Capítulo 11: Juntos

799 69 5
                                    

Créditos a @cristal_bartholy  por la foto, ¡muchas gracias!. 

P.O.V YUGI

Desperté tapándome el rostro a sentí los rayos de el sol en mi rostro, no sé a que hora llegué con Yami anochece, pero ciertamente quería solo dormir y ponerme a lee algo, pero claro, de inmediato recordé algo importante: SOY MADRE YAAA.

Por lo que destape mi rostro para ve a Yami dormido, le sonreír para luego levantarme sin hacer ruido, me acerque a donde dormía Isis y Akil, era... como una cuna, algo difícil de entender ya que la hizo mi abuelo, pero por a menos mis hijos estaba cómodos, que en estos momentos es lo que más me importa.

Me tape la boca sonriendo viendo como ambos se dada una patada entré ellos y peleada por la cobijita de el otro, terminé por acomodaros mejor y los separé un poco, no funciono de nada ya que volvieron a moverse hacía el para seguir con lo mismo.

—Sé madre serás más difícil de lo que pensé...—susurré dejado escapar un suspiro—Bien, mejor voy empezado con las cosas.

Antes de baja a la cocina, obviamente me di un baño y me cambié de ropa, me imaginé que mi abuelo estaba dormido aún, después de todo cuando llegamos lo vimos dormido y roncando en el sofá con los niños dormidos agarrando su barba, fue una escena algo graciosa ahora que me pongo a recordar, pero ahora debo darme cuenta que no puedo dejarlos solos todo el tiempo.

Empecé a hacer los biberones mientras buscada algo que pudieran comer algo, no tan caliente ni nada por lo igual, después de todo no quiero que se ponga locos todo el día, por lo que agarré un poco de alimento para ellos, que era una clase de avena con sabor a manzana.

Seguir cocinado hasta que escuché a alguien baja las escaleras, miré la puerta para ve como se asomada Yami de brazos cruzados, algo levemente molesto por lo que veo.

—Buenos días—lo salude con la mano un segundo para agarra la olla y ponerla cerca de la ventana.

—Yugi es muy temprano...

—¿Qué hora son?.

—Las siete de la mañana Hikari.

—Oh, entonces empecé bien—sonreír para mirarlo.

—Bien... si bien es madruga, te doy un aplauso—fue algo sarcástico—Regresa a dormir... ¿te recuerdo como fue que nacieron los niños?.

Quedé callado y quieto a escucharon, por instinto me tocó el vientre recordado como Tea me había apuñalado, no sé que le habrá pasando a ella, pero claro, que Yami dijeran eso me hizo tener unos malos recuerdos, escuchados como los otros decía que no iba a sobrevivir mis hijos, que no iba a poder tener más, o que incluso uno de los dos podía nacer con problemas a respira.

Aunque claro, doy gracias a los dioses que llegó David de inmediato para atenderme, me dolió demasiado cuando me dijo que no podía ponerme anestesia, por lo que ahora me di media vuelta sonrojado poniendo mis manos detrás de mi.

Provocado que Yami me mirará confundido.

—¿Te estás tapado el... trasero?.

—¿Qué?—bufé para encogerme de hombros—No.

—Ay aibou—rió un poco para acercarse a mi—Pero, ¿no crees qué aún es muy temprano para hacerle la comida a los bebés?.

—No... me siento más tranquilo cuando los ayudó, me siento... especial, muy útil. 

—Eres mi especial, ¿sabes por qué?.

—No—negué con la cabeza, hasta que claro detuve mi movimiento a sentí su mano agarra mi mentón, lo miré algo sonrojado, viendo su rostro tierno, no pude evitar sonrojarme recordarme aquella noche que... a la vez gané algo de el, pero a el mismo tiempo lo perdí por ganar el duelo.

Volverás por... ¿nosotros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora