New Mexico (Caryl fanfic)

Día 2

Desde que se habían puesto en marcha de nuevo, Carol había notado que Daryl estaba algo distante.

El viaje fue algo más cansado, quizá porque había una extraña tensión entre ambos. Al igual que el día anterior, tuvieron que cambiar de ruta en alguna ocasión, pero finalmente llegaron al sitio marcado en el mapa: Grenada. Era un típico pueblo del centro de Mississippi. Buscaron de nuevo una casa abandonada que estuviera en condiciones, pero tras acabar en una zona comercial, tuvieron que conformarse con una tienda de colchones. Mataron a un par de caminantes que estaban encerrados en el interior y después, se adentraron en el establecimiento.

Revisaron todo el local, que estaba totalmente destrozado, pero de todos los locales comerciales que había en la zona, este era el único que las cerraduras aún resistían y los cristales no estaban rotos. De hecho, parecía que había sido el hogar de algunos supervivientes durante algún tiempo, pues había restos de comida y un par de cantimploras al fondo de este. Cuando Daryl encontró dos cadáveres totalmente devorados tras el mostrador de la tienda, confirmaron sus sospechas.

Encontró una mochila con algunas conservas, entre ellos, bolsas de patatas y varias chocolatinas. Tras revisar cada uno de los rincones y asegurarse de que era seguro, Carol y Daryl se acomodaron al fondo del local para evitar ser vistos por los caminantes a través de las cristaleras. Se sentaron en el suelo mientras colocaban las linternas de pie, para que éstas alumbraran hacia el techo y así poder tener un poco de luz. Sacó los restos de comida que aún sobraba y algunas conservas.

A pesar de que normalmente estaban acostumbrados a compartir los silencios, ese día había algo extraño en el ambiente.

Daryl admiraba los trozos de ardilla cocida antes de llevárselo a la boca, mientras pensaba en la situación en la que se encontraba con Carol. Él era consciente que sus sentimientos por ella iban más allá de una simple amistad, y lo peor es que llevaba demasiados años intentando esconderlos.

Un dolor punzante en el pecho apareció al recordar el día en que se dio cuenta de cuáles eran sus verdaderos sentimientos: fue el día en que vio a Carol besar a Ezekiel. En ese momento, ni siquiera comprendió porque le generaba tanto dolor. Y aún sufrió más cuando supo que se iba a casar con él.

¿Por qué le dolía tanto? Se preguntaba una y otra vez. Hasta que se percató que él quería a Carol como algo más que una amiga y deseaba estar en la posición del Rey. Nunca había sentido nada parecido por nadie en toda su vida, pero imaginaba que eso era lo que llamaban amor. Y a pesar de que le dolía verla junto a otro hombre, otra parte de él quiere su felicidad por encima de todo, y sí ella lo era junto a Ezekiel, Daryl le apoyaba.

Sin saber cómo dominar su sufrimiento, él se había alejado en la soledad de los bosques, con Dog.

Ahora ella ya no estaba con Ezekiel y estaban lejos de Alexandria los dos solos, pero él sabía que Carol no le correspondía. ¿Cómo iba ella a fijarse en un hombre como él? Era absurdo. Él solo era su amigo, su mejor amigo.

Daryl no dejaba de pensar en el extraño momento que había ocurrido horas atrás en la orilla del rio. Por una milésima de segundo, tuvo el impulso de dejarse llevar y besar esos labios que tanto deseaba; pero otra parte de él estaba aterrado de dar un paso en falso y fastidiar su amistad con Carol, jamás se lo perdonaría si eso ocurriera. Daryl tenía la sensación de que se estaba arriesgando mucho en ese viaje, él sentía que sus sentimientos por ella iban en aumento. De hecho, no estaba seguro si iba a poder esconderlos por mucho más tiempo, y estaba aterrado.

Necesito que te quedes.

Daryl no había podido acallar sus deseos de que ella se quedara en Alexandria y se lo había hecho saber. La necesitaba a su lado, ya no soportaba más que estuviera a cientos de millas de él, sin saber si alguna tormenta acechaba su bote poniéndola en peligro. Por esa razón, aceptó, casi sin meditar, la opción de huir en moto. Lo único que le importaba era estar junto a ella, a pesar de que esto suponga sufrir por ser solo su amigo.