Capítulo 16: Papá... ¿eres tú?

689 59 8
                                    

P.O.V NARRADORA

—Agh... mi cabeza...

Akil abrió sus ojos con cierta molestia, levantó sus brazos para despega su rostro de aquel suelo tan suave, se limpió la tierra de la cara para darse cuenta de algo, aquella tierra era muy suave, mucho más que la de una playa, por lo que miro a todos lados, viendo más y más arena.

—Estoy... ¡¡EN EGIPTO!!.

Se levantó viendo las pirámides, no pudo ver quien fue la persona quien literal lo jalo hacia ese mundo, trago en grueso para mira a todos lados, esperando no está en el desierto perdido, pero para su suerte logró ver a lo lejos un pueblo.

—Que suerte—suspiro tranquilo—Será mejor ver si encuentro a alguien que me pueda ayudar.

Camino un poco para por fin llega a el pueblo, sonrió un poco por el hecho que le recordada a algunas series animadas egipcias que ha visto, caminada con tranquilidad esperando logra ver a alguien que pudieran ayudarlo, aunque le parecía raro que todos se le quedará mirando con sorpresa, eso era totalmente raro.

Hasta que claro, choco con alguien, levantó apenado la mirada logrando ver a un hombre de piel morena, vestido a parecer de guardia egipcio, aunque... era literal antiguo.

—Et-etto... hola—saludo apenado el menor.

—¿Quién eres?.

—Yo... soy Akil Muto, me encuentro perdido, ¿pued-...

—¿Akil Muto?, entonces no eres de aquí—se acercó a el menor algo amenazante, Akil retrocedió asustado—Te pareces a el faraón, ¿no sabes que eso es un delito?.

—¿Del-delito?.

—Mmm...—miro la mano de el menor, logrado ver el anillo—¡Y para decora, tienes uno de sus anillos!.

—¿Perdón?, ¡esté anillo es de mi padre!.

—¿Y me vienes a decir que tú padre es el faraón?, como no, decírselo en su cara—lo agarro de la mano para empezar a camina con él, algo forzoso.

—¡Oiga no!, ¡suélteme, suélteme!.

Entré poco Akil dejó de pelea, solo por el simple hecho que aquel guardia lo había cargado como saco de papas, así que tenía la cabeza baja mientras mirada el suelo, paso solo unos minutos para que el guardia se detuvieran y lo pusieran en el suelo sin delicadeza alguna.

Se quejó para acaricia su trasero, se había dado un fuerte golpe.

—Faraón, esté niño tienen uno de sus anillos, y... ¡mírelo, se parecer mucho a usted y saber lo que significa!.

Akil no dijo nada, escucho pasos cerca de él, apenas sintió que alguien le tocó el cabello con algo de fuerza levanto la mirada asustado, aunque su miedo desapareció cuando sus ojos se cruzaron con unos rojos, parpadeo varias veces a igual que el hombre frente suyo, ambos sorprendidos.

—¿Ak... Akil?.

Trago en grueso para mira con detalle a aquel hombre, cabello tricolor, no era como el de su madre, aquel cabello tenía puntas rojas, igual que las suyas, sin olvidar los cabellos dorados levantados.

—¿Papá?.

Una sola foto fue la que logró ver de su padre, la única foto que tenía Yugi de Atem era de cuando sus hijos estaba recién nacidos, por lo tanto logró reconocerlo por eso, la única excepción era la piel morena, ya que en aquella foto Atem estaba como "Yami", así que su piel era blanca y no de ese color moreno que mirada Akil.

—¿Papá?... far-faraón—tartamudeo el guardia, haciendo que Atem lo mirará—Esté niño... es ¿el príncipe Akil?, ¿uno de los hijos que tuvo con Yugi Muto?.

Volverás por... ¿nosotros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora