DarylDixon ¥

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Cinco años han pasando.
De los cuales no he sabido nada sobre él.
Nunca me dejo ir a verle.
El primer año recibía cartas de vez en cuando pero dejaron de llegar.
Le quise pero no pude detenerle, y aunque hubiera podido me habría dolido más tenerle que dejarle ir.
*
*
Vino gente nueva, de muchas partes...
El santuario, el reino y nosotros le abríamos las puertas siempre.

-Hola encantador de caballos- le digo dándole un abrazo por detrás a Tristán
-Hola- dice dándose la vuelta
-¿Saldrás?- le pregunto
-Si, iré a dar una vuelta... - dice sonriéndome
-Ten cuidado- Le digo rozando su nariz con la mía y él asiente.
Le veo subirse en el caballo e irse.

-¿Que tal?- me pregunta Olga
-Eh, ¿Y tú?- le digo acariciando su pancita
-Bien, deseando que nazca ya- dice haciendo un gesto de cansancio y me rio
-¿Os dijeron ya que es?- le pregunto
-¡Si! Es una niña y se llamará Emily- dice feliz
-Oh, me encanta...- le digo sorprendida
Me despido de ella y me voy a casa.

Mañana harán una feria en el Reino y han invitado a todos con una carta muy elegante.
Tristán y yo estamos muy emocionados por ir, él verá a su hermano Samuel después de un año y yo a Alaïa.

Samuel y Alaïa se conocieron aquí en una comida que hicieron y desde ese día fueron inseparables.
Ellos decidieron irse al Reino por motivos que desconocemos... pero aun así nos carteamos muchas veces.

Los hermanos se criaron a las afueras de Dakota, vivían en una granja hasta que pasó todo esto.
Estuvieron viajando porque decían que así despistaban a los caminantes y quizás llevaban razón.
Cuando llegaron aquí sintieron que este era su lugar, y así fue.