JEARMIN WEEK 2020 [COMPLETA]

ᴇxᴛʀᴀᴄᴛᴏ ᴏᴄᴛᴀᴠᴏ

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𝒜𝓉𝓇𝒶𝓅𝒶𝒹𝑜

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A veces, Jean tiene la sensación de que a Armin el mundo se le queda pequeño. El mundo, su mundo. El mundo que conocen. Murallas, muerte, terror y mentiras; ese mundo. 

A veces, Jean tiene la sensación de que Armin se siente atrapado allí. Como ellos, pero consciente, como es consciente de todo porque es Armin y siempre va un paso por delante de los demás. Un mundo —ese mundo, su mundo— pequeño, limitado, construido de mentiras. Una jaula.

Armin, que es de esos que sonríen y asienten y cumplen órdenes, pero que no pueden disimular esa falta de algo que no conocen, pero que anhelan. Jean lo comprende: que Armin no tiene suficiente, que posiblemente nunca lo tenga; porque Armin tiene sed de más, sed de descubrir y de explorar, sed de vivir lo que tantos otros ni siquiera se atreven a imaginar.

Armin, el pequeño, enclenque y escurridizo Armin. El valiente Armin. El insaciable Armin. El astuto Armin. El Armin que duda al empuñar espadas pero que corre a la cabeza. 

Y Jean se queda atrás.

Porque Armin quiere, sueña, merece, más que ese mundo enjaulado que lo atrapa y lo asfixia dentro de unas murallas interminables. Armin está destinado a dejarlo atrás, a ese mundo, y a Jean.

Porque a Jean las cosas que quiere nunca le duran demasiado. Se le resbalan entre los dedos como el agua o la mantequilla derretida o la sangre. Desaparecen, lo dejan sólo. Jean prefiere dejar ir a Armin antes que verlo escurrirse entre sus manos. 

Que te vaya bien, espero volver a encontrarnos en otra vida. Ojalá una mejor que ésta.

A veces, Jean tiene la sensación que a Armin el mundo se le queda pequeño. A veces, Jean tiene la sensación de que Armin se siente atrapado allí.

Siempre, Jean le dejaría ir. Siempre, Armin se lo llevaría consigo. Porque es verdad que a Armin ese mundo se le queda pequeño pero es el único mundo donde tiene a Jean.

Y en una jaula que le sabe a poco, Armin siente que Jean lo es todo. Que es ese resquicio de libertad olvidado, esa esperanza de superviviencia perdida y ese punto de realidad que lo ata a la tierra en el momento justo. Jean, el que moldea a Armin en su papel de soñador inquebrantable; Jean, que lleva en la espalda las alas de la libertad más para otros que para él mismo.

Jean, que es el nuevo mundo de Armin. Un mundo sin límites, una jaula abierta, una trampa oxidada. 

Jean, no me iré sin ti.