Capítulo 15🐾

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Quería matarlo! No, definitivamente eso era muy poco para las miles de
ideas de lo que le podía hacer a plan en ese momento. Matarlo sería muy
fácil, quizás torturarlo un poco arrancándole cada uno de sus dedos hasta verlo llorar y después cosérselos. Y no, ae no era un seguidor de esas
películas donde todo es sadismo, pero en este momento sabía que podía
moler a golpes al Plan si lo tuviera frente a sus ojos.

Era la tercera, quizás cuarta vez que recorría las mismas calles cercanas a la urbanización donde vivía uno de sus mejores amigos, pete no aparecía por ningún lado y ya se había hecho de noche. Ae se encontraba pasando por cada etapa de la locura hasta este momento, donde sus sentidos se
encontraban agudos, intentando escuchar hasta el más mínimo ruido por si alguno de esos se parecía al maullido de un gatito.

No era que fuera llorón, él podía justificar las lágrimas que no dejaban de caer de sus ojos con el simple hecho de que se le había escapado el amor de su vida, no encontraba a su pequeño niño y si no aparecía era capaz de golpearse la cabeza contra la pared hasta que reventase, claro, eso después de hacerle lo mismo a plan.

Una vez el castaño lo había llamado, ae cortó el teléfono sin siquiera
escuchar lo que seguía después del "pete se escapó, ae."

Salió de la casa, sin importarle absolutamente nada, solo buscar al pequeño, que no había
estado en la calle nunca desde que lo conocía, que estaba lejos de la casa de
Ae y por sobre todo, al que estaban buscando unos hijos de puta para
hacerle sabrá ae que cosas.



Claro, se había asegurado de dejar a meam y a can en su casa, con la intensión de que si alguien volvía a pasar preguntando por pete , supieran que sí había un adolescente y un gato ahí, pero no eran los que ellos estaban buscando; y bueno, mean servía de mucho, ya ae se encargaría de quitar las manchas de evidencia de los actos sexuales entre esos dos de su sofá, esa no era su prioridad ahora.

-Maldición, pete , dónde estás. -

Quería sacar la cabeza fuera de su auto y gritar a los cuatro vientos el nombre
de su bebé, pero a la vez sabía que era ya tarde y si lo hacía, al menos una
persona terminaría llamando a la policía por un loco psicópata que se le
ocurre hacer un teatro de gritos en la calle a esa hora.

Lo peor de todo era que su mente le jugaba muchas malas pasadas.

Él podía hasta ya imaginarse a pete siendo raptado fuera del país con tal de que no se escape de nuevo, o a personas haciéndole tantas que cosas al pequeño minino por ser tan malcriado y huir.

No quería, ae jamás se perdonaría la
vida si perdía al dueño de su mundo una vez lo había encontrado.

Detuvo su auto en un semáforo en rojo y golpeó su cabeza contra el volante.

Dolía, sí, pero nada se comparaba a la opresión en su pecho por la simple
idea de perder a pete y a esa amarga sonrisa en su rostro. ¿Cómo podía
cambiar tanto su vida de un momento a otro? Ae había pasado desde ser
un chico totalmente normal, con un trabajo casual y una vida monótona, a un ladrón del pequeño que le robó el corazón y no iba a dejar que esos que se
decían sus dueños pusieran una mano sobre lo que le pertenecía, porque
Pete era suyo, completamente suyo.

Él sabía que no podría vivir nunca sin
volver a escucharlo.

-Meoooooow~

Exacto. Sin volver a escuchar esos maullidos hermosos que le hacían sentir
como su corazón bailaba en su pecho y las mariposas de su estómago le
informaban que todo, todo estaba bien, él había caído en una especie de
hechizo desde la primera vez que pete dijo su nombre
.
- ¡aee!

🐾Neko  corporation🐾 adaptación PerthsaintDonde viven las historias. Descúbrelo ahora