal… todo se va a la basura cuando esta se abre de un tirón sorprendiéndonos a los cuatro.
Que Dios y Voldemort se apiaden de mi alma, devuelvan mi corazón y no dejen volar mis bragas, amén.
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Amor Resiliente.
Teen FictionResilientes, como quienes superan obstáculos en la vida, aman sin medidas y sufren las consecuencias. ♡Disponibles los primeros 5 capítulos y luego hago actualización todos los viernes, aunque si hay inspiración suelo cortar la semana con capítulos...