ʜᴏᴍᴇ sᴡᴇᴇᴛ ʜᴏᴍᴇ ✨

𝙡𝙚𝙖𝙫𝙞𝙣𝙜 𝙝𝙤𝙢𝙚

A mis dieciséis años había entendido cosas que probablemente chicas a esa edad solían pasar por alto.

El amor no es un cuento de hadas.

Tu familia no siempre debe llevar tu sangre.

Nunca se está completamente solo.

Hasta hace dos años, mi familia solo eran mi madre y mi abuela.
Ambas parecían salidas del mismo molde lleno de prejuicios. No las soportaba ni un poco, desde que el hombre al que debía llamar papá nos había dejado, mamá cambió muchísimo.

Si antes era una horrible mujer, ahora parecía una arpía total.
Tenía la estúpida creencia de que el matrimonio era la mujer sumisa y el hombre demandante.
Mi abuela solo alimentaba esa idealización.

Para mí era totalmente distinto. ¿Por qué debía una adptarse a las reglas de un hombre?
Ya era bastante estúpido soportar que se sienta superior, y encima tener que actuar como un accesorio.

Ni en mis otras seis vidas haría algo así.

No logro recordar un momento feliz a su lado, es cierto, después de todo ella era mi madre, la sociedad parecía empujarme a amarla de manera forzada.
¡Y vaya que lo intente! Pero de ninguna forma iba a abandonar mis ideales por un falso amor de madre e hija.

          Fue a finales de año que las cosas mejoraron un poco.
Mamá comenzó a salir con hombre agradable. La abuela no lo toleraba, pero a mí me caía bastante bien.
Siempre fue amable conmigo, me enseñó de música y poco a poco fui formando mi identidad.

Sin embargo mamá se había vuelto tóxica, quería hacer de Bob, su novio, un hombre común.
Quería cambiar su escencia, hacerle sentir que su mundo solo era ella y después de eso no existía nada más.

Él se negó.

Durante esos dos años, Bob y yo teníamos un enorme vínculo que parecía irrompible. No me malinterpreten, Bob era un padre para mí, y así ha sido hasta ahora.

El día en el que se iba, yo empaque mis pocas pertenencias y le rogué que me llevará con él. No parecía muy convencido al respecto.
No me hubiera sorprendido si se hubiese negado, pero gracias al cielo, no lo hizo.

Le dejé una nota a mamá diciendo que me iba para no volver.

Ahí comenzó mi vida a lo que es ahora.

Solo yo y Bob... perdón, Mick Mars.

— 🥀 —