El dolor del olvido

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Esta historia esta contada tal y como la recuerdo.  A día de hoy recuerdo, cada momento, cada palabra, cada excursión que hicimos. Menos a ella. No recuerdo su cara. Ni su nombre. Ni su voz. Ni sus abrazos. Recuerdo que vivía en el segundo piso del hotel. La puerta de la izquierda. Recuerdo que su abuela estaba siempre sentada en la misma silla verde. Y que la habitación estaba siempre oscura, solo con una luz amarilla encendida. Recuerdo a su padre y a su bigote. Recuerdo tantas cosas... Y sin embargo. No la recuerdo a ella. Mentiría si digo que la he olvidado. Pero, ¿No mentiría también si digo que la recuerdo?

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