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1mer Mes

El pelirosa iba de un lado al otro llevando almohadines, mantas y cosas variadas que usaría luego. Su pequeña pancita daba pequeños botes al corretear.

Preocupado por la llegada del invierno, pues debía hacer de este el más cómodo. Se había tomado la libertad de tomar "prestadas" algunas cosas de su ausente novio.

Llevaba una pequeña libreta púrpura en sus manos regordetas, junto con aquel bolígrafo de tinta rosa olor a frutilla, era agotador prepararse solito, deseaba que su pareja estuviera en ese momento ayudándolo a mover las cosas.

— Cobijita rosa...— revisó en el listado y luego a su alrededor.

— Listo~ — Sonrió tachando eso de la lista.

— Almohada de Yoonie..Listo también.

— Reproductor de música...

Al no verlo entre sus montículos de cosas, se apresuró a buscarlo en la sala, era mucho trabajo pesado para un pequeño osito... Más aún si este debía cargar con todo lo pesado, antes de continuar tomó un merecido descanso con un pequeño aperitivo intermediario. Decidió llamar a uno de sus mejores amigos mientras reposaba en el cómodo sofá.

— ¿Mimi? — cuestionó la voz desde la otra línea.

— Koo~ — Sonrió al oírlo

— ¿Estabas ocupado? — cuestionó el pelirosa mientas se comía la frutillita de aquel pastelillo.

— Para hablar contigo, nunca, no señor. ¿Qué andas haciendo?

— Me preparo para el invierno, ¿Qué hay de ti? ¿Todo va bien con Moonie?

— Va de maravilla, hace poco regresamos de almorzar, lo que me recuerda, ¡Deberías ir a ese restaurante! — sugirió el pelirojo

Su pancita retumbó recriminando al pequeño que no había almorzado por esperar a Yoongi.

— Ojalá pudiera, Yoonie no llega aún...y tengo mucho mucho trabajo pwo hacwwr..

— ¿Estás comiendo? ~ — preguntó riendo al oír a su amigo.

— Uhum...Yoonie lwo compwó paftwelitos ayer... — alegó con una vocesita suave y llena de alegría.

Lo cierto era que cierto niño glotón había despertado a altas horas de la noche exigiendo al castaño y pálido de su novio pastelitos de vainilla, ¿De dónde podría sacar semejante pedido a las cuatro de la mañana?
Ante la negativa de este, hubo una pelea de almohadas, claro, solo por parte del más pequeño. Un claro berrinche, así es.
Para terminar con el ansiado gusto en sus manitos, cuatro pastelitos para él solito, su pancita estaba muy muy feliz por ello.

Y era cierto el pequeño comenzaba a ganar un poco de peso cuando el invierno estaba a flor de piel, Yoongi no entendía muy bien, pero pronto estaría por descubrir que los ositos también hibernan.

[...]

Presentadas las cuatro y media de la tarde las llaves abrieron aquella puerta de madera.

— ¿Minnie?~ Estoy en cas-...

Y ahí estaba su pequeño y glotón noviecito, rodeado de cajitas de pastelitos extra que había pedido por su cuenta. Su pancita hinchada cual globito de fiesta infantil y sus manitos masajeando esta para disipar el dolor.

El contrario negó y se acercó al pequeñín, colocó su cabeza en sus muslos y con su mano libre brindó aquellos masajitos en su barriguita gruñona.

— Mimi no había almorzado por esperar a Yoonie...— comentó

— En ese caso..Mimi debió ordenar comida saludable y no pastelitos...¿Hm?~

Teddy Bear || YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora