ᴇxᴛʀᴀᴄᴛᴏ ᴄᴜᴀʀᴛᴏ

692 102 21
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

𝐿𝑜𝓋𝑒 𝒸𝑜𝓃𝒻𝑒𝓈𝓈𝒾𝑜𝓃

.

Jean es sincero, la mayoría de ocasiones hiriente. Honestidad por bandera y opiniones afiladas. Pero hay cosas de las que no puede hablar.

Jean tiene mucho que decir siempre y si se lo calla no puede dormir por las noches, y Jean atesora su sueño reparador como el que más. Pero hay cosas que no se atreve a decir. Por ejemplo, no se atreve a decirle al capitán Levi que lleva un trozo de papel higiénico pegada en la suela del zapato paseándose por todo el cuartel —ni Jean ni nadie—, o a decirle al comandante Erwin que debería pensar en cambiar de peinado. Pero hay otras cosas, más profundas, menos banales. Más a corazón abierto,  más parte de mi que no se atreve a decir.

Que quiere a Armin, por ejemplo.

Que lo quiere pero no como quiere a Connie o a Sasha o incluso —¿Por qué no? Hoy se siente generoso— a Eren. Tampoco lo quiere como quiere a Mikasa (y joder, que es Mikasa, la niña por la que bebe los vientos desde los doce años). Lo quiere más, mucho más. Como quiere a sus brazos o a sus piernas o a su cabeza, lo quiere como quiere respirar porque lo siente parte de él. Parte de Jean. Que ya no es el rubio pequeñajo que va entre la cara de imbécil redomado de Eren y la bufanda desteñida de Mikasa. Que ya es Armin (Armin. Wow Jean, suena importante, ¿No?).

Pero no puede ir y decírselo, no. Algo como "Hey, Armin, por favor mírame, por favor háblame, por favor no te mueras, por favor no me dejes" piensa Jean que sería demasiado, incluso para Armin, que siempre acepta lo peor de todos porque Armin es el más listo de todos pero también es el más tonto. Y Jean es... bueno, es Jean. Insufrible, afilado y práctico Jean. Un vándalo malencarado pero con buen fondo, como dicen por ahí —como dijo Marco una vez.

Ah, Marco. Alto, desgarbado, risueño Marco. Avispado Marco. El mismo Marco que se dio cuenta antes de Jean como se daba cuenta de todo porque eran hermanos de otra madre, de otro tiempo. El mismo Marco de "Jean, tienes que darte cuenta". Pero Jean nunca lo hizo, no hasta después de ya no tener a Marco y ahora no hay ningún te lo dije y joder, él quiere escucharlo. Jean también quería a Marco. Pero Marco ya no está y ahora solo tiene a Armin, y tiene miedo de perderlo porque todo lo que Jean quiere demasiado lo acaba perdiendo. Como un niño maldito.

Hay cosas que Jean no puede —no se atreve— decir. Cosas como que quiere a Armin. Porque querer a Armin es como querer a la muerte, porque querer en un mundo como el suyo es locura. Jean ya perdió a Marco, no quiere perderse también a si mismo. Pero es difícil. Es difícil porque Armin lo hunde en sus ojos de cielo despejado y le hace olvidar dolores y promesas rotas. Es difícil porque es tan fácil querer a Armin; pequeñajo, delgaducho, valiente Armin.

Valiente Armin, que no tiene miedo de querer como lo hace, con cuerpo y alma y esencia. Cobarde Jean, que se le atascan las emociones en la garganta y las palabras en los pulmones. Valiente Armin, astuto Marco y cobarde Jean.

Cobarde Jean, siempre.

JEARMIN WEEK 2020 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora