Iron soul.

Always remember.

Emma observó desde su nueva cama a los dos peludos durmiendo tranquilamente en el suelo, cerca de ella. Los tres respirando el mismo aire, sintiendo como la conexión extraña -magia decían aquellos bárbaros- fluía entre ellos. Sus pechos peludos y negros inflándose en una respiración regular. Casi podía jurar que esas respiraciones se movían al ritmo de las de ella.

Ella definitivamente no sabía qué creer. No sabía si era religión, magia, su maldita suerte o alguna otra cosa más allá de su conocimiento y existencia, pero aquellos animales la habían elegido, salvado y luego la habían intentado defender de aquellos bárbaros. Era casi como si la hubieran estado buscando para encontrarse con ella. Casi como si ella hubiera terminado en aquella tierra por una razón.

Recostándose en el colchón de paja -nada comparado a la cama que había tenido la oportunidad de disfrutar durante años en su hogar- estiró su cuerpo fatigado. Podía sentir aún como se había lanzado en medio de aquellos animales y esas hachas amenazantes. Rangar y Aaren habían dispuesto una especie de casucha para ella. Nada de comodidades, claramente. Pero era definitivamente mejor que cadenas, oscuridad y el olor a moho de aquella cueva, aquella prisión. Podía aún sentir en su nariz el hedor antiguo de los huesos repartidos del suelo lleno de lodo.

Casi se sintió agradecida.

Segura y rodeada de sus nuevos acompañantes se permitió deslizarse por la oscura senda del recuerdo. Estos días habían corrido, se habían deslizado de sus dedos como si se tratara de agua. Llenos de desdén y de tareas estúpidas por hacer.

Los hechos del bosque aún rugiendo en su cabeza. Podía ver perfectamente el rostro de los dos formidables hombres perderse en la confusión y en la sorpresa. Y para su propia jodida sorpresa, ella no tenia ni idea que animales como esos eran sagrados, que una conexión así no ocurrida de vez en cunado y que era algo venerado. Antes de un parpadeo y de lo que era el comienzo de un definitivo derramamiento de sangre ellos retrocedieron, sí, retrocedieron con respeto. Ella sintió en su piel, como si siempre hubiera estado ahí, como algo se calaba en sus huesos y se movía bajo su piel como sangre. Los animales, al parecer, seres inteligentes, se mantenían gruñendo, mostrando los dientes, pero clavados en su sitio un poco más adelante de ella. Protegiéndola como una más, como si fueran uno.

Podía recordar aún la furia contenida en una mueca de aquellos dos idiotas. El veneno saliendo de los labios de Rangar, gruñéndole dos opciones. Te pierdes en el bosque a tu suerte con estos dos o vienen a la aldea con nosotros, con nuestra protección -Miró a su amigo, quien a su costado se encontraba con la mirada fija de aquellos dos contrincantes, como quien analizaba a un enemigo antiguo y peligroso – Y no dejaré que este idiota te venda a nadie, trabajarás para nosotros.

Aún podía saborear la primera opción. Libre, libre. Era todo lo que mis oídos habían escuchado. Podía recordar como a mi espalda el bosque parecía cerrarse, como si estuviera vivo y atento a mi decisión, llamándome como si fuera una presa. Y yo... yo había tenido suficiente por aquel día. Por otro lado, yo sabía, a pesar de aquella cosa extraña que aún sentía vibrar en mis huesos, que este no era mi territorio y a pesar de aquel par de colmillos que ahora se encontraban flaqueándome como perros falderos, no sobreviviría. Nada más que un gusto amargo y el dolor de mis palabras tragadas fue lo que quedó después de que les respondí la segunda opción. Aún con los ojos en los depredadores frente a ellos asintieron, levantándose como si fueran uno y caminando por sobre sus pasos, con una dirección fija y pasos firmes.

La reacción de la gente de la aldea había sido una cosa muy distinta, recordó. Ella lo odiaba. Odiaba recibir aquellas miradas que había recibido toda su vida. Miradas a las que tendría que haber estado acostumbrada, me reproché. Los susurros y los escupos lanzados a mis pies eran lo más humillante de todo, sobre todo porque no podía hacer nada al respecto. Al menos, no todavía.

El nudo en mi garganta pareció ser constante de repente y a mi lado Cass y Sam parecieron removerse un poco en medio de sueños lobunos. Como si ellos sintieran, como si sintieran todo en mí.

La gente parecía solo resistirse a acercarse con cuchillos en busca de mi muerte solo por ellos, y yo nunca había estado tan agradecida con algo o alguien en mi vida. Por el momento, y sin comprender bien aún el por qué ellos eran mi salvoconducto y la única razón por la que me dejaban vivir. Si es que esto se podía llamar vida realmente.

El vacío en mi interior me respondió, mofándose. No, esta no era vida. No cuando convivía con la gente que le había arrebatado la vida tan fácilmente de los ojos de mis seres queridos. Las únicas personas que había amado y que me habían amado a mí.

Allá, a un océano de distancia, todo había sido tan diferente pero tan parecido a como era acá. Ellos también me habían odiado, con vehemencia y fervor. Yo no era uno de ellos a sus ojos tampoco. Cómo podían aceptarme con tantas historias naciendo en sus bocas, con tanto temor en sus ojos. El temor se convirtió en rechazo y este en odio. Y yo, yo no había hecho nada para cambiar eso. Y eso... eso no ocurriría de nuevo. No porque quería aprobación -quise reír ante la idea- Sino porque los destruiría desde dentro, desde los cimientos, supo. Y para eso tendría que ganarme su respeto, su confianza. Ser uno de ellos, pensar como uno de ellos. Matar como ellos, para después, matarlos a ellos.

Emma no supo cuántas veces se repitió aquella promesa de venganza antes de deslizarse en la oscuridad de sus sueños. 

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Hola! ¿Cómo están? Sé que ha pasado muuuuucho tiempo desde que publiqué esta historia y nunca pensé en seguirla en realidad, pero acá estoy, subiendo pedazos de esta historia que se me volvió a venir a la mente ... y pensé ¿por qué no seguirla? Han pasado como cinco años, pero aún así me gustaría saber si a ustedes les gustaría que siguiera escribiendo un poco acerca de esto. Emma es un personaje al que le tengo cariño y con el cual tengo muchos planes, y a mi me encantaría seguir escribiendo acerca de ella. 

Las leo para saber su opinión!