Teddy Bear || YM

🥯

3er mes

Ya habían pasado dos meses desde su inicio de preparación del invierno, Mimi aún tenía mucho por hacer. Este día había escogido ir al supermercado para comprar algo de ropa nueva y de paso llenar la despensa, Yoongi lo acompañaba llevando el carrito.

— Uhm...

Estaba batallando por dos cajas de cereal, estrellas o colorines, ¿Cuál debería llevar? Estaba muy enfocado, giró sobre sus talones y se las mostró a Yoongi.

— ¿Estrellas? O ¿Colorines? — musitó

— ¿Estrellas? — respondió

— Las estrellas saben bien, pero los colorines tienen distintos sabores...

Yoongi colocó algunas cosas para el desayuno, entre ellas jalea de mora y algo de pan. Al volver con un sobre de saborizante de vainilla para la leche en polvo, vio ambas cajas en el carrito, levantó la mirada al gordito quien sonrió.

— Mimi llevará ambos y así podrá elegir para la próxima vez— agregó muy seguro

Yoongi negó rodando los ojos con una sonrisa, avanzaron con el carrito unos metros más. Visitaron diferentes pasillos con muchas cosas interesantes, como dulces galletas, lácteos, fideos...Hasta llegar a la parte de panadería. Los ojitos del pelirosa se clavaron en una donas con glaseado, jaló de la chaqueta de Yoongi pidiéndole esta mediante señas. Mimi podía ser muy engreído, pero Mimi conseguiría todo lo que quisiera.

— Yoonie...— señaló el empaque transparente con seis de ellas.

Tenía un bonito y resaltante puchero en su boquita y con ello una pancita gruñona que los exigía.

— Por favor~ — alargó la última sílaba tirando de la chaqueta.

— Mimi tiene suficientes golosinas en el carrito, por lo tanto, no. — respondió

— Andando, tenemos que pasar por los probadores.

En ese momento, nadie esperaba que aquel chico de cabellera rosa se sentara en el suelo de cerámica, se abrazara de la pierna del mayor con fuerza. Por su parte Yoongi trató de avanzar, puesto que no era la primera vez que ese osito hacía un berrinche en público, la diferencia entre este y los anteriores fue que la pierna del pálido no pudo ni siquiera levantarse del suelo. Alguien había comido demasiado y con ello se evidenciaba en su peso.

— Minnie...Vamos ya, no hagas esto difícil...— musitó.

— Sabes que tus berrinches no me molestan, después de todo, es a ti a quien miran...

— ¡MIMI QUIERE DONAS! — Interrumpió al mayor, amenazaba con lloriquear

— Mimi tiene muchas golosinas, no puede tener más.

Y empezó aquel grito agudo acompañado de un largo lloriqueo, Mimi era muy mimado, Yoonie tal vez debería empezar a corregir eso, pero cómo negarle algo a esos ojitos de miel...

Estuvo lloriqueando aproximadamente por unos veinte minutos, sus mejillitas rojas de tanto llanto y sus hipidos, era tan lindo cuando lloraba. Sorbió su naricita mirando a su novio.

— ¿M-Mimi ...snff...n-no puede?~

¿Tendría el corazón para decirle que no? Su pequeñito había llorado mucho y sin duda conmovería a cualquiera..

— Bien, Mimi puede llevarlas, rápido...— respondió

El pequeño brincó del gusto limpiando los restos de gotitas saladas y besando repetidas veces el rostro de su novio, tomó aquella cajita y la dejó en el carrito, estaba muy emocionado.