Capítulo 39

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HARRY

Al principio, tan sólo los besé ligeramente, casi rozando sus labios, esperando la respuesta de Maddie. No quería forzarla de forma brusca igual que hice en su dormitorio de la universidad. Quería que ella también sintiera la misma necesidad que yo tenía por ella. Por su cuerpo, por sus labios. Por toda ella.

-Dijiste que sólo besarías a la mujer de la que estuvieras completamente enamorado. -susurró en mis labios, sin separarse de ellos.

-Tú eres la excepción. -no separé los míos a la hora de hablar.

Maddie, sin mediar palabra, me devolvió el beso, signo de que ella también me deseaba de la misma forma que yo a ella. Era suave, casi inocente, aunque después se volvió más apasionado. Ambos nos volvimos apasionados. Aunque me dolía un poco mi labio lastimado, atrapé su labio inferior para después pasar al superior, alocado por su aliento a fresa y el sabor de su cacao de sandía. Era una explosión frutal en un solo beso. Me estaba muriendo.

Para profundizar nuestros movimientos, decidí aprisionar el cuerpo de Maddie contra la pared, apoyando mi antebrazo derecho contra ésta mientras que con la mano izquierda sujetaba a Maddie de su culo y la acercaba aún más a mí, más bien a mi paquete. Ella, por su parte, se aferró a mi espalda para también atraerme hacia ella. Le estaba gustando que estuviéramos así. Pero yo quería más de ella. Mucho más.

Sin parar de besarnos en ningún momento, la alcé agarrándola por la cintura e hice que sus piernas se enrollasen alrededor de la mía. De esta forma, la llevé a mi dormitorio mientras la sujetaba por su increíble culo. Me estaba poniendo muy cachondo. Cuando llegamos a mi dormitorio, la tumbé suavemente y sin separar nuestros labios en ningún momento. Me quité la chupa como pude, todavía sin liberarnos de esos besos que nos estaban consumiendo, lenta y arduamente. Ella, por su parte, se quitó las vans rosas que llevaba.

-Te deseo tanto, Maddie. -susurré en su labios. No quería irme de allí.

La besé poco a poco, por sus mejillas, por su mandíbula hasta llegar a su hermoso cuello. Le quité el coletero, tirándolo por ahí, y le aparté el pelo para poder besarlo y mordisquearlo. Quería que todo el mundo supiera que esta mujer era mía y de nadie más.

"Lunático."

Sí, pero era verdad. Ella era mía.

Seguí con mis besos mientras mis manos viajaban por sus muslos, acariciándolos y disfrutando de su suavidad y calor que desprendían. Decidí subir más y adentrarme en sus braguitas para poder tocarla como jamás nadie la tocará nunca. Metí dos de mis dedos dentro de ella, moviéndolos de adentro a afuera, haciéndola jadear más y más fuerte.

-Dios, Harry. -gemía en bajito.

Le gustaba. Su pecho subía y bajaba a medida que aumentaba mi ritmo con los dedos y su respiración era entrecortada. Me estaba poniendo más y más cachondo al verla así.

-¿Quieres más? -pregunté de forma lasciva. A Maddie le encantaba que hablase de esa forma, aunque no lo quería admitir.

Ella afirmó con la cabeza, pero eso no me bastaba. Quería que me lo dijera, quería oírlo de sus labios. Quería confirmar que ella deseaba más, al igual que yo.

-No, dímelo. ¿Quieres más?

-Sí. -contestó medio tartamudeando por culpa del placer que le estaba provocando.

-Está bien.

Primero me levanté yo y terminé de quitarme la camiseta y los vaqueros, quedándose sólo con los bóxers. Después, la incorporé un poco para poder quitarle el vestido del todo. Y me quedé totalmente petrificado. Llevaba un sujetador lavanda a juego con un tanga el cual marcaba sus tremendas curvas y hacía que sus nalgas parecieran más voluminosas. Aquello era un espectáculo totalmente sensual.

Con Sólo Una Caricia (Harry Styles fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora