III

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El trato había sido cerrado, y dentro de nada se realizaría una fiesta en casa de los Marsh. Kenny, en su caso, caminaba por fuera de su casa pasando por el parque donde jugaban unos niños.

Se sentó en una de las bancas dejando las horas pasar, cerró sus ojos y estiró sus piernas, hasta que el mensaje por fin había llegado a su celular.

Sin mayor apuro, confirmó sus suposiciones al ver que el mensaje pertenecía a Stan. Guardó su celular y se levantó de la banca dando una mirada al paisaje, el cielo se teñía de naranjo y rojo mientras que el sol besaba al mar.

Emprendió viaje, que terminó su travesía en el umbral de la casa Marsh, la cual sobresalía con la fuerte música y luces de colores que escapaban por las ventanas.

"Toc-Toc"

Golpeó la puerta dos veces luego de haber tocado tres veces el timbre sin recibir respuesta alguna.

Cuando la puerta por fin fue abierta estaba más de la mitad de la primaría bailando y tomando como si tratara de universitarios desesperados con el fin de escapar de sus deberes.
Kenny no tardó mucho en ponerse en acción y se acercó a Bebe para invitarla a bailar. Wendy hablaba con Stan sobre lo irresponsable que estaba siendo y Kyle se encargaba de la música, mientras que, Cartman se escabullía a la cocina.

No sabía que bailabas. — Comentó la rubia entre risas, la cual llevaba un vestido por arriba de las rodillas pegado al cuerpo, de un color rojo intenso y una chaqueta de mezclilla azul oscuro.

Soy el mejor bailarín que podrías conocer, querida. — Sujetó la cadera de la rubia, acercándola a sí, para luego dar una vuelta con la chica. Una sonrisa coqueta se formó en su rostro provocando el asombró de la contraria quién al notarlo trató de disimular.

¡WOW! ¿Acaso eres profesional? Muéstrame más de tus pasos. — Mientras la música sonaba, ambos cuerpos se juntaban. Bebe por su parte agarraba con rapidez confianza al punto de entrelazar sus dedos por detrás de la nuca del rubio para hacer sus narices rozar.

Wendy, cariño, es solo una noche ¿Sí?, Nunca más haré una fiesta sin permiso, pero el error está hecho. — El azabache bajó la mirada, se había equivocado, quizás si hubiera escuchado las palabras de Kyle su novia ahora no estaría regañándolo.

Supongo que tienes razón. — La azabache soltó un suspiro.

¿Ah? —Levantó su mirar, clavando sus ojos en Wendy de forma dudosa ¿Acaso lo estaba perdonando?

Esta canción es mi favorita... — Murmuró — ¿Me invitarás a bailar o tengo que hacerlo yo?

El sonrojo en el pelinegro se hizo presente, mas, no visible debido a las diversas luces que en ese momento decoraban el ambiente.

Wendy, ¿Quieres bailar? — Se levantó de la silla y extendió su mano hacia la de boina morada.

Me encantaría — Tomando la mano de Stan se levantó, para luego ambos encaminarse a la "pista" de baile –La cual resultaba ser la sala de star–.

La fiesta iba bien, todos parecían divertirse, las personas gritaban para escucharse mutuamente y otros estaban en la pista de baile. Cartman estaba saliendo de la cocina, había comido la mitad de los platillos preparados por Butters y Pip. Mientras que Kyle seguía siendo el DJ que animaba la fiesta.

Kenny, Kenny, estoy sedienta. —Dio cierta distancia para dejar de bailar y tomar aliento, los bailes tranquilos y agitados iban y venían.

¿Quieres que vaya por un trago? — Se acercó nuevamente para tomar su mano y frotar su espalda con suavidad.

Claro, si no es mucha molestia.

Dame unos segundos y volveré más rápido que avión estrellándose — Soltó la mano de la rubia y se separó para ir a cumplir la petición de la misma. Se acercó a la mesa donde se encontraba el ponche, las bebidas y el alcohol. Eran menores de edad, ¿de dónde carajos sacaron el alcohol? Sirvió un poco de este en una de las copas que se encontraban ahí. A lo lejos pudo visualizar a Stan, quien aún bailaba junto a Wendy.
Reía por lo bajo y tomó la copa entre manos.

Wendy, eres la chica más bella que conozco. — Stan estaba perdido, y no, no en el sentido literal, estaba perdido en los ojos de la chica frente a sí, al punto de que en esa pista de baile no había nadie más que ellos dos, donde no había la necesidad de gritar ya que solo escuchaba la voz de la azabache y la música de fondo.

¿Desde cuándo eres coqueto?

Bueno, esto —La pelinegra soltó unas risas y se acercó al chico, plantando un beso en sus labios.

We-Wendy. — Su cara se tornaba pálida. Kenny, quién seguía presenciando la escena, dejó la copa en la mesa y corrió al rescaté de su amigo; pues tenía consciencia de que iba a suceder. Tomó a Stan de los brazos alejándolo de Wendy, Stan miró a Kenny, quién trataba de llevarlo al baño más cercano, y susurró por lo bajó un casi inaudible gracias, para luego, sin demora, vomitarle encima.

¡CARAJO, STAN! — Maldijo el pecoso. 

No me siento bien...

¿Stan? ¿Cariño? — Wendy dio un par de pasos, tratando de acercarse a Stan con lentitud.

Craig, quien por casualidad también había observado la escena, se acercó al trío y puso su mano sobre la espalda a Stan para ayudarlo a sentarse.

Hey, deberías quitarte eso, hueles a mierda. — Agregó el de gorra azulada y pompón amarillo.

Tsk. — Miró sus prendas, ahora sucias y malolientes, para luego dirigirse al baño. Tomó un pañuelo y empezó a fregar su ropa con el agua. Golpearon la puerta, ya era demasiado molesto que le hayan vomitado encima para que ahora le interrumpan en el baño. — ¡Ocupado!

Kenny, AH, soy TWEEK, Craig me dijo que te pasara está chaqueta — Gritaba nervioso el chico detrás de la puerta.

Kenny abrió encontrándose con el rubio de cabellos alocados, quien en sus manos traía la sudadera de Craig.

Ah- muchas gracias Tweek. — Tomó la sudadera entre sus manos y se la puso tan rápido como la cogió. Se miró al espejo y levantó sus cejas — ¡Eh! Pero si me veo sexy, soy todo un bombón. ¿No crees, Tweek? — Lo miró juguetón, entregándole una sonrisa de lado.

¿a-AH? NO, NO LO SÉ, QUIZÁS SÍ, O NO, E-ES, ¡ES DEMASIADA PRESIÓN! — Los gritos repentinos del chico tomaron desprevenido al pecoso haciéndolo dar un salto.

Hey, hey, tranquilo, solo bromeo. ¿Estás bien?

Sí, sí, solo ¡AHG! No debería estar aquí, es demasiada gente, ruido y es tan estrecho--.

Oye, oye, hey, vamos, relájate, no puede ser para tanto, ¿Necesitas tomar aire? — Fue acercándose cada vez más a paso lento, sin la intención de asustar al chico.

, por favor. — Miró a todos lados, nervioso, como si las paredes se fueran achicando cada vez más. ¿Y este que se había fumado?

Ven, acompáñame. — Tomó su chaqueta anaranjada y agarró la mano de Tweek para salir de entre toda esa gente, habían salido al patio trasero, la música fuerte pasaba a segundo plano y el frío viento daba fuerte frente a sus caras.

¿Esto está mejor?

Mucho mejor. — Respondió más calmado el menor, respirando aliviado.

 

Las estrellas estaban en el cielo una vez más, como todas las noches, pero esa noche brillaban más que nunca.

Noᥴhᥱ ᥱstᥱᥣᥲr. 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora